MONTERREY:

la amenaza de vivir sin agua



Los habitantes de la zona metropolitana de Monterrey han pasado seis meses viviendo los estragos por el agotamiento de sus principales fuentes de abastecimiento de agua; hubo alertas con meses previos de sequía prolongada y pocas lluvias, pero no se actuó a tiempo y la capital industrial vivió escenas dramáticas de calor y sed.Las primeras lluvias de septiembre dan esperanza, pero nada está dicho para la siguiente época de estiaje.



Por: Ariadna Ortega y Mara Echeverría
Fotos: Rafael Montiel

El calor ronda los 40 grados sobre la presa La Boca, una de las tres fuentes de abastecimiento de agua de la Zona Metropolitana de Monterrey (ZMM). El sudor escurre por la frente de un hombre que aprovecha el fondo seco de la presa, en donde lanchas y botes están varados, para ofrecer paseos a caballo a los curiosos que acuden a atestiguar la estampa que tiene sumida a esta región en una crisis hídrica.

“¡No había visto esto. Es demasiado!”, dice Noemí Bautista, una ama de casa de 42 años, quien junto a sus nietos acudió a ver cómo a principios de agosto, el agua se había esfumado dejando sobre tierra un barco que antes daba paseos por la presa, ubicada a 42 kilómetros al sur del centro de Monterrey.

Desde hace seis meses, los cinco millones de personas que habitan los 13 municipios que conforman esta urbe, viven esperando a que el agua se asome regularmente por las llaves de sus casas y puedan dejar de acarrear cubetas de las pipas que recorren las colonias para paliar la sed colectiva.

Con las primeras lluvias de septiembre, el nivel comenzó a subir, aunque no así la certeza de que se ha sorteado la crisis, pues tan solo un año antes, La Boca tenía alrededor del 60% de su capacidad y en cuestión de meses desapareció. Su llenado en ese entonces no logró evitar lo que venía, como tampoco se puede saber si volverá a pasar ante el impacto del cambio climático.

La falta de lluvia y la larga sequía, en medio del calor del verano, desataron la emergencia. No solo la presa La Boca perdió agua, también lo hicieron las otras dos fuentes del líquido: a inicios de agosto Cerro Prieto se quedó con el 0.97% de su capacidad y El Cuchillo con 39.33%. El clímax fue en los últimos días de mayo y los primeros de junio, las imágenes de las filas de personas esperando pipas en sus colonias se volvieron constantes. Los reportes por falta de agua a la Secretaría de Servicios Públicos de Monterrey se recibían a una velocidad de 100 al día.

En menos de un año, la presa La Boca se secó. De tener un almacenamiento de 68% en agosto de 2021 pasó a 9% al mismo mes de este año.
FOTO: Rafael Montiel

En febrero, el gobierno estatal declaró emergencia en la entidad por la sequía y un mes después cuando detectó que sería insostenible suministrar agua constante a toda la gente, arrancó con programas de reducción. Primero impusieron tandeos y horarios escalonados de entrega, pero fue contraproducente. La gente consumió más líquido.

Noemí cuenta que llegaron a pasar hasta cinco días sin que cayera agua en su casa, donde optaron por usar vasos y platos desechables. Con su mamá la situación fue más grave. “Una semana sin agua, ni para el baño”, recuerda.

Hoy, dice, ya todo se “normalizó” pues les cortan el líquido dos días y al tercero se las mandan unas horas para que puedan juntar en tinacos, tambos y cubetas. “Se vino lo de la pandemia y ahora la escasez”, sostiene incrédula mientras mira el horizonte seco de la presa.

El origen de la emergencia

Monterrey se encuentra en la cuenca del Río Bravo, donde 70% del abastecimiento de agua proviene de fuentes superficiales y 30% de subterráneas. Antes de la crisis, la mayor cantidad se obtenía de Cerro Prieto: 5.33 metros cúbicos de agua por segundo provenían de la presa ubicada en el municipio de Linares, a más de dos horas de Monterrey. Hoy ya no hay agua, el lugar es un espacio de tierra cuarteada. En ese terreno desértico yacen conchas que alguna vez estuvieron al fondo de los millones de metros cúbicos que las cubrían.

