Look de Dolce & Gabbana; collar y anillos de Cristeros.

El cantante colombiano platicó en exclusiva con
Life and Style sobre la fama, sus miedos, su centro y sus planes a futuro.

Texto: Fernanda López Díaz
Fotografía: Rodrigo Álvarez @rrodalva
Moda: Salvador Cosio
Asistente de moda: María Fernanda Greene
Locación: Sofitel Mexico City Reforma
Coordinación de producción: Pedro Aguilar Ricalde
Edición de foto: Gunther Sahagún
Dirección de Arte: Viridiana López
Programación: Diana Lobera

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En el imaginario que se ha creado en torno a la figura de celebridad en la cultura popular, Sebastián Yatra tiene todo para calificar como una de aquellas figuras míticas, casi irreales que adornan el star system. Con veintiséis años de edad y sólo dos álbumes de estudio, el cantante ya puede presumir al menos veinticinco nominaciones y catorce reconocimientos en premios importantes en el panorama musical internacional. Es la clase de persona tan ocupada que puede llegar tarde a una cita, con una vida tan irreal que en las sesiones de fotos es acompañado por un séquito de managers, publicistas, maquillistas y administradores de redes sociales. A simple vista, Sebastián Yatra es la figura inalcanzable que esperaríamos… hasta que comienza a hablar.

Suéter y pantalón, Saint Laurent por Anthony Vaccarello; anillo, Cristeros.

Suéter y pantalón, Saint Laurent por Anthony Vaccarello; anillo, Cristeros.

Basta una sesión de fotos y una videollamada por Zoom para derribar el mito y darse cuenta de que, en cierta forma, si tuviéramos que encasillarlo en clichés, Sebastián sería el chico de al lado: ve Netflix, tiene inseguridades, es accesible, tiene un talento sobresaliente –su nuevo sencillo, “Adiós”, resultado de una improvisación, lo demuestra– y es inmune a los privilegios de excentricidad que su fama y su aspecto podrían darle. Está en la cima del mundo y no se lo cree: “Hace mucho entré en la onda de no creerme nada”, comenta al respecto. “Las cosas son tan fugaces que en cualquier momento se desmoronan. Si dejas de trabajar y esforzarte, se cae en un segundo. Es una gran responsabilidad porque lo que yo hago ya no sólo es mi proyecto; tengo un equipo de trabajo. Somos un grupo de gente que está luchando por lo mismo”. La responsabilidad se extrapola hasta los fans, “es muy loco cuando tienes shows y ves que hay miles de personas que pagaron un boleto para escucharte y cantar tus canciones, oír tu discurso. Llegar al aeropuerto y ver a toda la gente esperándote. Ahí te das cuenta del lugar tan importante y especial que tienes en la vida de la gente”.

Look de Dolce & Gabbana; collar y anillos de Cristeros.

Sebastián, más bien, es la clase de persona que coloca su integridad y su energía ante todo, y eso es lo que lo hace tan accesible, sincero, e incluso, aleccionador: “Siempre escuchas historias de cosas muy soberbias, de gente que piensa que está un escalón arriba de los demás, y eso nunca va a pasar porque todos somos iguales. Cuando dejas que en tu cabeza no haya límites en tus pensamientos y luego verbalizas, te vas metiendo a una película en la que empiezas a sentir que todo eso es verdad. Yo siempre he cuidado mucho mis palabras. Hay un libro llamado Los cuatro acuerdos, y uno de ellos es ‘sé impecable con tus palabras’. Esto lo tengo muy en mente. En el último año tuve un momento que me hizo sufrir mucho porque acabó con mi energía vital. Yo siempre fui una persona que por más cansado que estuviera –ese año hice 121 shows, entre muchas otras cosas… una locura–, yo nunca dije ‘estoy cansado’ o ‘qué pereza hacer esto’. Nunca reclamaba. Y el último año y medio me encontré aceptando ese tipo de palabras y diciéndolas, y notaba que mi energía bajaba, empezaba a vibrar más bajito. Ya no tenía energía de hacer las cosas, no me sentía con la misma luz para sacarlas adelante y estaba afectando mi autoestima, mi autoconfianza”.

Camisa y pantalón, Saint Laurent por Anthony Vaccarello; brazaletes y anillos de Cristeros.

Camisa y pantalón, Saint Laurent por Anthony Vaccarello; brazaletes y anillos de Cristeros.

¿Cómo se repone de eso? La respuesta no está en un retiro espiritual en una isla remota ni en noches de fiesta mal canalizada. El momento de paz está en Dios. “Hablo mucho con Dios. Esa es mi forma de llamarlo y es mi centro, pero tampoco quiero imponerle a la gente lo que tenga que creer. Cada quien lo llama como quiera y cada religión es respetable. Lo importante es que te de paz y que lo que te guíe sea el respeto hacia los demás, el dar lo mejor de ti, el ser agradecido”. Aunque, claro, las actividades mundanas también ayudan: “No tengo mucho tiempo libre, aunque sí más que antes. A veces veo a mis amigos, estoy yendo mucho al gimnasio, me gusta ver documentales cada que puedo”. Al momento de esta conversación, el músico colombiano veía Mars, en Netflix, un documental sobre la posible colonización de Marte.

Look de Dolce & Gabbana.

Pero este chico de al lado, a diferencia de otros, es imparable. Próximamente lo veremos en un musical dirigido por Manolo Caro, con el que Yatra emprenderá un reto al que no se había enfrentado: la actuación: “Manolo y yo nos conocimos por Zoom, porque nos presentó Danna Paola. Queríamos hacer un video presencial para nuestra canción 'No bailes sola', y teníamos esperanzas de que yo pudiera viajar a México. A Manolo le gustó la idea del video, pero al final no pasó. Me quedó la espinita de algún día participar en un proyecto de Manolo porque me encanta lo que hace. Y fue curioso, porque traía eso en la mente y al poco tiempo me llamó y me dijo que estaba haciendo un musical, y me preguntó si quería ser parte de él. Me pareció algo emocionante. Es un reto grande para mí porque yo nunca he actuado realmente y es un elenco espectacular, con mucha experiencia, así que voy a a prender de ellos”.

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