Daniel Álvarez Mendoza ha trabajado tanto para la cancillería mexicana, como para el Departamento de Estado estadounidense, por lo que entiende la interconexión entre ambos países.
Por Fernanda Hernández Orozco
Daniel Álvarez Mendoza es consciente que una sola decisión, tomada cuando aún era estudiante de la licenciatura en Ciencias Políticas del ITAM, cambió su vida por completo. Sabe muy bien que si no hubiera hecho su servicio social en la Secretaría de Relaciones Exteriores, quizás hoy no trabajaría el Departamento de Estado, la oficina que se encarga de la política exterior estadounidense.
“Creo que soy de las pocas personas a las que les ha tocado, literal, estar de los dos lados de la frontera. Me tocó representar a México en Estados Unidos y ahora estoy representando a Estados Unidos en México. Es una experiencia bien interesante conocer la perspectiva de ambos países”, dice Álvarez Mendoza en entrevista con Expansión.
EXPANSIÓN: ¿Por qué te interesaste en la relación entre México y Estados Unidos?
Daniel Álvarez Mendoza: Todo empezó cuando hice mi servicio social en la cancillería, la Secretaría de Relaciones Exteriores. Ahí fue donde pensé en temas bilaterales. Empecé a hacer mi servicio social con un asesor de la canciller, Gerardo Rodríguez Sánchez Lara. A partir de entonces me empecé a dar cuenta del papel de México en el mundo en temas de mercado, cultura y PIB.
La que era coordinadora de los asesores de la canciller en aquel entonces, la embajadora Reyna Torres, fue nombrada cónsul en Fresno (California), y tuve la oportunidad de trabajar con ella allá representando a México en el exterior, llevando asuntos políticos y económicos. Fue una casualidad que yo hiciera mi servicio social ahí y ahí se empezó a desencadenar.
EXP: Durante tu trabajo en Fresno, hiciste mucho trabajo con la comunidad mexicana, ¿cómo fue esa experiencia?
DEM: Todos tenemos en la cabeza los números, sabemos que México tiene una diáspora. Pero no es hasta que llegas y lo ves, cuando te das cuenta de la realidad en la que viven los mexicanos en el exterior. Es gente que tuvo que buscar mejores oportunidades en otro país, es un proceso difícil, con una vida dura.
En el consulado de Fresno buscábamos formas de ayudar a nuestra diáspora en California. Si tenían que repatriar algo. Si los deportaban, ¿qué procesos podíamos tener para que llegaran a México de una forma organizada y estructurada? Sistemas de becas, ayudarlos a un trámite. Algo tan sencillo como tener una identificación con su nombre y su foto los ayudaba a cobrar un cheque, por ejemplo.
EXP: En 2016 llegas al Departamento de Estado, cuando Barack Obama aún era presidente, ¿qué cambió en estos cuatro años?
DEM: La relación con México siempre ha sido importante. No importa si están los demócratas, los respublicanos o un independiente en el futuro. Sabemos cuáles son los temas que aquejan a ambos países: la seguridad tranfronteriza, la migración, los temas de agua, sociales y temas económicos. Cada administración tiene distintas prioridades para ver cómo lo resuelve. En el caso de la administración de Obama había más prioridad por darle cabida a la seguridad social para todos, con el Obamacare. En esta administración están enfocados en la cuestión económica, en la cuestión de seguridad y en la cuestión transfronteriza.
Si bien cada administración tiene una perspectiva distinta, las prioridades ahí están, simplemente cambia el orden. Entonces, ¿qué es lo que ha cambiado? Ha habido un enfoque a cooperar de forma económica, con la ratificación del tratado de libre comercio el USMCA (T-MEC), la nueva versión del NAFTA (TLCAN). Y claro, con la pandemia, es la cooperación binacional en temas de seguridad, no solo política, sino sanitaria, tenemos una frontera muy amplia. El interés existe. Esté quien esté en el poder, México siempre va a estar en la agenda.
EXP: ¿Por qué es importante para México su relación con Estados Unidos y viceversa?
DEM: Tenemos una cadena de suministro que se extiende a lo lardo de los dos países, los dos funcionamos como aliados en este proceso de fabricar bienes y servicios, exportarlos. Pero también negociamos mucho entre nosotros dos en cuanto a mercado. Nosotros consumimos muchos de sus productos y ellos muchos de los nuestros. Cada quien utiliza las ventajas comparativas que tiene para tratar de impulsar sus economías. Además de ser socios y clientes, somos aliados a nivel internacional para competir como bloque.
Además de eso somos un conjunto de naciones que tienen muchos temas sociales en conjunto. Creo que la fuerza que nos vincula más es justamente la cuestión social porque todos tenemos algún familiar en Estados Unidos, un amigo, un interés. Muchas empresas de aquí hacen negocios con las de allá. Entonces la relación de gente, uno a uno, es lo que le da cohesión, no solo a nivel institucional.
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