Cerro Prieto era la principal fuente de abastecimiento de la Zona Metropolitana de Monterrey. Con menos del 1% de su capacidad, luce prácticamente seca.
FOTO: Rafael Montiel

La crisis estaba anunciada. Desde diciembre hubo advertencias en publicaciones especializadas de que los niveles de las presas estaban bajando y no llovía como se esperaba, reconoce José Santos Valdés, titular de la Secretaría de Servicios Públicos de Monterrey, quien señala que no habían monitoreado con antelación lo que estaba sucediendo.

No dimensionamos el problema que se venía. No nos concientizamos hasta que nos faltó (agua) dos o tres días, entonces nos hizo click


José Santos Valdés

secretario de Servicios Públicos de Monterrey

Con modelos predictivos, Christian Domínguez Sarmiento, investigadora del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM, lo alertó. “A finales de noviembre, principios de diciembre, veía que se pronosticaba deficiencia de precipitaciones, es decir que iba a llover menos de lo habitual, en la parte norte de México, la sequía empieza por ahí”, señala.

Al 31 de julio, el Monitor de Sequía en México daba cuenta de la presencia de este fenómeno en 41.06% del territorio nacional, siendo la región norte la más afectada.

Pero no todo fue una cuestión natural. Para Juan Ignacio Barragán Villarreal, director de Agua y Drenaje de Monterrey, el organismo descentralizado encargado de la distribución en los municipios metropolitanos, la crisis es producto de por lo menos tres factores. El primero es que la zona metropolitana tiene ciclos secos más o menos cada siete o nueve años, y que duran entre 12 y 18 meses, pero ahora se extendió por tres años. “No solamente es sequía larga sino profunda”, afirma.

El segundo factor deriva de la falta de planeación. “Cuando ves una crisis de este tipo, tomas medidas a tiempo y la verdad es que la administración que nos antecedió (la de Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”) no tomó las medidas, estaban explotando las presas a toda su capacidad”, señala.

De acuerdo con datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), en agosto de 2021, —dos meses antes del cambio de gobierno— Cerro Prieto estaba al 16.19% de su capacidad, La Boca a 67.89% y El Cuchillo a 56.07%. Hasta principios de agosto, esas presas tenían el 0.97%, 8.86% y 39.33%, respectivamente.

Sed regia

Esta es la situación actual de las presas que dan agua a 13 municipios de la Zona Metropolitana de Monterrey

Fuente: Conagua

El tercer factor es que la capital del estado tiene 35 años de recibir agua las 24 horas del día, los siete días de la semana, lo que ha provocado incluso un despilfarro.

Nuevo León arrastra un período de sequía desde hace tres años, como efecto del cambio climático. FOTO: Rafael Montiel

El funcionario detalla que hay desigualdad en las localidades, pues en San Pedro Garza García, el promedio de consumo es de 300 litros por habitante al día, mientras en el resto de la ZMM ronda los 175 litros por persona. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), una persona requiere de 100 litros de agua al día (5 o 6 cubetas grandes) para cubrir sus necesidades.

Las calles de este municipio considerado el más rico de México — de acuerdo con Coneval, solo 5.5% de la población está en condición de pobreza—, lucen distintas a las de las colonias que han resultado más afectadas por la falta de agua. Lo mismo funcionan centros de lavado de autos, que albercas llenas y jardines verdes. Esta situación ha provocado varios reclamos de otros habitantes e incluso de las autoridades.

“¿Cómo es posible que haya personas que se bañan dos veces al día o cantan Julión Álvarez en la regadera”, reprochó a principios de agosto, el gobernador Samuel García, quien recurrió incluso al bombardeo de nubes con yoduro de plata, para incentivar las precipitaciones. El resultado: solo unas ligeras lluvias que no fueron suficientes.

El gobierno de Monterrey ha realizado operativos para detectar tomas de agua clandestinas, lo que ha derivado en más de 30 denuncias penales. A principios de agosto, Barragán Villarreal mostró que el 50% del consumo de agua del fraccionamiento residencial “Terranova” en la alcaldía de Juárez, extraía el agua sin pagarla, misma que servía para llenar las albercas de las propiedades.

