Foto: ANYLÚ HINOJOSA-PEÑA

Helena Polyblank

Cofundadora y Chief Product Officer de Mendel

Por: Selene Ramírez


31

años

“Emprender, animarme a tomar el micrófono o exponerme a determinadas cosas es algo que hago con un montón de pasión, porque creo que es algo que puedo dejar más allá de mi paso en Mendel o en alguna organización en particular”, comenta Helena Polyblank sobre el legado que deja a las generaciones venideras.

La cofundadora de Mendel, una suite empresarial pensada a partir del retraso tecnológico que afecta a la alta dirección financiera de los grandes corporativos en la región, que comenzó su carrera en Mercado Libre, en Argentina, señala que, más allá de los retos que representa emprender (camino que inició con cinco semanas de embarazo), ella vive esta experiencia como un desafío personal centrada en las cosas que había por ganar más que las que podía perder.

“Todo lo que te propongas, se puede. Es cuestión de organizarte, de proponértelo y de hacerlo; como animarse más, creo que es como yo viví el emprendimiento”, señala.

Desde su perspectiva, los liderazgos tienen que ser cercanos a los equipos de trabajo, con sentido humano. Y reconoce en ella misma dos factores que le ayudan en su papel dentro de Mendel: comunicación y vulnerabilidad. En el caso de la comunicación, resulta una “habilidad fundamental para cualquier rol de liderazgo”, particularmente, cuando se hace de forma rápida, eficaz, con empatía y alineando hacia un objetivo.

“Es algo en lo que invierto un montón de tiempo y energía, y la verdad es que siempre me ha repagado: me ha ayudado a tener equipos motivados, alineados, equipos con gran nivel de confianza en poder plantear temas o en decirme si no comparten alguna idea. También a tener buenas conversaciones y creo que eso es un valor directo al negocio”.

Respecto a la vulnerabilidad, considera que el poder ser abierta y transparente dentro de sus valores, así como mostrarse “humana” es algo que le gusta y la hace sentir cómoda en su rol de liderazgo. “Somos todos humanos, entonces, el vivir sin esa carga de tener que ser algo que uno no es, me parece que ahorra mucha energía para poder invertirla en cosas positivas”.

Como CPO, ​​se encarga de diseñar y construir el software de Mendel para agilizar los procesos financieros de sus clientes. Y, como mujer en un puesto de liderazgo en una empresa tecnológica, señala la importancia de los equipos diversos, la inversión en ellos y su trascendencia para otras personas que desde fuera pueden ver ejemplos de gente que los representan. “Creo que estoy desde ese lugar como muy empoderada y, a la vez, con una responsabilidad muy grande porque veo los hechos. Yo soy muy defensora de que cuando hay mujeres referentes en puestos de liderazgo, ejecutivos o fundadoras, el resto de la compañía termina siendo mucho más diversa por definición y por diseño”.



Al emprender, siempre estuve pensando mucho más en: ‘¿Qué voy a perder? Tengo muchísimo más para ganar’. Creo que eso ancló mucho mi energía en un lugar de ¡Hagámoslo!