Foto: Cortesía

Lorena Reyes

Fundadora y directora general de Kramver de México

Por: Luis Alberto Zanela


35

años

“Hay gente muriéndose por gases medicinales y es necesario hacer algo urgente”. Esa era la frase que repetía Lorena Reyes Pérez en las reuniones que realizaba en los hospitales que visitó con el Movimiento Kramver, un ejercicio que comenzó en 2015.

La emprendedora viene de una familia dedicada a este sector y se interesó por ellos desde los 16 años. Un caso cercano de muerte por un mal suministro reforzó su misión. Si bien estudió Relaciones Internacionales porque sabía que la licenciatura le ayudaría, decidió irse a EU para obtener diferentes certificaciones por la American Society Sanitary Engineering (ASSE), que la convirtieron en la única especialista en México y en América Latina.

“Lo que identifiqué es que hacen falta muchas normas en México; las hay, pero son americanas, ahí es donde encontré la oportunidad de traer conocimiento”, dice.

Kramver de México, la empresa que fundó en 2015, acumula 500 personas capacitadas en infraestructura hospitalaria en México y 100 más en países latinos, así como 250 hospitales certificados en diferentes ámbitos, desde la infraestructura y la supervisión hasta el diseño.

Lo que yo diría es que siempre vale la pena, es muy sencillo desmotivarte en algún punto, algo no va a salir bien o las personas no van a reaccionar como tú esperas, pero siempre vale la pena levantarse todos los días e intentar hacer un cambio.

Para Reyes Pérez, estas cifras son un avance, sobre todo, considerando que hace siete años prácticamente no se hablaba de este tema. No obstante, tiene una meta clara: la creación de una Norma Oficial Mexicana que regule y obligue a tener buenas prácticas en el manejo de los gases. La idea abarca seguir certificando infraestructura y personal en Costa Rica, Colombia, Ecuador y otros países de la región.

Por ahora, esto lo hace Kramver de México, una labor titánica si se toma en cuenta que, de acuerdo con la ejecutiva, el 75% de los hospitales públicos y privados en el país no tienen un buen manejo de gases.