Por: Diana Nava
n la industria petrolera hay una expresión coloquial que dice que, para ser parte, hay dos formas de entrar:
por la puerta o por la ventana, cuenta Luis Alejandro Gamez. Y él lo ha hecho por la segunda porque por la
primera sólo suelen entrar las grandes empresas con proyectos de igual tamaño.
Con AQUA Exploración, la compañía que fundó en 2017, ha encontrado en los pequeños proyectos –que muchas
veces no toman las grandes compañías porque no les es rentable– la clave para hacer crecer su proyecto. Y en
seguir a los gigantes petroleros, el rumbo para crecer. “Lo que veo para invertir dentro de la empresa es
qué están haciendo los grandes jugadores. En la industria tienes que ver a los grandes, aunque aún no seas
parte”, dice.
La historia de Gamez nació de la incertidumbre. Comenzó en Paraíso, Tabasco, un lugar que ahora es conocido
por su actividad petrolera, pero que en 2012 sólo era popular dentro del sector. Formó parte de la
tripulación de barcos petroleros que salen rumbo a las plataformas por días o meses, donde se hacía cargo de
los sistemas electrónicos. Como ingeniero mecatrónico podría parecer ajeno al mercado, pero nació en
Mazatlán y ahí el trabajo en el sector petrolero es común.
Pero Gamez se cansó de estar fuera por periodos largos y cambió de giro. Lo que quería ahora era tripular
robots submarinos, pero eligió un momento que sacudió al mercado, poco después de la crisis de 2016, cuando
los precios del petróleo tocaron una de sus cotizaciones más bajas. Los proyectos eran pocos y el trabajo,
escaso; la compañía para la que trabajaba quebró.
Sin embargo, mientras repartía sus intereses entre el trabajo y su emprendimiento, reunió sus ahorros, unos
100,000 pesos, y nació AQUA Exploración. Comenzó ofreciendo servicios de robótica submarina –utilizados en
la perforación de pozos y la puesta en marcha de plataformas– y distribuyendo equipo de terceros. Ahora,
suma a su oferta la realización de estudios geofísicos y sísmicos.
Otra oportunidad llegó en 2020. Con la pandemia, la cotización del crudo tocó precios negativos y muchas
petroleras o compañías de servicios pararon actividades por falta de liquidez, muchas también se fueron del
país. Gamez supo sacar provecho de esta crisis y se hizo de activos, AQUA se mudó a Ciudad del Carmen,
Campeche, y los grandes proyectos comenzaron a llegar. A la par, se hacía con nuevos equipos que, por la
depresión del mercado, se estaban malbaratando.
Y llegó la tercera crisis, con la guerra entre Rusia y Ucrania que elevó los precios del petróleo ante un
mercado nervioso, pero eso ayudó a la compañía, que ha logrado hacerse un espacio entre los proveedores de
las petroleras.
Ahora, los planes de Gamez incluyen levantar su primera ronda de inversión. Sabe que la industria petrolera
es de las que más enfrenta cambios, así que planea agregar a su portafolio un servicio dedicado a hacer que
las embarcaciones disminuyan sus emisiones. Muchos sectores del mercado ya hablan de un próximo cese del
auge petrolero, pero mientras esto sucede, o no, el emprendedor ya se prepara para la transición.