Foto: Makareno
En los primeros años después de salir del clóset, Isabel Martínez-Carrera era parte de una empresa familiar “un tanto tradicional”, señala. “Más que sentirme en desventaja, busqué promover la normalización del tema, creando un espacio de contención y seguridad con mis pares y grupos de interés”, explica.
Hoy, y desde hace casi un año, es la responsable de desarrollar e implementar las estrategias para alcanzar los objetivos de negocio de WeWork a través del desarrollo de las personas que colaboran en la empresa. La compañía cerró 2021 con un eNPS (employee net promoter score) de 61 puntos, que refleja que el empleado promedio tiene altos niveles de satisfacción y recomendaría a WeWork como un buen empleador. La puntuación fue la más alta en la región de América Latina. Además, se lanzó el primer esquema híbrido de trabajo que contempla dos días de trabajo presencial, dos movibles para que los empleados elijan el WeWork más cercano a su domicilio y un día de home office.