Leo: saco, pantalón y playera, Gucci; tenis, Vans. Polo: saco, Topman vintage; camisa y corbata; Massimo Dutti; shorts, Gucci; zapatos, Adriana Soto; anillos; Cristeros y Karizia; lentes, Polaroid; maleta, Gucci.
Leo: saco, pantalón y playera, Gucci; tenis, Vans. Polo: saco, Topman vintage; camisa y corbata; Massimo Dutti; shorts, Gucci; zapatos, Adriana Soto; anillos; Cristeros y Karizia; lentes, Polaroid; maleta, Gucci.
Fotos: Ricardo Ramos
Entrevista: Alejandra Montiel
Moda: Fernando Fernández
Si bien ya se conocían antes del rodaje de ¿Quién mató a Sara?, este par de actores fortaleció su vínculo al participar en el que se convirtió en uno de los proyectos más exitosos de Netflix Latinoamérica. Ante el estreno de la tercera y última temporada, Life and Style los reunió para una sesión de fotos inédita en el estadio Alfredo Harp Helú.
Dicen los actores Polo Morín y Leo Deluglio, ambos de 31 años y amigos cercanos, que del rodaje de ¿Quién mató Sara?, el que fuera el primer proyecto del trasatlántico Netflix en Latinoamérica, se llevaron un eterno agradecimiento y una importante fuente de aprendizaje, además de un equilibrio entre disciplina y amistad que les permitió desarrollar sus papeles en el set. Al fin y al cabo, su relación no nació a raíz de una serie que les permitió unirse más. “Quizás antes no habíamos fraternizado tanto, pero ya nos conocíamos. De repente empezamos a ir a castings para los mismos personajes y junto a Andrés Baida y Martín Saracho logramos formar un bonito grupo. El primer día, ya estábamos muertos de risa”, cuenta Polo. “Cuando estamos en el set, somos muy profesionales. Yo respeto mucho el trabajo de Leo y él también respeta el mío. Entre actores las amistades también pueden llegar a romperse, pero en nuestro caso el ambiente ha sido siempre de respeto total”, añade. Y fue justamente ese respeto el elemento imprescindible para que él y Leo reforzaran su complicidad durante el rodaje. “Nos vimos obligados a generar este vínculo casi de hermanos que requerían los personajes, algo que nos sirvió mucho. Formamos una mancuerna que funcionó a la perfección”, detalla Leo con una sonrisa. “Cuando te topas con un actor al que admiras y con quien puedes compartir muchas cosas fuera del set, sucede algo que no es muy común: una amistad dentro del medio profesional, y eso lo valoro mucho”.
Leo: sudadera y tenis, Gucci; pants, H&M; lentes, Hugo Boss. Polo: sudadera, Gucci; pants, sudadera y tenis, H&M; lentes, Marc Jacobs.
En ¿Quién mató a Sara?, Polo y Leo comparten créditos con los actores Manolo Cardona, Ximena Lamadrid y Eugenio Siller, entre otros nombres de importancia de la industria regional, para contar la historia de Alex, (interpretado en su juventud por Leo Deluglio), quien tras pasar 18 años en la cárcel busca vengarse de la familia Lazcano por haberlo incriminado en la muerte de su hermana Sara. Chema Lazcano, personaje interpretado de joven por Polo Morín, es el hermano del novio de Sara, y ambos apoyan a Alex en sus esfuerzos por descubrir la verdad del caso. “Como actor siempre estás tratando de crecer y aprender. Disfrutar más del trabajo, tener tiempo para ser más minucioso y que el director, los maquilladores o el director de fotografía se tomen el tiempo necesario para plantear una escena es algo invaluable. Esa igualdad de importancia en nuestro trabajo me encantó, y que haya sido un éxito mundial se agradece”, menciona un emocionado Polo.
