En la Bolsa Mexicana de Valores, les mencionan como caso de éxito de una compañía mediana que decidió salir al mercado. ¿Qué es lo que les convierte en ejemplo para otras firmas?

Lo que pasa en todas las empresas medianas que quieren salir a la Bolsa, como es el caso de Unifin, es que quieren maximizar el valor de su compañía. Pero eso se da más bien por una cuestión de ego: todos pensamos que nuestra empresa vale mucho. Es bien difícil poder entender al banquero cuando te dice que tienes que salir con un descuento al mercado y responderle: “Bueno, pues sí, tienes razón, tenemos que salir a un múltiplo abajo de lo que están las acciones similares, hay que darles un descuento a los inversionistas”. Para uno, que es dueño del negocio, es muy complicado asimilar eso, porque es como los hijos, ¿no?, que uno siempre piensa que tiene los más inteligentes, los mejores... Siempre crees que tienes la empresa más valiosa. Nosotros teníamos la demanda para salir al precio máximo propuesto de colocación, que era de 30 pesos, y finalmente decidimos quedarnos en 28 para darle más potencial de upside al inversionista que entrara. Y dicho y hecho: desde ese entonces, desde el 22 de febrero de hace tres años, la acción ha dado rendimientos importantes (ahora cotiza cerca de los 50 pesos), tanto para los inversionistas como para la empresa, que gracias a ese capital que pudo lograr levantar en la Bolsa, ha seguido creciendo.

¿Por qué decidió salir a Bolsa?

Las empresas financieras deben tener ciertos rangos de capitalización y de apalancamiento, y cuando uno crece tan rápido, como ha crecido Unifin en los últimos 18 años, la verdad es que las utilidades ya no te permiten hacer catch up con el crecimiento, y llega un momento en el que necesitas capital para que el balance se vea solidificado. Eso fue lo que nosotros hicimos, y eso nos permitió seguir adelante.

El sector financiero está acelerando su evolución hacia el mundo digital. ¿Qué están haciendo ustedes en este sentido?

Estamos trabajando mucho en eso. Acabamos de lanzar hace poco un nuevo portal, que se llama Unifin Express, en donde podemos dar hasta la autorización de los créditos vía internet. Pero hay que recordar que nuestro caso es muy diferente y mucho más complicado que prestar a las personas físicas, donde puedes parametrizar la autorización de un crédito, porque tienen un sueldo, sabes cuánto ganan y puedes prestar un ‘x’ porcentaje, y es muy fácil. En el caso de las empresas, necesitamos ver el flujo de efectivo, necesitamos actas constitutivas, es más complicado. Y también estamos muy fuertes en la cuestión de mercadotecnia, de business intelligence y de inteligencia artificial. Tenemos un equipo de casi 50 personas en ese sector para tratar de entender las necesidades de nuestros clientes en forma mucho más productiva y más acertada que el hecho de salir y disparar con una escopeta –como yo les digo a los colaboradores– y a ver qué pato cae.

México está a punto de estrenar nuevo presidente. ¿Qué exigencias o propuestas tiene para la próxima administración?

Yo creo que está claro lo que los empresarios buscamos: que se ponga fin a la impunidad y a la corrupción. Vemos también muy válida la idea de apoyar a los sectores del sureste, que están muy rezagados. Y estamos muy a favor, y Unifin a eso se dedica mucho, al fortalecimiento de las empresas mexicanas medianas, que muchas son familiares, para que puedan tener prosperidad y esos trabajadores puedan alcanzar un Mexican dream.