El balompié mexicano busca un impulso en ingresos y proyección internacional a través de una alianza con la MLS. Estos son los planes de la Liga MX.

Por: José Ávila y Gonzalo Soto

Al interior de las instalaciones de la Federación Mexicana de Futbol (Femexfut) ocurren cambios acelerados. El centenar de personas que conforman la Liga MX planea cada año las nuevas temporadas de todas las divisiones del balompié profesional, pero en esta ocasión hay una presión adicional: fraguan el nuevo rumbo que marcará el futuro del deporte más popular del país.

Al frente de la estrategia está Mikel Arriola, presidente ejecutivo de la Liga MX. Asegura que los ajustes administrativos y deportivos que prepara el futbol nacional son “absolutamente necesarios”. Se defiende así de la polémica que han causado varias iniciativas: acercar a la liga mexicana con la Major League Soccer (MLS) de Estados Unidos, suspender el descenso y el ascenso de los equipos de la Primera División y fijar más controles financieros y de gestión para los clubes.

Arriola está acostumbrado a la controversia y sabe que su administración está bajo la lupa incluso desde antes de asumir esa responsabilidad. Abogado por la Universidad Anáhuac, con dos maestrías –una en Políticas Públicas por la London School of Economics y otra en Derecho por la Universidad de Chicago– y un largo paso por la administración pública que lo llevó a ser titular de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), no parecía el perfil para asumir el control de la Liga MX.

Además, su pasado político generó dudas entre varios directivos de clubes: en 2018 Arriola fue el candidato del PRI a la jefatura de gobierno de la Ciudad de México, en una elección que perdió ampliamente frente a Claudia Sheinbaum. Sin embargo, a finales de 2020, la grave crisis causada por la pandemia llevó a los clubes a buscar un cambio de timón, y por esos días, Arriola llegó a la presidencia de la Liga MX.

Mikel Arriola estima que la alianza con la competición estadounidense contribuirá a elevar a 15% el crecimiento de la liga mexicana.

FOTOGRAFÍA: Zony Maya

“La encomienda con él era más del lado administrativo que deportivo”, reconoce un directivo de un club de futbol de Primera División en la Ciudad de México, que solicitó el anonimato. “Había que fortalecer la competencia con los equipos de Estados Unidos y el tema deportivo, pero sobre todo, recuperar los ingresos que se habían perdido en la pandemia, esa era la encomienda”.

Con casi 100 millones de aficionados en el territorio nacional y otros 60 millones al norte de la frontera, el futbol es el rey en México. Según algunas estimaciones, la Liga MX alcanza un valor de casi 2,400 millones de dólares. Sin embargo, la pandemia evidenció que en algunos aspectos, el gigante tenía pies de barro.

En el primer año de confinamiento, el futbol, al igual que otras actividades no esenciales, paró por completo. Los 18 equipos de la Primera División perdieron más de 1,400 millones de dólares y cada club vio esfumarse un 35% de sus ingresos, según cifras de la liga.

Arriola y la Liga MX consideran que buena parte de la solución a éste y otros problemas que anteceden a la pandemia, como la inestabilidad en las finanzas de mucho equipos, –particularmente, los de divisiones menores– y el futuro competitivo del futbol nacional están al otro lado de la frontera: si en 2021 la Liga MX creció 10% frente a 2020, la MLS creció a un ritmo de 20% anual.

La relación con la MLS ha contribuido a mejorar la gobernanza del balompié mexicano, lo que, según Mikel Arriola, ha dado mayor atractivo a los clubes ante inversionistas.

FOTOGRAFÍA: Steve Roberts / Reuters

UN MATRIMONIO BILINGÜE Y MILLONARIO

Cuando nació la MLS, en 1996, no era extraño ver a los equipos de la Primera División del futbol en Estados Unidos jugar en pequeños estadios de futbol americano en las preparatorias, con porterías plegables y gradas semivacías. El soccer en ese país estaba concentrado en la rama femenil y a nivel universitario, el profesionalismo apenas empezaba y los 10 clubes fundadores tenían poca infraestructura para desarrollar talentos. La afición se inclinaba por el futbol americano, el basquetbol y el beisbol.

Todo cambió en 2007, cuando se modificaron las reglas de topes salariales para permitir tres jugadores por encima de los límites marcados por la liga. Ese año, David Beckham, la superestrella inglesa del Manchester United y el Real Madrid, llegó al Galaxy de Los Ángeles, y el interés por la MLS creció a toda velocidad.

De acuerdo con Sportico, un portal especializado en finanzas deportivas, el valor promedio de un equipo de la MLS en 2008 era de 37 millones de dólares. En 2021, esa cifra ascendió a 550 millones. El Los Ángeles Football Club tiene una valuación de 860 millones. Y, desde luego, ningún equipo de la MLS juega ya en preparatorias, sino en estadios de primer nivel con capacidad para decenas de miles de espectadores. Muchos de ellos, de origen mexicano.

El rápido crecimiento de la MLS llevó a Arriola y al resto de los directivos de la Liga MX a estrechar esa relación. En septiembre del año pasado, se anunció la Leagues Cup, un torneo anual que iniciará en 2023 con una duración de un mes, durante el verano, y en el que participarán todos los equipos de ambas ligas. En lo deportivo, muchos analistas critican que el torneo no tiene el nivel de otras competiciones regionales. Sin embargo, para Arriola, las ventajas son grandes, no solo en cuanto a la exposición mediática de los clubes.

La alianza con la MLS busca aprovechar la presencia de miles de aficionados mexicanos en Estados Unidos.

