Gonzalo García Vivanco ha tenido una carrera de altas y bajas que la han hecho apreciar más lo que tiene hoy: un amor por la actuación que lo está llevando cada vez más lejos.
Texto: Alberto Rojas Eguiluz
Fotos: Jesús Soto
Mientras caminamos por las calles de la Roma para tomar esta sesión de fotos, Gonzalo se la pasa contando anécdotas y haciendo bromas. De repente hace la que más risa nos da a los que estamos ahí: que en sus comienzos le propusieron ser parte de una boy band. Todos nos reímos a carcajadas, pero Gonzalo solo sonríe y espera a que tomemos aire de nuevo para decirnos que esa fue una propuesta fue real. Al acabar con las fotografías ese es justo el punto de partida de nuestra plática.
“De chavito me querían meter a una boy band, pero yo lo tenía muy claro desde chico no sentí que fuera lo mío, bailo, pero no canto, las respeto, lo que sí es que hubiera sido una carrera distinta. En esta vida hay que tomar decisiones y algunas pueden cambiar drásticamente tu futuro, qué bueno que no lo hice porque hoy las cosas serían muy diferentes”, me dice convencido de que tomó la decisión correcta. El primero en aceptar que el camino del actor no es fácil es el mismo Gonzalo. Tal vez sea por eso que le gustó tanto interpretar a otro actor en la serie que lo lanzó a la fama Soy tu fan, que el año pasado revivió con una película y ahora está por salir la tercera temporada después de 11 años.
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Diego, el personaje de Gonzalo en la serie y en la película, es un actor que también sufre las altas y bajas de esta carrera, y eso es lo que le gusta a Gonzalo de interpretarlo.
“Yo tengo la ventaja de que Diego hace lo mismo que yo, es muy divertido interpretar al actor que interpreta al actor, lo construí con el director y mi pareja en la serie, Maya Zapata. Fue muy orgánico porque sé de las transiciones de lo actores, Diego pasa de estar en telenovelas a no querer estar en ellas, de repente no tiene trabajo, luego hace cine, cree que ya la hizo, pero regresamos a la serie y está en un momento difícil, he pasado por eso y me identifico con él, va a ser papá y eso lo hace madurar, fue divertido, Diego no me costó tanto, para todo el elenco fue fácil ponernos en la piel de los personajes de Soy tu fan”, explica Gonzalo, quien confiesa que en un momento también dijo que ya no quería más telenovelas, probó las series y el cine, pero la apuesta no le salió como él esperaba.
“He tenido altas y bajas y después de pandemia estoy retomando con proyectos padres, creo que ya estoy encaminado con una perspectiva mucho más madura y respetuosa hacia el trabajo, estoy muy agradecido, son las altas y las bajas lo que me han hecho apreciar esta carrera”, comenta.
Si hay un personaje que a Gonzalo le cambió la vida, ese es Diego. Reconoce que Soy tu fan marcó un parteaguas en su carrera porque justo estaba empezando a hacer telenovelas cuando comenzó a trabajar en la serie de Canal 11. Recuerda que fue de las primeras series mexicanas que no tenían censura, que trabajaban con directores de cine y, además, le tocó trabajar con actores que ya tenían un cartel amplio, como Ana Claudia Talancón y Martin Altomaro, cuando él apenas iba comenzando.
“Eso me cambió mucho la perspectiva y me puso en otro nivel, después de eso me tomaron en serio para otros proyectos y personajes”, recuerda Gonzalo con una sonrisa.
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Thalía comentó alguna vez que no tomaba muy en serio las telenovelas porque no le exigían mucho; Eiza González les ha agradecido desde Hollywood por el ritmo de trabajo que le dio y que impresiona a muchos directores con los que ha trabajado, como Edgar Wright y Robert Rodriguez. Gonzalo, ha tenido una especie de relación odio-amor con ellas, pero hoy les está agradecido.
“Ahora que volví a hacerlas lo agradecí muchísimo, maestros míos de actuación me dicen que es un género, la gente cree que es fácil interpretar una novela, pero es un melodrama y es complejo, cuando yo empezaba quería actuar más en cine o en teatro, un profesor me decía que tenía que hacer melodrama pero sin juzgarme, he aprendido con el tiempo a jugar en el campo en el que esté, desde entonces las disfruto mucho más”, acepta Gonzalo.
