Por: Ginger Jabbour
De pequeña, Andrea Viejo quería ser escritora o cineasta. Nunca imaginó que sería sobre ella de quien escribirían.
Originaria de San Pedro Garza, Nuevo León, partió a estudiar Sociología a Nueva York. “Yo creo que a veces las ciencias sociales están despreciadas, pero al contrario, me parece que te dan un muy buen fundamento de cómo es la vida en general”, dice. Se especializó en Economía y saltó a JP Morgan, donde trabajó durante cinco años y conoció los fundamentos para entender a fondo el mundo empresarial y donde se trazó una ruta que la llevó hasta el e-commerce de nicho con Laika, un marketplace de productos y servicios para mascotas.
Por: Ginger Jabbour
De pequeña, Andrea Viejo quería ser escritora o cineasta. Nunca imaginó que sería sobre ella de quien escribirían.
Originaria de San Pedro Garza, Nuevo León, partió a estudiar Sociología a Nueva York. “Yo creo que a veces las ciencias sociales están despreciadas, pero al contrario, me parece que te dan un muy buen fundamento de cómo es la vida en general”, dice. Se especializó en Economía y saltó a JP Morgan, donde trabajó durante cinco años y conoció los fundamentos para entender a fondo el mundo empresarial y donde se trazó una ruta que la llevó hasta el e-commerce de nicho con Laika, un marketplace de productos y servicios para mascotas.
A los 27 años, cambió la visa estadounidense, un sueldo competitivo y una vida glamorosa en Nueva York por unas botas de hule, un casco y una alarma a las cuatro de la mañana para estar a las cinco en la Central de Abastos. Su primera apuesta fue en Frubana como Head de Expansión y Head de Marketplace. “Fue un parteaguas porque yo venía de una institución muy buena, pero donde te dicen cómo tienen que ser las cosas. Uno no puede colorear fuera de la raya”, explica. “Lo que yo hacía, junto con lo que hacía mi colega y lo que hacía la persona después era 100% igual. No había margen de error, inclusive no había un apetito para fracasar. Yo creo que eso fue lo más fascinante, que alguien te diga: ‘hazlo y si las cosas no salen, no pasa nada, aprendemos de esos errores’”.
Disfrutaba su estancia en Frubana, donde crecía junto a la empresa, hasta que el año pasado Laika tocó a sus puertas para ofrecerle una nueva posición: Country Manager de la marca en México. “Yo sentía que todavía no había cumplido mi ciclo en Frubana como para ser Country Manager, pero me gustó mucho el equipo de Laika porque eran dos mujeres y dos hombres fundadores”.
Ahora Viejo lidera una empresa que levantó en enero 48 millones de dólares en una ronda de inversión serie B liderada por SoftBank y que para 2022 proyecta ingresos por 500 millones de dólares.