La desigualdad del ingreso es un tema relevante para el desarrollo económico de un país como México, pues es necesario generar un debate serio para encontrar soluciones a problemas que eviten que el 10% de la gente más rica tenga hasta 20 veces más ingresos que la población más pobre. ¿Qué ha hecho la autoridad?, ¿de verdad sirven los programas sociales de apoyo? A continuación te presentamos una serie de datos que ilustran la gran desigualdad que prevalece.
Por Alejandro Rosas
México tiene un gran problema de desigualdad de ingreso. El decil más pobre de la población obtiene en promedio 9,113 pesos mensuales, incluyendo las trasferencias del gobierno. Sin embargo, el decil más rico obtiene 166,750 pesos al mes. Estas cifras significan que el 10% de la población más pobre tiene 20 veces menos ingresos que el 10% de los más ricos.
La tasa de crecimiento promedio anual de los ingresos corrientes para del 10% de la población con menores ingresos fue de 0.1%, y sin trasferencias del gobierno creció 0.2%. Una explicación podría ser que para el 2018 los hogares mexicanos percibieron menos apoyos por parte de las autoridades.
Para algunos analistas políticos y economistas, el hecho que el gobierno destine el gasto público mediante transferencias a los hogares mexicanos es algo equivocado y clientelista. Sin embargo, la realidad es que sin ese apoyo existiría un número mucho mayor de personas en pobreza. Por ejemplo, en 2018, el 70% de la población concentraba el 39% del ingreso generado con transferencias, cifra que se coloca en 35% sin la ayuda del gobierno. Mientras tanto el 30% de la población más rica con y sin transferencias se lleva el 65% y 61% respectivamente.
El gasto per cápita también es muy desigual, pues el 80% de la población gasta en promedio 183,895 pesos mensuales, mientras que el 20% restante eroga 135,337 pesos. Esto se debe las personas con bajos ingresos destina casi el 100% de este concepto al consumo sin oportunidad del ahorro.