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Si no existen los espacios para la difusión de la diversidad y la inclusión, hay que crearlos. Es una solución práctica a uno de los retos que Jorge Guerrero ha enfrentado a lo largo de su carrera profesional. No es el único. “Estuve en una empresa automotriz en donde no podía decir que era gay, pues de hacerlo, no eras incluido en el grupo de hombres líderes”, recuerda quien actualmente se ostenta como el primer director de PageGroup en la región noroeste del país que pertenece a la comunidad LGBT+ y lo reconoce abiertamente.
El distintivo poco ha servido para evadir la dificultad que implica trabajar con empresas que tienen creencias arraigadas de “rechazo a mi comunidad”, al grado de que “varios clientes han preferido no trabajar conmigo o hablar con otro interlocutor”. Es algo con lo que Guerrero ha podido lidiar y, al mismo tiempo, lo motiva a trabajar para convertirse en un agente de cambio y contribuir a romper “ese sesgo con los líderes y dueños de estas compañías”.