El Carrera de TAG Heuer es uno de los grandes clásicos de la relojería contemporánea y los nuevos Carrera Lady son su evolución perfecta para las mujeres que quieren un guardatiempo elegante, audaz y confiable.
Su nombre le rinde tributo a la famosa Carrera Panamericana, que empezó a disputarse en 1950 y aún hoy se realiza en territorio mexicano. La firma lo lanzó en 1963 como un cronógrafo de diseño puro y funcional, con una esfera amplia y legible, y un mecanismo capaz de medir hasta 1/5 de segundo. Era un verdadero reloj-herramienta, resistente y preciso, que los pilotos de autos usaban cuando competían para cronometrar su desempeño en las pistas.
Muy pronto se convirtió en uno de los modelos más vendidos de la marca suiza fundada en 1860, que desde entonces se destaca por sus innovaciones y su espíritu vanguardista. Hoy sigue siendo un best-seller y un icono tanto de TAG Heuer como de la industria relojera
El Carrera Lady respeta el legado de su hermano mayor, pero, a la vez, sobresale porque ha sido pensado especialmente para las necesidades y los gustos del público femenino.
Lo primero que llama la atención es que su caja de acero inoxidable mide 36 mm de diámetro, un tamaño cómodo y en tendencia que permite lucir sus características. Es ideal para las mujeres atrevidas y seguras de sí mismas. No por nada, la casa eligió a la top model y actriz británica Cara Delevingne como su embajadora e imagen de este guardatiempo.
El bisel puede ser liso o ir engastado con 54 diamantes. La esfera, de manufactura exquisita, está hecha de nácar color blanco, negro o gris, además de las versiones más osadas de nácar morado o azul. Las manecillas de las horas, los minutos y los segundos, así como los índices, son discretas y refinadas. Estos elementos están chapados en rodio cuando la carátula es blanca, morada o gris, y en oro rosa cuando es azul o negra. El cristal de zafiro tiene un doble tratamiento antirreflectante. Todo lo anterior asegura una legibilidad ideal.
Hay que prestar atención a la ventana de la fecha con marco trapezoidal, a diferencia del modelo original en el que era cuadrado. Otro detalle fascinante, que refleja la herencia deportiva y de precisión de este reloj, es la escala de segundos, con las proporciones impecables que caracterizan los diseños de TAG Heuer.
El Carrera Lady está disponible con movimiento automático o de cuarzo. En el primer caso, funciona gracias al Calibre 5, que reúne lo mejor de la tradición de excelencia mecánica de la marca y garantiza 38 horas de reserva de marcha. En esta referencia, la esfera es de nácar blanco y se puede elegir entre una correa de piel de cocodrilo satinada color marrón topo o un brazalete de acero inoxidable pulido y satinado. El reverso de la caja también está protegido por cristal de zafiro, por lo que es posible apreciar la belleza del Calibre 5.
La versión de cuarzo se puede adquirir con esfera de nácar blanco, gris, morado, azul o negro, y con correa de piel de cocodrilo satinada color marrón topo, gris o morado; correa de piel de becerro acolchada azul o negra (una maravilla), o brazalete de acero inoxidable pulido y satinado. El reverso de la caja tiene grabado el escudo de TAG Heuer, el nombre de la colección y un motivo de rayas que hace alusión al vínculo de los Carrera con el mundo del automovilismo.
Versátil y sofisticado, con una personalidad fuerte y seductora, el Carrera Lady está destinado a convertirse en otro clásico de TAG Heuer, el reloj indispensable para la mujer moderna y urbana que encarna su eslogan “Don’t Crack Under Pressure”.
