Más allá de una política de inclusión o paridad de género, el liderazgo femenino es un tema de negocio que maximiza la rentabilidad de las empresas. Larissa Navarro, directora de Recursos Humanos de Mastercard México y Centroamérica, nos comparte cómo alcanza la firma ese equilibrio de talentos en la diversidad.
Ambientes que propician la libertad para ser uno mismo; estructuras que favorezcan la equidad en sueldos y beneficios; mujeres cada vez más presentes en puestos de liderazgo… Estos son conceptos que se dicen fácilmente, que son perseguidos como objetivos entre las empresas, pero que pocos pueden demostrar, con números, que ya existen en sus negocios.
Larissa Navarro, directora de Recursos Humanos de Mastercard México y Centroamérica, comenta que a través de diversos programas han ido moldeando una cultura inclusiva que crea un ambiente seguro y cómodo para que las mujeres —y los hombres, como sus aliados— puedan desarrollar su máximo potencial.
“En Mastercard México queremos ser la marca/aliado/empleador de las mujeres, para formar parte de su vida” —Larissa Navarro, directora de Recursos Humanos de Mastercard México y Centroamérica.
La agenda de género en Mastercard forma parte de su cultura abierta. Ahí las mujeres están inmersas en los negocios. Los beneficios de esta filosofía de integración corporativa se benefician en un ambiente rico en ideas gracias a su composición diversa. Impactan positivamente en las familias de sus integrantes, al igual que en el resto de la comunidad con la que interactúa, convirtiéndose así en una influencia inclusiva en el ámbito financiero y en la sociedad en general.
Pero ahí no se detienen los frutos de una cultura incluyente con énfasis en la equidad de género. Su alcance llega hasta un aspecto práctico y concreto: la rentabilidad del negocio. Navarro señala que en las empresas en las que hay una mayor participación femenina hay una generación de valor a largo plazo hasta 27% superior, en comparación con las firmas que no la incluyen.
Esto propicia que lo genuino sea un valor en el negocio y una recompensa personal, ya que la autenticidad se convierte en un fin último y en una vía de expresión.
“En un ambiente de trabajo genuino no tenemos por qué tratar de ser lo que no somos o crear una persona diferente, porque creemos que es lo correcto. Es aquí cuando una mujer puede ser genuina y atreverse a desarrollar su máximo potencial”, concluyó.
El McKinsey Global Institute revela que si las mujeres tuvieran las mismas condiciones que los hombres en el mercado laboral (participación, jornadas, cargos y salarios), el PIB global se incrementaría en 12,000 millones de dólares para 2025.
54% de las mujeres mexicanas tienen estudios de posgrados; sin embargo, menos de la mitad de las mexicanas en edad productiva participan en el mercado laboral, siendo esta la segunda tasa más baja de todos los países de la OCDE, muy inferior a la tasa de hombres mexicanos activos en el mercado laboral, que es del 82%.
Mastercard México lidera la tarea de remodelar la forma en que la sociedad está diseñada, codificada y construida, al aportar perspectivas nuevas con el fin de abrir nuevas posibilidades para las mujeres y el papel que juegan en el contexto laboral nacional.
Escucha más sobre mujeres y trabajo. Aquí, el episodio del podcast “¿Cómo sobrevivir en la jungla corporativa?” con Laura Cruz, CEO de Mastercard México.