Por: Puri Lucena
Cada vez que Pamela Valdés regresaba llorando a casa de la escuela, donde sufría bullying, su madre le contaba historias de personas como Bill Gates, que habían sufrido acoso escolar como ella y habían tenido éxito. “Y yo me creí esa historia. Desde chica siempre tuve las ganas de hacer algo grande, era como un mecanismo de defensa: tenía que hacer algo grande porque era la única explicación lógica al dolor que sufría”, explica.
Ese “algo grande” es Beek, una plataforma de audiolibros de desarrollo personal, cuyo punto fuerte es que cuenta con contenido original y con la que busca crear una comunidad de lectores en América Latina.
Los inicios de esta plataforma no fueron fáciles. La primera idea de Valdés fue hacer una especie de Netflix de libros. Si a ella le iba bien estudiando negocios en el ITAM era gracias a las historias que le contaba su madre de pequeña. Se preguntó por qué nadie leía los libros de Bill Gates y la primera respuesta que le daban siempre es que en México la gente no lee. Ella quería resolver eso… y no funcionó. Cien inversionistas rechazaron el proyecto.
Lejos de renunciar, decidió darle una vuelta a su sueño. ¿Por qué no leen los mexicanos? Seguramente, dijo, porque trabajan y pasan más horas en el tráfico que nadie. “Leer no nos funciona porque tenemos poco tiempo”.
Pero sí tienen tiempo de escuchar. Si las personas pasan dos horas con las manos ocupadas y la mente libre, en el tráfico, paseando al perro, haciendo el quehacer… para leer no es necesario que cambien su rutina, solo que cambien las páginas por audífonos.
En el camino, Valdés se sobrepuso al rechazo, consiguió el apoyo de Bob Metcalfe (el cocreador de Ethernet) aplicó y fue rechazada varias veces en Y Combinator hasta que logró entrar (“eso fue un game changer”, reconoce). Recibió 100,000 dólares de la Thiel Foundation para dejar la universidad y centrarse en su emprendimiento, se asoció con Guillermo Sequeira (cofundador y CPO de Beek) y fondos como Accel y Greylock han apostado por ella en una ronda serie A por 13 mdd que cerró en febrero.
De las historias que le contaban sus padres, se quedó con que si no paras de intentarlo, eventualmente, lo logras. “Cuando se eliminan las probabilidades es si dejas de intentarlo. Lo más importante para soportar el rechazo o el fracaso, porque una empresa exitosa es el resultado de muchos fracasos superados, es mantenerte optimista. Esto lo aprendí en un seminario con Brian Chesky, CEO de Airbnb: si pierdes el optimismo, dejas de ver soluciones. Eso se me grabó y eso hago, tratar de convencerme de manera racional de que sí va a funcionar”.
Beek tiene un catálogo de alrededor de 250,000 audiolibros, 15,000 de ellos en español y 1,300 denominados ‘Beek original’, productos de entre 45 minutos y una hora y media narrados por sus propios creadores. Los usuarios de la app acceden a todos ellos por 249 pesos al mes. El 90% de los suscriptores consumen al menos un Beek original al mes. Con ello, la start-up ha conseguido que el 35% de sus creadores de contenido (que la empresa selecciona para garantizar la calidad y que ya son alrededor de 400) logren ganar al menos un salario mínimo en el primer mes. Hoy, más de tres millones de personas han escuchado al menos un audiolibro en Beek.