En contraste, en la capital de Nuevo León los ciudadanos han buscado alternativas para adaptarse a su actual realidad. En las zonas de más difícil acceso al agua, la gente se organiza para abastecerse y hay quienes incluso, vieron en la tragedia una forma de beneficiarse. “Cobro un tostón por llevar agua”, dice una señora que adaptó un carrito para repartir el líquido a adultos mayores que no pueden trasladarse o cargar.

La resiliencia ha sido también un sello de la crisis y los ciudadanos han encontrado la forma de adaptarse. FOTOS: Rafael Montiel

Guillermo Dillón, presidente de la Cámara de la Industria de la Transformación (Caintra) de Nuevo León, coincide que la sequía se ha prolongado más de lo previsto. Él lo atribuye al crecimiento de la población y la falta de inversión en infraestructura hídrica en el estado. Por ahora, la mira está puesta en las soluciones a largo plazo.

Así ha crecido la Zona Metropolitana de Monterrey en tres décadas

Fuente: Conagua, 2022; Programa Hídrico Regional RHA-VI

En busca de culpables

En medio de la emergencia por la escasez de agua, muchos ciudadanos buscaron explicaciones y culpables. La administración de Samuel García lo encontró en el gobierno anterior. “No ha llovido en cuatro años y ‘El Bronco’ (el exgobernador Jaime Rodríguez Calderón) se acabó las presas”, afirmó el gobernador neoleonés. La crisis también la explicó en el abuso y con ello, se salieron a la caza ranchos con pozos ilegales, otros con permiso pero con mayores extracciones de agua y en la búsqueda, encontraron perforaciones a ductos, desvíos de cauces de arroyos y hasta represas de uso exclusivo.

En la calle, el agua embotellada escaseaba en los anaqueles de las tiendas y la gente correteaba las pipas, pronto voltearon a ver a las empresas cerveceras y refresqueras asentadas en la entidad como otras de las culpables de la falta del líquido. La gente acusó a Arca Continental, la segunda embotelladora de Coca-Cola más grande de América Latina y a Heineken de no frenar su producción a pesar de la escasez de agua.

“Yo nunca he oído que las cerveceras bajen su producción por falta de agua. Mi pregunta es ¿dónde están sus pozos?, ¿de dónde sacan su agua?”, reclama Enrique Guevara, mientras pasea con su familia en la presa La Boca, que a principio de agosto lucía seca, con algunos charcos de agua en donde los patos se mantenían en parvada. El trabajador de la secretaría de Salud local está seguro que estas empresas tienen una fuerte responsabilidad y por eso pide que aporten el líquido que tienen concesionado.

Desde la Ciudad de México también llegó la presión: el presidente Andrés Manuel López Obrador, ordenó la revisión de las concesiones a las empresas y advirtió que no permitirá aumentos en la producción de cerveza en la entidad. “No es decir: ‘ya no vamos a producir cerveza’, es que no se va a producir cerveza en el norte. Ya, veda. ¿Quieren seguir produciendo cerveza aumentando la producción? Todo el apoyo para el sur sureste. Ahí está el Grijalva, el Usumacinta, el Papaloapan”, expresó en su conferencia mañanera el 8 agosto.

Estas son los concesionarios de agua que mayor consumo tienen en Nuevo Léon

Volumen de extracción de aguas nacionales (m3/año)

Fuente: Datos de Regsitro Público de Derechos de Agua (Redpa) de CONAGUA.
*Última fecha de consulta 6 de agosto de 2022.

Ante las críticas, organizaciones de la sociedad civil clausuraron de forma simbólica las instalaciones de empresas de alto uso del líquido. Así lo hizo la Alianza de Usuarios de Servicios Públicos Financieros, por considerar que no han hecho nada para atender la situación.

Jaime Noyola, integrante de la Alianza, reclama que mientras ellos no habían parado su producción, los ciudadanos sufrían la escasez de agua y hasta pagaban más por ella, pues siguieron comprando productos de estas empresas.

“Ellos no han dejado de vender en los Oxxos, en los supermercados las aguas, están vendiendo su marca. No hay lógica, ya el exhorto que hizo el presidente no lo han hecho”, reclamó Jaime antes de “clausurar” junto con otra decena de ciudadanos, la sede de Arca Continental en la capital de Nuevo León.

Ellos siguen produciendo, estamos batallando por agua y ellos no se han puesto en los zapatos de los ciudadanos


Jaime Noyola

alianza de Usuarios de Servicios Públicos Financieros.

