Este hotel hace un homenaje al desierto, característico del estado, ya que se mimetiza con él y le da un papel protagónico. Para lograr esta sensación, se decidió un diseño sencillo con flujos que prácticamente no diferencian entre el interior y el exterior. La obra coloca al huésped en un sitio en el que se rodea de lujos y relajación por el contacto con la naturaleza.
Escondido Oaxaca muestra las raíces y la cultura del lugar a través del diseño y el mobiliario. En su edificación, se evitó a toda cosa la industrialización del espacio y se utilizaron materiales de origen natural. El resultado es un hotel que busca relajar al huésped mientras vive la experiencia de conocer las tradiciones oaxaqueñas.
Una parcela abandonada fue convertida en espacio de descanso y lujo, respetando la naturaleza del entorno. La experiencia del huésped en el lugar se basa en la interacción directa con el exterior: durante su construcción se emplearon piedra volcánica de la zona y madera reciclada para impactar lo menor posible al medioambiente, y en los muros se recurrió a un concreto pigmentado en tono rojizo, que permite que el inmueble conviva con el contexto.
DISEÑO Y PROGRAMACIÓN WEB: Diana Lobera / INFORMACIÓN: Gonzálo García / COORDINADOR DE FOTOGRAFÍA: Betina García