A sus 35 años, el abogado mexicano se convirtió en el director legal para Ford Motor Company y Ford Credit para la región. Antes de él, la posición siempre había sido ocupada por un estadounidense.
Por Ivet Rodríguez
Cuando era niño, Diego Valdovinos se sentaba con su abuelo a ver la repetición de la serie sesentera de Perry Mason, un drama policíaco y judicial basado en las novelas del abogado y escritor Erle Stanley Gardner. Ver al abogado en acción por las calles de Los Ángeles le inspiró.
Cuando llegó el momento de elegir carrera, no dudó en matricularse en Derecho en la Universidad Iberoamericana. Era 2004 y no pasó mucho antes de que consiguiera su primer empleo como becario en una notaría propiedad de un profesor y, luego, en la inmobiliaria BCBA Impulse (hoy Abilia), de Asunción Aramburuzabala.
“Mi papá siempre me animaba a entrar al mercado laboral. Me decía que cuanto más rápido empezara a sacar copias, más rápido terminaría de hacerlo”, cuenta.
El joven aspirante de abogacía se tomó aquel consejo muy en serio. Durante sus años universitarios se enfocó en enriquecer su CV con experiencia laboral y actividades extracurriculares. Hizo un año de intercambio en la universidad Complutense, en Madrid, España. A su regreso, en 2008, empezó a trabajar en el despacho Basham, Ringe y Correa, donde tuvo la oportunidad de litigar durante dos años en casos civiles, mercantiles y amparos.
En 2010, Valdovinos obtuvo una oferta de trabajo de Ford, uno de los clientes de Basham, Ringe y Correa, para trabajar como parte del equipo de abogados de la armadora en México. No dudó en aceptar el puesto. El derecho corporativo era una de las áreas que le faltaba explorar y Ford significaba entrar a las ligas mayores.
“Me enamoré de la idea, empresas grandes, problemas grandes. Para un abogado es un playground porque hay de todo”, dice Valdovinos.
El departamento legal de una armadora multinacional es un área transversal que impacta a muchas de las áreas del negocio, desde las negociaciones relacionadas con la apertura y el cierre de plantas de manufactura, la compra de inmuebles o la relación comercial con los distribuidores, hasta litigios laborales y el resguardo de la propiedad intelectual. Ford es una de las empresas que más patentes registra ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual: innovaciones desarrolladas por los 2,000 ingenieros mexicanos que trabajan en el centro de ingeniería que montó la armadora en el país.
“En México, el abogado inhouse de una empresa ve de todo. Mientras que en Estados Unidos tienden más hacia la especialización. Quienes ven litigio de producto, por ejemplo, pues solo ven eso y no se meten con contratos laborales o con propiedad intelectual”, explica.
Tras ocho meses dentro de la compañía, Valdovinos enfrentó uno de los mayores retos profesionales hasta entonces: quedó temporalmente al frente del área legal cuando el director se fue. Aunque el reto no era menor, puesto que la filial mexicana de Ford emplea a 9,000 personas, opera cuatro plantas de manufactura, un centro de ingeniería y vende sus modelos a una red de más de 100 concesionarios, Valdovinos no titubeó.
“Era mi oportunidad de aparecer en el mapa”, dice. “Hubo quién dijo ‘esta muy joven’ porque mucha gente piensa que el seniority está en las canas pero yo creo que viene de lo que sabes y de lo que has vivido”, añade.
Durante esta primera experiencia de dirección interina, el joven abogado ganó la confianza del corporativo de Ford. Durante poco menos de un año, reportó directamente a Bradley Gayton, general counsel de Ford Motor en ese momento. Su desempeño durante esos meses fue clave para que, años después, en 2014, su nombre resonara fuerte a la hora de buscar un director para el área de compliance para México y Sudamérica. A partir de entonces, los ascensos no dejaron de llegar.
En 2015, fue nombrado director del área jurídica de Ford para México, convirtiéndose en el director de área más joven dentro de la compañía, y un año después, también asumió la dirección legal para Puerto Rico y Centroamérica.
En los siguientes dos años, la compañía le adjudicó más responsabilidades hasta nombrarlo director del área legal para Ford y para la financiera de marca, Ford Credit, para todo Latinoamérica, convirtiéndose en el primer latino en ocupar esta posición.
“Diego ha abierto una brecha sumamente significativa en la compañía. Históricamente, el área que en la actualidad lidera estaba dirigida por un integrante del comité operativo desde Estados Unidos. Pero como resultado de su trabajo, desde los headquarters en Dearborn, lo eligieron como el primer latinoamericano, para desempeñar la Dirección del área Legal de Ford en Latinoamérica, trasladando así la posición a México, siendo la primera vez en la historia de la compañía que un colaborador fuera de los Estados Unidos recibe dicho cargo”, destaca Ford en un correo enviado a Expansión.
Valdovinos ahora dirige un equipo de unas 36 personas, distribuidas entre México (8), Brasil (15), Argentina (11) y la región de Colombia y Venezuela (2). En los últimos dos años, su área ha sido responsable de supervisar el cierre de operaciones en Venezuela, la venta de una planta de Brasil, de lidiar con la volatilidad cambiaria en Argentina y la cancelación del proyecto de una planta en San Luis Potosí.
También ha participado en la reestructura de la relación comercial con los distribuidores, en las negociaciones y la estrategia legal detrás del proyecto del nuevo corporativo y en el registro ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual de las patentes desarrolladas por los ingenieros mexicanos del centro de ingeniería. Este año, y junto con el área de Recursos Humanos, participó también en la reactivación de las plantas en México cumpliendo con los protocolos del IMSS.
“Diego es una persona muy proactiva y que se interesa mucho por aprender sobre el resto de las áreas”, dice Lucién Pinto, director de las áreas de ventas y mercadotecnia de Ford de México, y quién en los últimos meses ha trabajado codo a codo con Valdovinos para minimizar el impacto negativo del tipo de cambio en los precios de los vehículos.
Valdovinos, a sus 35 años, tiene nuevas metas trazadas en su cronograma profesional, ya sea incursionando en otras áreas de la compañía, como ventas o producto, o asumiendo más responsabilidades dentro de Legal. Aquel niño fanático de las series policiacas en blanco y negro, ahora sueña con convertirse en el General Counsel a nivel global de una empresa transnacional.
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