Look total, Lacoste x Netflix.


De sus inicios en series para adolescentes a su actual dominio del teatro musical, el cine y la comedia, el actor mexicano muestra una creciente madurez y versatilidad en cada nuevo proyecto.

Por: Alberto Rojas Eguiluz
Fotos: Jesús Soto
Moda: Fernando Fernández

Cuando se habla de actores que comenzaron como chicos Disney, por lo regular vienen a la cabeza nombres como los de Ryan Gosling o Zac Efron, quienes han construido una carrera sólida después del primer empujón que recibieron de la compañía que los hizo famosos. Muchos creen que en América Latina no hay chicos Disney, pero por supuesto que existen. Uno de ellos es Jerry Velázquez, quien debutó en la serie de Disney Chanel Cuando toca la campana, en 2011, cuando apenas tenía 21 años, y de ahí saltó en 2013 al fenómeno juvenil Violetta, al lado de la argentina Tini Stoessel.

Originalmente, el sueño de Jerry era ser cantante. Confiesa que desde chiquito le gustaba mucho cantar y soñaba con que esa fuera su carrera, pero a los 14 años encontró a su primer amor: el teatro musical.
“Empecé a investigar mucho de teatro, me metía a todas las obras que podía, ya fueran de mi escuela o de cualquier otra. Fue entonces cuando la actuación entró a mi mente, pero siempre pensé que me desarrollaría en el teatro musical. Después llegó la posibilidad de hacer una película, que al final no se concretó, pero ya tenía en la cabeza la posibilidad de hacer cine, las cosas se fueron dando y, como al final todo está relacionado, he podido cantar y actuar, me he mantenido cerca de mis sueños”, explica Jerry.

Look total, Lacoste x Netflix.


Sus sueños le han traído lo que todo actor desea: más trabajo del que alguna vez imaginó. Jerry nos cuenta que vienen varios proyectos en los que lleva papeles importantes, como la segunda temporada de Las Bravas F.C., que se transmite por HBO Max, y otros proyectos en los que ya lleva tiempo involucrado, como Me caigo de risa y Backdoor donde está en constante grabación de sketches. También están cerca un par de películas de las que todavía no puede dar detalles, pero lo que parece entusiasmarlo más son dos obras de teatro de improvisación que le exigen mucho en todo sentido.

“Los proyectos que más me exigen son justo en los que estoy y te juro que me demandan muchísimo. Los dos son teatrales. Uno es Mentidrags, en el cual el proceso caracterización es altamente demandante y a eso hay que sumar el trabajo vocal, lo actoral y la interpretación del personaje; es un gran gran reto del que me siento muy orgulloso y feliz con el resultado”, nos dice el actor. “El otro es un show de improvisación, un musical de hora y media totalmente inventado al momento a partir de sugerencias del público. Esos proyectos son una locura. Por eso dicen que el actor se forja en el teatro, porque te da mucho, pero también te exige mucho y lo hace cada semana”.
Es justo la exigencia del teatro lo que más le gusta a Jerry al actuar. Para él, cada formato tiene su dificultad, pero hay algunos, como el cine, donde el error existe y se puede permitir, pues se pueden llevar tres horas grabando la misma toma para una secuencia. Lo que tiene el teatro, según sus propias palabras, es que pone al actor en peligro, “El hecho de tener al público enfrente y que el error no exista, que no pueda haber una toma dos me encanta. Esa sensación de que estás ahí en ese momento es muy emocionante y me fascina”, dice Jerry.


Es evidente que Jerry tiene la agenda llena y confiesa que esa es la parte más complicada de su actual etapa como actor. Nadie les dice a los histriones cómo lidiar con directores y productores que les exigen una disposición de casi 24 horas en sus sets o sus obras de teatro.
“Lo más complicado es que sabes que alguien se va a enojar (risas), de repente alguno de mis jefes va a tener que ceder porque le voy a pedir un permiso y seguramente eso no va a ser lo ideal. Pero uno como actor tiene que negociar esas cosas porque no es posible cuadrar siempre fechas de una manera perfecta y que nada se empalme con otra producción. Entonces, no queda más que ponerse firme y abogar por tu carrera”, comenta entre risas.

Look total, Lacoste x Netflix.

El actor de Las Bravas F.C. pasa por un momento muy especial en el que el trabajo de muchos años por fin está rindiendo frutos pues él mismo reconoce que está haciendo trabajos con mayor proyección, y hoy por hoy puede explotar un poco más sus capacidades actorales.

Con Disney Chanel está agradecido, pero sabía que tenía que dejar esa parte atrás si quería volar como actor. Acepta que sacarse de la cabeza que era un niño Disney no fue fácil, porque fueron cinco años trabajando en las series del canal, alineado a la forma de trabajar de Disney y a su manera de manejarse públicamente como figura. “Me costó quitarme ese chip. Todavía tengo por ahí el síndrome del Niño Disney, pero aprecio mucho la libertad de poder expresarme y hablar de las cosas que me importan, creo que eso se ha reflejado también en mi carrera”, dice Jerry.

El hombre que aún busca el estilo

Para Jerry, el estilo es una manera honesta de autoexpresión a través de la ropa. En sus palabras, el suyo es básico, pero le gustaría ir incorporando más colores y cortes distintos, del tipo de los elegidos para esta sesión de fotos, resultado de la colaboración entre Lacoste y Netflix, quienes tomaron como punto de partida cuatro exitosas series: Stranger Things, Sex Education, Lupin y Bridgerton. “Creo que la generación Z lo tienen claro, son un gran referente en cuanto a restarle importancia a lo que debería ser y le ponen más énfasis a lo que ya está”, comenta.
Jerry está por irse, pero antes nos habla de sus iconos actorales, artistas a los que considera brillantes: Frances McDormand, Natalie Portman, Meryl Streep, Margot Robbie, Viola Davis, Timothée Chalamet y Eddie Redmayne son algunos de sus referentes. “Amo el cine, la actuación y ver a estas personas en la pantalla siempre es una lección”.

Para concluir, Jerry habla de la importancia de actuar en estos días. Explica que el arte nos sensibiliza y nos afina la capacidad de conmovernos, de empatizar con el otro, de ver una historia y recordar algo similar. “Conectar con alguien que ni siquiera existe nos sensibiliza y la sociedad necesita gente sensible”, concluye el actor. Para él, los días de chico Disney han quedado atrás, pero sin duda, esa fue la escuela que lo convirtió en el actor ambicioso y explorador que es hoy. Jerry Velázquez crece con cada proyecto en el que actúa, y parece que no tiene límite en ese aspecto.

Un Especial agradecimiento al hotel Casa Seis Siete por todas las facilidades otorgadas para la realización de esta sesión de fotos.