FOTOGRAFÍA: Steve Roberts / Reuters

“Los equipos mexicanos van a empezar a facturar en Estados Unidos, una economía que es 17 veces más grande que nosotros, una economía donde nuestros aficionados tienen un ingreso per cápita 700% mayor que nosotros”, explica. “En los estadios, consumen un ticket promedio siete veces más grande que aquí”.

Que los equipos mexicanos pasen un mes en Estados Unidos significará también que sus patrocinadores tendrán una mayor ventana de exposición en un mercado atractivo y de alto consumo. La Liga MX espera que con ello las renegociaciones de patrocinadores adquieran otro nivel y se coticen más alto para generar ingresos adicionales a los equipos.

Una crítica constante al ‘matrimonio’ de la Liga MX con la MLS es que parece estar más enfocada en lo económico que en lo deportivo. Ante ello, Arriola presenta dos argumentos: el primero es que los equipos estadounidenses han crecido deportivamente de la mano de jugadores estrella que, aunque ya pasaron su mejor momento, contribuyen al desarrollo del talento y al interés de las personas más jóvenes por este deporte. Zlatan Ibrahimovic, Wayne Rooney, David Villa y Andrea Pirlo, todos jugadores de élite en su momento, han desfilado por la MLS.

El otro argumento va ligado con el dinero. “En el futbol, la correlación entre ingresos de los equipos e inversión y títulos es cercana a uno”, comenta Arriola. “Lo puedes ver en cualquier equipo de cualquier liga del mundo: el equipo que más invierte es el que más gana”.

Tiene un punto. De acuerdo con el portal especializado Transfermarkt, de los 18 equipos que han invertido en los últimos 22 años más de 1,000 millones de euros en la compra de jugadores, 15 han ganado al menos una vez la liga de su país en ese periodo y 12 han levantado la Champions League de Europa, el torneo más prestigioso a nivel de clubes.

El número de espectadores en algunos partidos de la Liga Femenil es comparable con el de la Liga Expansión: 5,000 personas por partido.

FOTOGRAFÍA: Julio César Aguilar / AFP

“Lo que queremos es que nuestros equipos inviertan más, ganen más y generen más espectáculo”, dice Arriola. Su ecuación es: más dinero equivale a mejores jugadores y, por tanto, a un mejor espectáculo.

Así, el futuro del futbol mexicano suena más a spanglish que a un acento sudamericano, para el pesar de muchos de los aficionados más puristas. Y la cosa no acaba ahí, pues los planes a futuro incluyen a las selecciones y la Liga MX femenil, certamen que en 2021 registró 33% más espectadores, el mayor incremento de asistencia a los estadios.

Lo anterior, sin olvidar la profesionalización de la liga de Expansión. La Segunda División del futbol mexicano ha sido una fuente constante de controversias: impagos a jugadores y miembros del equipo, corrupción, falta de infraestructura, lavado de dinero y adeudos fiscales. A algunos equipos, incluso, se les llegó a relacionar con figuras del narcotráfico.

‘LIMPIEZA’ CONTROVERTIDA

El 24 de abril de 2020, la Asamblea Extraordinaria de la Femexfut decidió suspender el ascenso y el descenso dos años, de 2020 a 2022, para que a los equipos de la liga también conocida como de Ascenso, se les impusieran reglas claras de control económico.

“La Liga Expansión nació a partir de un diagnóstico para blindar a la Liga MX: cuidar la puerta de atrás”, afirma Mikel Arriola. “¿Qué tienen que hacer los equipos de Expansión? Reportar su presupuesto a la mitad de la campaña para ver cómo va el ejercicio del presupuesto y, al final de la temporada, cómo cerró ese presupuesto”.

LO QUE SE HIZO FUE GENERAR UN SUBSIDIO CON LAS MULTAS QUE PAGAN LOS EQUIPOS QUE NO DESCIENDEN, Y YA HAY 240 MILLONES DE PESOS ANUALES PARA LOS EQUIPOS DE EXPANSIÓN


Tras dos años de operación, información de la Liga MX afirma que los equipos de Expansión han recibido al menos 240 millones de pesos en subsidios para fomentar el desarrollo de su infraestructura. Esto ha permitido lograr un equilibrio financiero en esa liga. Los ingresos de los equipos de Segunda División rondan ya los 23.6 millones de pesos, mientras que los egresos ascienden a 24 millones, una brecha mucho más manejable a ojos de la dirección general de control económico de la liga.

A finales del año pasado se anunció un Comité de Certificacion de la Liga Expansión que vigilará qué equipos cumplen con los criterios para el ascenso. Entre ellos destacan la presentación de estados financieros auditados, un reporte positivo de un auditor independiente (la firma EY actualmente audita equipos que pasan de Tercera a Segunda), cumplir con los controles económicos, justificar correctamente la aplicación de los recursos del subsidio que reciben, contar con instalaciones adecuadas para partidos de primera… Y claro, también ser campeón de Segunda.

En el club no tenemos ningún problema para demostrar el origen de todos nuestros recursos, porque tenemos un grupo detrás, galardonado por el Tecnológico de Monterrey y Deloitte. También tenemos una comunidad de patrocinadores que está muy comprometida con nosotros


Juan Pablo Rojo,
presidente de los Cimarrones de Sonora de la Liga Expansión.

Otros clubes critican las medidas. “El proceso de certificación es una completa interrogante para nosotros”, afirma un directivo de un equipo de la Liga Expansión que pidió el anonimato. “Son criterios para cerrar la Primera a un grupito exclusivo de clubes. (…) La parte deportiva pasó a quinto plano, puedes ser mejor equipo en Segunda que alguno de Primera, pero te quedas donde estás”.

Accede de forma gratuita al resto de la historia en nuestra revista digital.


Créditos:

DISEÑO Y PROGRAMACIÓN WEB: Salvador Buendía / COORDINADORA DE FOTOGRAFÍA: Betina García