COMETIERON LOS PAÍSES DE SUDAMÉRICA AL COMBATIR LA PANDEMIA DE COVID-19?
Con información de Fernanda Hernández, Gustavo Stock y las agencias EFE, AFP
y Reuters
¿QUÉ ERRORES Y ACIERTOS
x
Gracias a una estricta cuarentena, vigente desde el 21 de marzo, el país tiene una de las tasas de mortalidad más baja de la región: 19 muertes por cada millón de habitantes.
Para sostener al país ante el parón económico, Argentina tuvo que recurrir a la emisión monetaria. Su economía, ya en crisis, caerá más de 10% y la inflación se dispará hacia el 50%.
Con el fin de lograr que la gente se quedara en casa, el gobierno de Bolvia prohibió los cortes de servicios como el agua, la electricidad y el internet.
Con el fin de reactivar la economía, prácticamente detenida desde el 22 de marzo, Bolivia relajó algunas restricciones el 1 de junio. Ahora, un repunte de casos tiene al sistema sanitario al borde del colapso.
El presidente Jair Bolsonaro ha tenido una tendencia a minimizar la gravedad de la crisis política y ha estado en contra de las medidas de confinamiento. Incluso llamó a mitines en contra de la cuarentena. Es el país de la región con más casos y muertes registradas.
El gobierno de Jair Bolsonaro implementó nuevas transferencias económicas para apoyar a las poblaciones vulnerables y aumentó el montó de los programas ya existentes.
Chile implementó un esquema de cuarentenas dinámicas y rotativas que permitió que la economía siguiera abierta. El modelo falló a la hora de hacer un seguimiento de los casos positivos y sus contactos, lo que provocó un aumento abrupto de los casos.
Chile creó un fondo de 12,000 millones de dólares para ampliar subsidios y extender un plan de protección del empleo, un fondo para reforzar la atención sanitaria y mayor ayuda a los municipios.
Justo cuando el número de enfermos crecía el país, el gobierno promovio una jornada de descuentos en las tiendas el 19 de junio, lo que provocó grandes aglomeraciones en ciudades como Bogotá.
La ciudad de Medellin logró detener los contagios con un sistema de rastreos de los casos a través de una aplicación, aunque expertos advierten sobre el destino de los datos proporcionados por los usuarios.
Después de controlar la situación en la ciudad costera de Guayaquil, el gobierno de Lenín Moreno lidia con un aumento de casos en Quito y otras ciudades durante junio, a pesar de que algunas de estas ciudades ya habían relajado algunas restricciones a la movilidad.
La Organización Panamericana de la Salud halagó la buena vigilancia que implementó Ecuador en las regiones amazónicas, pues el diálogo con la población indígena permitió tomar medidas de prevención y poder movilizar el cuerpo médico.
Perú implementó un programa de 25,000 millones de dólares para asistir a los segmentos sociales más vulnerables y asegurar la continuidad de las empresas. Eso incluyó medidas como bonos a problaciones pobre y créditos para 350,000 empresas.
Esta inyección de recusos no fue suficiente para lograr que la cuarentena sea efectivamente cumplida por vastos sectores de la población. Además, el programa no tomó en cuentas las carencias en infraestructura básica y hospitalaria que vive el país.
El ministro de Salud Paraguay, Julio Mazzoleni, dijo el 23 de junio, que los últimos indicadores muestran "un aumento del riesgo de contagios" y una inversión en el tipo de casos, con preferencia de los comunitarios frente a los producidos por contacto con el exterior, debido a una relajación de las medidas de distancia social.
Paraguay, un país de apenas 7 millones de habitantes, inyectó 1,600 millones de dolares para la recuperación económica. Tiene uno de los números de casos y uertes más bajos de la región: cerca de 1,400 contagios y solo 13 muertos.
El 22 de junio, el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou admitió que las medidas se habían relajado, y eso provocó un rebrote en el departamento de Treinta y Tres, fronterizo con Brasil.
Apoyado en un sólido sistema de salud, baja informalidad laboral y poca densidad poblacional, Uruguay pudo mantener cifras bajas de contagios y muertes sin implementar una cuarentena estricta.
Los comercios, excepto los centros comercial, no fueron obligados a cerrar. Se espera que su economía sea de las menos afectadas
de la región.
El gobierno de Nicolás Maduró actuó rapido. Declaró un estado de emergencia el 13 de marzo y comenzó a implementar una estricta cuarentena cuatro días después. Eso y la de por sí baja conectividad aérea del país, provocaron que quedara aislado de la enfermedad.
Los números oficiales de contagios y muertes son serieamente cuestionados tanto al interior como al exterior de Venezuela.
A finales de mayo, Human Rights Watch y la Universidad Johns Hopkins se lanzaron contra lo datos presentados por el gobierno de Maduro, acusando falta de transparencia.