Por: Josep Rodríguez
Desde pequeña convivió con las ciencias, pues su madre, directora de una revista científica para niños, siempre le compartió estos temas. Esto le ayudó a forjar su eje profesional hasta encontrar su vocación en la química de alimentos, que estudió en la Facultad de Química de la UNAM.
“Lo que más me gusta es que hay mucha ciencia detrás de los alimentos que consumimos, no es algo que la gente tenga contemplado, todos sabemos que en las Smart TV, computadoras y satélites hay ciencia y tecnología, pero muy poca gente asume que también en los jitomates o maíz que comemos hay ciencia y tecnología”, señala.
Con su trabajo en el área de asuntos regulatorios para cultivos biotecnológicos, logró la autorización y la implementación del primer permiso de siembra de un cultivo genéticamente modificado en la historia del país (algodón). Después, obtuvo el primer permiso para sembrar soya genéticamente modificada en México.
Durante la pandemia, desarrolló #PROAgricultor, una plataforma de capacitación en temas de agricultura sustentable, abierta y gratuita para cualquier usuario, y que le ha llevado a crear alianzas con universidades en Perú y, en México, con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.
(Jalisco, Sonora, Sinaloa, Guanajuato, Michoacán, Puebla y Estado de México) albergan proyectos de sustentabilidad liderados por Montserrat Benítez, que han beneficiado a más de 1,278,000 hectáreas.
agricultores capacitados en los últimos tres años con la estrategia Good Growth Plan para Latinoamérica Norte, el plan para una alimentación sustentable de la compañía, que ella lidera en la región, 30,733 de ellos en México.