Netflix encontró lo positivo de “echar el chisme” en la oficina

Para Reed Hastings, CEO de Netflix, la plática en la oficina te hace ineficiente; sin embargo, después de abrir la operación de la firma a México, Colombia y Chile, su perspectiva cambió y dice haber encontrado algo de efectividad en esas pláticas.

Por: Gabriela Chávez


Para alguien que se describe como enfocado, pragmático, siempre con una atención constante a los números y que viene de un hogar en el que las emociones no eran tema de conversación. Encontrarle algo útil a la plática casual de oficina no fue algo que se diera de forma natural.

En su libro La No Regla Rige: Netflix y la Cultura de la Reinvención (No Rules Rules: Netflix & the Culture of Reinvention) Reed Hastings, CEO de Netflix delinea la cultura empresarial de la tecnológica que ha conseguido hacer del streaming una actividad cotidiana a la que suma casi 200 millones de suscriptores en el mundo, y en pocas palabras la define como una cultura empresarial sin reglas y enfocada 100% en ser efectivos y no perder el tiempo, lo que si bien puede resonar con mercados como el estadounidense o el holandés, al expandir sus operaciones a América Latina en 2011 se topó con una suerte de choque cultural de oficina.

La conversación de cubículo a cubículo, comer con los compañeros de trabajo o el café de en la mañana para platicar no empataron en el esquema de lo que Hastings entendía como el management efectivo; sin embargo, el ejecutivo de 59 años acepta que “echar el chisme” puede tornarse en algo productivo.

“Lo que hemos aprendido de los mexicanos y los brasileños en las comidas, pero también en las reuniones de trabajo, es a hablar de familia, de deportes y ser más sociales y al principio nos parecía algo ineficiente pero la calidad de las relaciones que vas construyendo te pueden ayudar a hacer más a la larga”, comenta Hastings en una entrevista vía videollamada desde la vieja recámara de su hijo, en su casa en California, en donde ha llevado el confinamiento por la pandemia del COVID-19.

Hastings, a quien poco se le ve conviviendo en eventos sociales, comenta que algo que le ha venido bien a Netflix en los últimos años desde que empezó a expandir sus operaciones alrededor del mundo ha sido aprender a entender cada cultura y construir relaciones más sólidas basadas en la gente, pues si bien no pierden la escencia de ser una compañía de comunicación frontal, en la que está mejor visto criticar al jefe que no hacerlo, han aprendido a adaptarse a cada cultura.

Foto: Karl J. Kaul

De América Latina, México, es en donde la firma tiene mayor presencia en la región. En 2019 anunció que la CDMX sería la sede de su oficina regional y que incluso mudaría al equipo creativo de Los Ángeles a la capital mexicana, plan que sigue en pie pese a la pandemia, además de la inversión localizada de 200 millones de dólares en el país y el compromiso de desarrollar 50 producciones locales.

Desde 2015 a la fecha, Netflix ha contratado aproximadamente 100,000 personas en el país, incluyendo elenco, equipo y extras, cifra que la firma ha dicho que podría crecer a medida que los equipos locales se desarrollen.

“En los últimos cinco años, nos hemos concentrado en hacer más vínculos con la gente y eso es algo que hemos aprendido de los colegas latinos y nos ha hecho de relaciones productivas”, asegura Hastings.

Reinvención constante sin reglas

Si bien el libro de Hastings, que dice haberle llevado tres años en escribir, presenta una suerte de fórmula de management basada en trabajo ardúo, comunicación frontal y talento de excelencia, que ellos llaman “The Keepers”, Hastings comenta que aún faltan algunas cosas por hacer al interior de la empresa, como dar mejores compensaciones económicas a todos los niveles, aunque para ello sería necesario que todos los miembros de la empresa, y la sociedad, estuviera de acuerdo en ser más transparente con datos como su salario.

“Ahí entramos en un tema de privacidad. Creemos que debe ser más transparente y está bien que todo mundo sepa cuánto ganas, pero no todos ven bien el hacer esto público. (...) Esa es un área en la que estamos comprometidos, de 8,000 empleados, el top 1,000, tienen acceso a todas las compensaciones mientras el resto no. Es algo que sigue evolucionando para nosotros”, acepta el ejecutivo.

Pese a que su forma de llevar la compañía ha recibido críticas, sobre todo por la forma en la que se decide si un talento permanece o no en la empresa, Hastings asegura que a ellos no les hace sentido seguir las reglas que sigue la mayoría pues están hechas para un modelo de fábrica y en el negocio de las ideas, según Hastings, el caos trae mejores resultados.

“No queremos ser limpios y pulcros; somos caóticos y fértiles y creemos que el caos traerá cosas buenas”, dice.

Y por ahora incluso el caos de la pandemia le ha traído cosas favorables a Netflix y al mercado de streaming. En el primer trimestre de 2020 las acciones de la firma consolidaron un crecimiento de 16%, solo por debajo de Tesla, y alcanzó un valor de capitalización de 165,000 millones de dólares, según el reporte anual de mercados de PWC. En mayo de 2019, el valor de Netflix estaba estimado en 24,837 millones de dólares, según datos de Statista.

Foto: Netflix/Javier Ávila

Pese a eso, Hastings se muestra renuente a los cambios radicales. En el libro menciona que la empresa ha pasado por cuatro etapas de reinvención, desde que comenzó vendiendo DVD’s por correo hasta la ubicuidad del streaming pero ¿viene una quinta etapa?

“Esperemos que no”, contesta Hastings entre risas.

“Por ahora solo nos podemos concentrar en el mejor contenido, series y películas de todo el mundo, aunque inevitablemente llegará el cambio. (...) Espero que estemos en una meseta de 5,000 años de los mejores contenidos, pero uno nunca sabe lo que viene y lo que trae el cambio”, proyecta.

Foto: Karl J. Kaul

Reinventar Hollywood

Hastings es un hombre medido en sus respuestas. No se aventura en grandes proyecciones o especulaciones sobre cuánto más puede crecer la firma que ayudó a hacer del streaming una actividad masiva, misma que él mismo dice disfrutar, ahora mismo con la serie “Awake”, lanzada en 2019 en la plataforma.

Una vez que Netflix reinventó la forma en que se ve televisión, en 2017 cuando la firma estrenó oficinas en Hollywood, Hastings planteó una nueva misión a largo plazo: darle un nuevo aire al mundo del cine.

“Más que solo revitalizar Hollywood en la geografía estamos tratando de llevar nuestro storytelling a todo el mundo”, comenta Hastings.

Para el fundador de Netflix producir contenido en cualquier parte del mundo y distribuirlo masivamente es realmente el corazón de esta reinvención; sin embargo, los estantes con tres Oscar para Roma además de un puñado de Emmys y Globos de Oro en la oficina de Netflix en Los Ángeles, ubicada entre Universal Studios y Paramount hablan del peso que busca seguir ganando la firma en Hollywood.

Fotos: Netflix/Carlos Somonte

“La gran diferencia que tenemos con el mundo convencional del entretenimiento es que ellos producen en Estados Unidos y luego lo transmiten mientras que nosotros podemos producir en donde sea en el mundo y compartir ese contenido. Esta es la reinvención en la que estamos enfocados”, proyecta el ejecutivo.




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