Sistema.bio

LA EMPRESA, QUE CREA VALOR A PARTIR DE LOS EXCREMENTOS, YA TIENE PRESENCIA EN CINCO PAÍSES.

SECTOR: ENERGÍA RENOVABLE / AÑO DE FUNDACIÓN: 2010

POR: Diana Zavala

FOTO: Diego Álvarez

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uando el hombre intentaba dominar la técnica para encender el fuego, hace 800,000 años, probablemente nunca imaginó que, tiempo después, sería posible prenderlo a partir de una bolsa de excrementos de ganado. Esto es lo que hace Sistema.Bio a través de su esquema Biobolsa, un reactor anaeróbico que genera biogás y fertilizante orgánico con las heces de animales, al tiempo que ofrece una solución al problema de los desechos de las granjas.

Alexander Eaton, cofundador y CEO de la empresa, sabe lo que la tecnología y la responsabilidad ambiental pueden hacer en el campo. Él se crió en una granja orgánica liderada por su madre en Boston, en Estados Unidos. Una relación con el ámbito rural que, años después, le llevaría a fundar Sistema.Bio junto al mexicano Camilo Pagés, quien luego de trabajar varios años en el segmento de mercadotecnia, había creado una empresa de soluciones ambientales para el sector industrial y residencial.

“Se estima que, en México, hay cuatro millones de pequeños productores, que enfrentan desafíos como la falta de insumos agrícolas de calidad, la degradación del suelo y el aumento del costo de la energía”, explica Eaton. Ésta es la situación que los emprendedores quieren resolver. Sistema. Bio se enfoca en pequeños ganaderos, que tienen entre dos y 300 vacas (o entre cinco y 2,000 cerdos), por lo que su biorreactor, que ha patentado, se encuentra en diferentes tamaños y precios, que oscilan entre 25,000 y 260,000 pesos. La propia empresa tiene su área de manufactura.

SUSTENTABLE Camilo Pagés y Alexander Eaton han desarrollado un biodigestor dirigido a pequeños productores.

Con esta propuesta bajo el brazo y una inversión inicial de 20,000 euros, Eaton y Pagés buscaron cosechar frutos. Y ahí se toparon con un factor con el que no contaban: la situación que vivía en 2010 el campo mexicano, que seguía arrastrando los efectos de la pandemia de gripe A (H1N1) que comenzó en 2009 (que, en un primer momento, fue denominada como gripe porcina, lo que afectó a los ganaderos del país), y agravó la situación derivada de la crisis económica mundial y la guerra contra el narcotráfico, que tenía como escenario principal las zonas rurales. Los ganaderos tenía otras preocupaciones antes de invertir en tecnología.

Guillermo Jiménez, investigador titular y consultor en ganadería tropical y desarrollo rural en el Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), señala que el sector se encuentra en un círculo vicioso que debe romper: los desechos de los animales de granja y la explotación del suelo producen metano y óxido nitroso, que contribuyen al calentamiento global, que, a su vez, provoca sequías e inundaciones que afectan la producción. “De ahí la importancia de abordar estrategias que permitan la mitigación de estos gases y generen alternativas de manejo, tecnológicas y de capacitación para que los productores de todos los niveles puedan comprender la magnitud de este problema”, explica.

EL EMPRENDIMIENTO OFRECE A LOS GANADEROS FINANCIAMIENTO CON UNA TASA DE INTERÉS DE 0%.

Los emprendedores perseveraron. Su estrategia fue enfocarse en zonas pequeñas y ofrecer créditos para la compra e instalación con una tasa de interés de 0%. Las primeras unidades instaladas en pequeñas granjas sirvieron de demostración y llamaron la atención de otros productores. Los clientes, asegura Eaton, se convierten así en una red de promotores.

Y obtienen un beneficio de este boca a boca. “Los llamamos embajadores. Una vez que han pagado cierta parte del crédito, pueden bajar sus pagos a través de las recomendaciones que hacen y que nos sirven para instalar más equipos. Así pueden tener un retorno de inversión de un año”, asegura el emprendedor. La vida útil del reactor es de 20 años.

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MILLONES DE PRODUCTORES: ÉSTE ES EL MERCADO AL QUE MIRA LA EMPRESA.

Angélika Roth, directora de Venture & Felowship de Ashoka México, incubadora de emprendimientos sociales que ha apoyado a Sistema.Bio, aplaude este modelo, pues da una oportunidad para los pequeños agricultores que viven al día y no cuentan con los recursos para este tipo de inversiones. “No se trata de regalar la tecnología, pero sí de darle oportunidad a los campesinos de tener mejores maneras para financiarse”, detalla.

El modelo ha dado resultados y ya echa raíces fuera de las fronteras mexicanas. “México fue el laboratorio perfecto: tenemos varios tipos de climas, de condiciones socioeconómicas, de culturas. Fuimos bien preparados para una expansión internacional”, apunta Eaton. Hoy, Sistema.Bio está en Nicaragua, Colombia, Kenia e India, donde prevén incrementar su presencia. “El mercado para Sistema.Bio es de 400 millones de granjeros en todo el mundo, desde agricultores de subsistencia hasta pequeños grupos productivos”, agrega.