Por: Víctor Lomelí
Jan Heinvirta es suizo, pero su español suena tan ‘chilango’ que por momentos es posible olvidar sus raíces. Detrás de esa habilidad están su madre, mitad española, y su abuela, con quién pasó los primeros años de su infancia en España. Llegó a México en el verano de 2017 para estudiar un año y ya no regresó a su país. La razón no tiene desperdicio.
Por: Víctor Lomelí
Jan Heinvirta es suizo, pero su español suena tan ‘chilango’ que por momentos es posible olvidar sus raíces. Detrás de esa habilidad están su madre, mitad española, y su abuela, con quién pasó los primeros años de su infancia en España. Llegó a México en el verano de 2017 para estudiar un año y ya no regresó a su país. La razón no tiene desperdicio.
A finales de 2020 fundó Perfekto, un marketplace de frutas y verduras que, por detalles en su aspecto físico, tamaño o defecto (una zanahoria con ‘dos patas’ o un plátano suelto, por ejemplo), no llegan a supermercados; una misión nada menor si se considera que algunos productores no logran vender hasta un tercio de su cosecha por algunas de estas razones.
“En Latinoamérica, 54% de todas las frutas y verduras se desperdician por varias razones, las principales: ineficiencia en la cadena de suministro y razones de estética de los productos”, comparte el emprendedor.
Arribó a México para hacer un intercambio de estudios en la Universidad Iberoamericana impulsado por uno de sus amigos mexicanos de la universidad. “Cuando llegué, hace casi cinco años, aprendí muy rápido a ‘hablar chilango’”, dice en una videoentrevista en la que admite que, en ese momento, no había una razón de negocio para venir al país.
Mientras estudiaba en la School of Management and Law (SML) en Zurich, trabajó como freelance en la consultoría de empresas y como storyteller de viajes, y también como mesero en algunos restaurantes, entre ellos Aura, uno de los más conocidos del centro de la ciudad, ubicado en el antiguo edificio de la Bolsa de Valores. Ahí dimensionó el tamaño del problema que daría vida a Perfekto.
“Había eventos en los que tirábamos a la basura hasta una tonelada de la mejor comida que puedas imaginar, lujosa. Eso me dolió porque no podíamos llevarlo a casa o donarlo, aunque los compañeros siempre buscamos cómo rescatarlo para donarlo. Ahí fue cuando dije ‘quiero hacer algo contra eso’”, refiere.
Aún en Suiza, un antiguo conocido de la universidad lo contactó para ofrecerle llevar la estrategia de marketing digital de su empresa, una agencia de stand-up comedy; pero también de Sonect, la fintech que trabaja para hacer de cualquier negocio una especie de cajero automático en donde las personas puedan disponer de efectivo. Heinvirta aceptó ambas responsabilidades, que desempeñó vía remota desde México e impulsó el modelo de negocios en el país.
La misión era tal que decidió no regresar a Suiza a terminar sus estudios; pero en 2019 tras la salida de su amigo de Sonect, Heinvirta hizo lo propio con miras a emprender su propio negocio, cuya esencia debía reflejar su añejo interés por terminar con el desperdicio de comida, inicialmente en restaurantes.
En el camino conoció a Anahí Sosa, actual cofundadora de Perfekto a quien ‘reclutó’ a partir de una búsqueda en LinkedIn, tras percatarse de que en su red de contactos no había un potencial socio. “Contacté a unas cien personas y con Anahí hubo ‘clic’ desde el primer café. Además, ella conocía algo del problema, porque su padre es productor de cítricos y veía cómo le rechazaban sus productos por el aspecto físico y el tamaño”, cuenta.
Gracias a esa experiencia, la idea evolucionó para irse más atrás en la cadena de los platillos: la producción de alimentos, pues en México, explica, a diferencia de otros países, la mayor parte de la comida se desperdicia alrededor de la cadena de suministro y no a nivel del consumidor.
La plataforma, que surgió en enero de 2021, ya tiene poco más de 1,000 clientes activos y ha evitado que más de 46,000 kilogramos de alimentos con algún defecto físico o de apariencia se desperdicien. El potencial de la propuesta es amplio si se considera que en México cada año se desperdician 20.4 millones de toneladas de alimentos, según estimaciones del Banco Mundial.
De ahí que el siguiente movimiento está en llevar Perfekto a otra de las ciudades del país, que se definirá a partir de un análisis que considere el volumen de los alimentos con potencial de desperdicio y las condiciones del mercado, incluyendo la disponibilidad de productores y de capacidad logística.
Pero, a decir del emprendedor, el ideal del negocio es lograr cambiar los estándares de calidad de la industria, aunque eso los llevará a evolucionar. “El mayor éxito para nosotros sería ver que estamos transformando la industria y que los supermercados empiezan a vender los productos imperfectos… Si logramos eso, habrá otros problemas que resolver en los que podemos poner la marca, y no necesariamente en frutas y verduras, como por ejemplo los productos empacados y restaurantes”, concluye.
Pero ¿En qué consiste la propuesta?
Perfekto es una plataforma que comercializa frutas y verduras que tienen algún desperfecto y que alcanzan costos inferiores respecto a otro pedido de súper a domicilio.
Los lineamientos de Perfekto para adquirir frutas y verduras.
El origen de los productos
Central de Abastos de la CDMX
Directo de productores.
En 2022 inició campañas publicitarias en Instagram y Facebook lo que impactó en el crecimiento en el número de clientes.
Este año prevén llegar a otra ciudad en la que haya una demanda potencial y en otros países de Latinoamérica en los próximos cinco años.