El directivo está detrás de los nuevos productos y servicios de Gayosso, desde las urnas biodegradables hasta la plataforma de comercio electrónico.
Por Rosalía Lara
En una empresa que tiene más de 100 años de historia en una industria tan vieja como la muerte misma, la innovación es el reto más grande y Óscar Chávez, director de negocios de Grupo Gayosso, ha logrado superarlo.
Chavéz comenzó su carrera en Geusa, embotelladora de Pepsico, ahí conoció a Carlos Lukac, actual director general de Gayosso y quien en ese entonces estaba al frente de Geusa Después, Chávez tuvo oportunidad de formar parte de Barlovento Consultores, una consultoria que tiempo después trabajó para Gayosso, y dónde Chávez tuvo el primer acercamiento con el sector. “Fue un proyecto de 6 meses, pero la industria funeraria me enamoró, se me hizo muy interesante y con mucho potencial”,cuenta.
Carlos Lukac lo invitó a formar parte de su equipo, pero Chávez rechazó la oferta al considerar que aún tenía mucho por hacer en la firma donde estaba. Un año después, el director de Gayosso volvió a hacerle la oferta y esta vez Chávez accedió.
El objetivo del actual director de negocios de Grupo Gayosso era claro: ser punta de lanza en el sector, y es que en un mercado que está fragmentado entre cientos de empresas locales y familiares -el Inegi cuenta más de 5,000 empresas- sobresalir es la clave para crecer.
En cuanto a marketing, señala que ante la saturación de publicidad, se decidió alejarse de los medios masivos y centrar la estrategia en iniciativas en la calle a nivel emocional. “Gayosso estaba muy estigmatizada como una empresa viejita, solo para ricos y famosos”, por lo que apostaron por un tipo de publicidad diferente y lanzaron “Época de recordar a mi ángel”, una campaña en la que se interactuaba con las personas en la vía pública invitándolos a escribir un mensaje a aquellos seres queridos que han perdido y enviarlo a través de un globo hasta el cielo. La actividad ganó el Premio Totem a mejor campaña BTL en 2016.
“Hemos dedicado mucho tiempo y recursos en entender el mercado, es interesante el marketing en la industria funeraria, tiene que ser muy sensible y hacer notar la oferta de valor que tenemos como empresa”, comenta Chévez. La búsqueda de esa oferta de valor es lo que también los llevó al desarrollo e implementación de nuevos productos y servicios.
El problema con el que se enfrentó fue cómo hablar de una industria a la que las personas le dan la vuelta. La innovación fue la clave. “Hemos tratado de quitar esos estigmas que tiene la industria y algo que nos ha ayudado mucho es la innovación”, dice Chávez.
El directivo impulsó el desarrollo de productos y servicios ecológicos como las urnas biodegradables, de sal, tierra y arena, ataúdes de mimbre, o servicios como la aquamación (un método similar a la cremación, pero haciendo uso el agua y la temperatura), la plataforma de e-commerce de Gayosso, la primera en su tipo en México y Latinoamérica, y el funeral verde, que consiste en sembrar la urna junto con las cenizas y semillas para que nazca un árbol a partir de ellas.
“Cuando hablas de estos nuevos productos y servicios, las personas empiezan a indagar, es cómo poner el pie en la puerta para iniciar una plática sobre la industria funeraria”, dice Chávez.
Con ese primer paso, el directivo trabaja para consolidar a la empresa como una de las más profesionales e innovadoras dentro del sector.
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