En la historia principal de la serie, Chema Lazcano sufre rechazo por su orientación sexual, algo que atrajo a Polo a la hora de dar vida a su personaje, reflejando de paso la discriminación y el maltrato. “Se aborda el tema de la discriminación, pues es algo que aún sufre mucha gente en la actualidad, pero también se toca la parte linda. Nos ha hecho falta normalizar una reacción linda”, señala Polo. De hecho, en una de las escenas de la primera temporada Chema le dice a Alex que está enamorado de él y este último le responde que su amistad es tan cercana que no puede ser correspondida a través del amor. Leo coincide en estos planteamientos y además añade un nuevo valor a la educación: el éxito internacional de la serie, traducida a ocho idiomas y cuyas dos primeras temporadas se situaron en el top 10 de 87 países de todo el mundo. “Dar vida a Alex Guzmán fue muy gratificante”, asegura.
“El hecho de tocar los temas con honestidad y tacto, sintiendo que formábamos parte de algo más grande, era algo que podía revolucionar una plataforma como Netflix con una serie como ¿Quién mató a Sara?. Cuando te entregas a algo con este nivel de compromiso, es imposible no llevarse amigos y mejorar la experiencia. Todo ha sido muy gratificante”, expone Deluglio antes de dar hablar del estreno de la tercera temporada, previsto para el 18 de mayo, y que contará con un giro inesperado que llevará a la respuesta de todas las preguntas que surgieron en ciclos anteriores. Desde luego, la incógnita de quién mató a Sara quedará resuelta, así como el contexto que llevó a esa situación. “En la primera temporada presentamos un rompecabezas desarmado que la gente podía empezar a construir desde sus casas. En la segunda, volvimos a desarmarlo, y en esta tercera entrega se resuelve todo. Por fin sabremos qué ocurrió realmente”, agrega el actor.
Originario de Celaya, Guanajuato, Polo Morín lleva la interpretación en las venas desde que empezó a montar durante su infancia pequeñas obras de teatro y pastorelas navideñas. “En mis reuniones con amigos y familiares siempre organizaba obras de teatro. Yo las escribía, asignaba los personajes y dirigía a los actores antes de presentarlas”, cuenta entre risas. “Siempre supe que actuar era lo que quería hacer. Empecé a formarme a los 18 años, cuando me vine a vivir a la Ciudad de México, que es como el Hollywood latino. En Celaya no había mucho qué hacer y vine a tocar puertas y picar piedra y en esas estamos”, explica. En cuanto a su vida personal, Morín nos descubre que disfruta manteniendo una vida sana y activa, aunque la pandemia provocó una pausa en el que considera su principal hobbie. “Me gusta mucho hacer ejercicio, natación, boxeo, ir al gimnasio y correr, pero también ir al teatro y al cine. Mi pasatiempo principal es viajar, y aunque el Covid me obligó a frenar, ya se empieza a reactivar todo. Antes todo lo que ganaba me lo gastaba en eso”, confiesa Polo.
Leo Deluglio, por su parte, llegó a México procedente de Argentina, el país que lo vio nacer y donde inició su carrera interpretativa. “Hubo un momento en el que sentí el llamado de volar hacia otros lugares, sobre todo a México, considerado como el Hollywood de América Latina. Es el lugar donde más se produce, donde se hacen mejor las cosas. Este país me ha abierto las puertas desde el primer día”, cuenta mientras se prepara para hablar de una pasión muy argentina: el fútbol. “Soy fanático; me encanta. Pero también toco la guitarra, canto y estoy a punto de sacar una canción escrita por mí. Se puede decir que la música y el deporte son las dos cosas que más me atraen fuera del set”.
Esta es la historia de dos amigos, compañeros y actores agradecidos de haberse conocido; excelentes compañeros de trabajo con capacidad para valorar ese vínculo que han ido forjando con el paso del tiempo en un medio donde ese objetivo nunca fue una tarea fácil. Sin embargo, ambos tienen claro que están en el camino correcto: la actuación es su verdadera vocación y ser disciplinados y disfrutar de su trabajo los ha conducido a ser partícipes de proyectos fructíferos. Puro orgullo.