Cuando habla de los retos de las telenovelas, lo primero que dice es que son muy pesadas, pues explica que los actores trabajan de 12 a 14 horas de lunes a sábado durante seis meses.
“Muchos amigos actores se burlaban porque hacía novelas y yo les decía que trabajaran 36 escenas diarias sin mucho ensayo previo durante tanto tiempo a ver cómo les salía, hoy lo entienden”, dice.
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Por otro lado, lo que le gusta de las series es que son el punto medio entre la novela —el melodrama— y el cine. Explica que, por lo regular, se hacen 10 escenas diarias pero con una actuación más contenida, mientras que la adrenalina del teatro no se siente en ninguna otra parte.
“Es increíble cómo cambias en cada función con lo que te da el público, hay veces que conectas con ellos, otras que no, el teatro es tan vivo”, dice el actor de Soy tu fan.
Gonzalo está en plena madurez como actor y cuando piensa en los personajes que le faltan por hacer no se limita a uno solo tipo porque sabe que en este camino las sorpresas abundan. Dice que nunca ha hecho un personaje de acción, por ejemplo, pero eso es lo que más le gusta de la actuación, que cada momento es la oportunidad de hacer algo distinto, “hay tantas vidas en esto que no sabría decirte si tengo un personaje que quiero hacer en específico”, contesta.
Gonzalo se enamora de los personajes que interpreta cuando los lee. Al ver su descripción puede sentirlos y vibrar con ellos, pero tienen que ir acompañados de una buena historia.
“Tengo que leer, razonar el personaje y ya de ahí vuela mi imaginación, a veces hago click automático con él, en cuanto lo leo mi imaginación vuela y ya estoy sintiéndolo, eso es muy bonito, no siempre se da, hay veces que cuesta más conectar con ciertos personajes”, reconoce.
Aunque a Gonzalo siempre le gustó el teatro, ser actor no fue algo que él buscó. Recuerda que en la escuela donde estudió tenía tres opciones de educación artística: dibujo, pare el que no era muy bueno; música, que no le convenció porque solo enseñaban a tocar la flauta; y teatro, donde encontró el lugar que buscaba para desfogar su imaginación.
Gonzalo recuerda que desde chico jugaba a crear personajes, tenía mucha imaginación y por eso el teatro resonó tanto en él, porque le recordaba cuando jugaba a ser vaquero. Para él la actuación fue entrar en ese espacio, pero la forma en la que se dio su profesionalización fue algo que no vio venir.
“Nunca pensé que fuera a ser actor, en realidad la oportunidad me cayó, cuando estaba acabando la prepa modelaba para pagar las cuentas e hice un comercial, ahí me buscaron del CEA (la escuela de actuación de Televisa) y del CEFAT (la escuela de actuación de TV Azteca), en donde me dieron la oportunidad de la beca. Cada trimestre corrían personas, entramos 60 y nos graduamos 20, fue un reto involucrarme, ganarme un lugar, cada mes que estaba ahí me convencía de que quería dedicarme a esto”, recuerda Gonzalo.
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Con las altas y bajas características en la carrera de cualquier actor, muchos se quedan en el camino. Gonzalo también ha pasado por ellas, pero hay algo que le hizo seguir adelante: que disfruta mucho su carrera.
“Me mantiene el amor a esta profesión, el sueño que tengo, hubo momentos malos en que dije ‘a la fregada, mejor me dedico a otra cosa’, pero esto es una carrera de resistencia, el que no resiste, no llega”, dice Gonzalo, y él ya llegó a donde quería estar, a un punto en el que se ha ganado el respeto del público, de sus colegas, de los directores y productores.
Él ve normal que encasillen a los actores, pero sabe que está en cada uno seguir caminando romper estereotipos y aventurarse a hacer otras cosas, no trabajar solo por el nombre o por el dinero, así es como ha creado una carrera muy distinta a la que hubiera sido si hubiera aceptado estar en una boy band.
Moda: Dan VIctoria Gleason. Peinado y maquillaje: Davo Sthebané. Video: Mariana Martínez. Locación: Cigar Lounge de Casa 1910. Diseño web: Pamela Jarquin Rojas.