Intervención federal

Ante la crisis, el gobierno federal anunció diversas medidas. Publicó un decreto por la emergencia de la sequía, en la que se ordenó que se le diera prioridad al uso doméstico por encima del industrial, con lo que se permitió proveer a la población con el agua concesionada al sector privado.

Para agosto, el gobierno cerró convenios firmados con al menos 15 empresas para ceder 600 litros por segundo del agua concesionada y negociaba otros 500 litros para llegar a 1,000 litros por segundo adicionales, según detalla el director de Agua y Drenaje de Monterrey.

Además, se anunció el “Plan de Apoyo: Agua para Nuevo León”, con el que se busca financiar obras de infraestructura, entre ellas un nuevo acueducto en El Cuchillo.

La obra fue calificada por el gobierno federal como una “obra de seguridad nacional”. Se prevé que esté lista el próximo año. FOTO: Rafael Montiel

La presa, ubicada en el municipio de la China, aporta 4.78 metros cúbicos por segundo para la población, cantidad que se espera se duplique con la obra en curso que recibo apoyo e inversión de 7,850 millones de pesos (mdp) de la federación, a través de Banobras, y 4,710 mdp del gobierno del estado y 3,140 mdp de los municipios, para un total de 15,700 mdp, y que se espera tener en 2023.

El presidente López Obrador anunció además la conclusión de la Presa Libertad para 2023, que aportará poco más de 1,500 litros por segundo, para la cual, el gobierno federal dará 3,301 mdp. Solo el próximo año se estima canalizar 1,118.5 mdp de fondos federales adicionales.

La presa Libertad se ubica a escasos 14 kilómetros de Cerro Prieto. En los alrededores se percibe la ola de trabajadores que día y noche avanzan en la obra. FOTO: Rafael Montiel

Para el investigador del Departamento de Estudios Urbanos y del Medio Ambiente del Colegio de la Frontera Norte (Colef), Ismael Aguilar Benitez hay un detalle: la infraestructura no genera agua. “(Construir una presa) no es la solución para los problemas de agua, no nos va a generar agua si no existe”, afirma. Para él, regular las concesiones para garantizar el derecho humano y un uso más eficiente, son medidas más realistas que esperar a que un huracán llene las presas.

El problema real es que hay un desequilibrio entre lo que se puede consumir y lo que se tiene de disponibilidad


Ismael Aguilar Benitez

investigador del Colef.

La cooperación de la industria

Ante la emergencia hídrica, algunas de las empresas asentadas en la Zona Metropolitana de Monterrey ya tomaron cartas en el asunto, asegura el presidente de la Caintra Guillermo Dillon, quien señala que mantienen conversaciones con los gobiernos para definir los pasos a futuro.

“Hay que pensar en soluciones de largo plazo y ahí estamos muy cerca de las autoridades federales y estatales en materia de agua, y muy atentos al apoyo que quieran de la industria para las soluciones de largo plazo”, señala Dillon, quien a mediano plazo, espera que se mitigue la falta de líquido con el ‘Plan maestro para garantizar el agua de Nuevo León hasta el 2050’.

Así se distribuyen las concesiones de agua en Nuevo León de acuerdo con Caintra.

Por lo pronto, la iniciativa privada desplegó el programa nombrado “Sumemos un chorro”, que considera la cesión temporal de un porcentaje del agua de sus concesiones para que pueda ser distribuida a los ciudadanos.

Heineken México es una de las que se ha sumado a estas acciones. La cervecera transfirió de forma temporal el 20% del agua de su concesión y dona 1.7 millones de metros cúbicos de agua tratada al año, que son repartidos con pipas que la autoridad envía a las colonias más afectadas.

A inicios de agosto, la obra había avanzado al paso 7 de 12. Una vez que esté terminado se entregará a las autoridades una pozo funcional. FOTO: Rafael Montiel

El grupo cervecero también construye un pozo que suministrará en su totalidad, agua para uso doméstico de la población, y que será administrado por el Sistema de Agua de Nuevo León. El pozo tendrá 350 metros de profundidad con una abertura de 18 metros, su construcción requerirá 20 millones de pesos y de acuerdo con estimaciones de la empresa, estará listo en diciembre próximo.

La planta cervecera asegura que regresa al medio ambiente el total, o más, del agua que se emplea durante sus procesos de producción, como el lavado de envases retornables de cerveza.

Por su parte, Arca Continental asegura que realiza el tratamiento del 100% de sus descargas de agua, además de registrar una reducción de alrededor del 24% de la huella hídrica en la producción de sus bebidas en los últimos 10 años.

En promedio, la empresa utiliza 1.56 litros de agua directa en producción por cada litro de producto terminado, una reducción de 30% comparado con la cantidad de agua que requería hace 15 años para fabricar un litro de bebida.

“En Monterrey, tenemos una de las plantas más eficientes, con 1.30 litros de agua sobre litro de producto y para 2025 tenemos la meta de usar 1.41 litros como sistema Coca-Cola en México”, justifica el área de comunicación de la Arca Continental a Expansión en un correo electrónico.

En cuanto a acciones locales ante la emergencia por sequía, Arca Continental cedió de forma temporal parte del agua concesionada, aunque no reveló el porcentaje. También participa en la rehabilitación de 15 pozos para integrar hasta 283 litros por segundo a la red pública y reducir la dependencia del suministro de agua superficial.

“Es mucho dinero el que ganan, de perdida que las cierren un tiempo (a Heineken y Arca Continental) en lo que se estabiliza esto del agua”, propone José Ángel Rocha, mientras acarrea un tinaco de plástico, que llenó de agua en una de las pipas en la colonia Independencia.

Actualmente se cuentan con 300 pipas para abastecer de agua a la Zona Metropolitana de Monterrey. En un solo día han repartido hasta 10 millones de litros de agua a cisternas, tinacos y a la población en general. FOTOS: Rafael Montiel

La cámara empresarial declara que no ha recibido noticias sobre el retiro de inversiones generadas por la crisis hídrica. Heineken México y Arca Continental han descartado mover las operaciones de sus plantas.

Alerta nacional

A seis meses de que la crisis tocó los hogares regios parece que la peor parte ha pasado. La llegada de la temporada de lluvias ha dado un pequeño respiro y ha calmado la sed, pero la vida en Monterrey está lejos de volver a lo que conocían normalidad ante el impacto de algo que está más allá de su alcance: el cambio climático.

Las predicciones de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) indican que el fenómeno de La Niña, que provocó está prolongada sequía en el norte del país, podría persistir hasta el próximo año.

Con cada vez menos lluvias y con un uso desregulado del agua, la historia puede repetirse y no solo en la Zona Metropolitana de Monterrey. “Es una llamada de atención a nivel nacional”, alerta el exdirector de la Conagua, José Luis Luege Tamargo.

“Tendríamos que adaptarnos en lugar de seguir la vida como si no hubiera pasado nada”, asegura el experto del Colef, Ismael Aguilar Benitez, quien urge a recuperar y conservar las fuentes de abastecimiento; hacer una distribución más equitativa y aplicar los principios de economía circular.

De contar con ocho pipas para distribución de agua en las colonias que normalmente no tenían agua, pasaron 80 para abastecer a la población solo de Monterrey, que es el municipio más poblado de la zona metropolitana. FOTO: Rafael Montiel

En la región, los habitantes esperan ansiosos la llegada de un huracán que les llene las presas para volver a tomar agua de los grifos y refrescarse con un baño ante el calor que los abraza durante los días de verano.

“Aquí la que manda es la naturaleza, nada de decretos ni orden, mientras no haya otro ciclón, otro Gilberto o Álex, ¿de dónde vamos a sacar el agua?”, cuestiona Enrique Guevara, mientras pasea por la presa La Boca, sin dar crédito al vacío frente a él.

Al caer la tarde, el paseador de caballos se recarga sobre el barco varado para alcanzar un poco de sombra, antes de dar otra vuelta para convencer a los visitantes de recorrerla nueva atracción: la estampa de la crisis.



Créditos:

EDICIÓN: Mariel Ibarra / VIDEOS DRON: Rafael Montiel / VIDEOS: Ariadna Ortega / EDICIÓN DE VIDEO Y VOZ EN OFF: Miguel Santa Olalla / DISEÑO Y PROGRAMACIÓN WEB: Evelyn Alcántara y Salvador Buendía