Por: Eréndira Reyes
on la tradición en casa dentro de la ingeniería, Isabel Manjarrez quiso seguir los pasos de su madre y dedicarse a este mundo de matemáticas, ciencia y algoritmos. Sin embargo, sus planes cambiaron mientras pasaba un tiempo de intercambio escolar en República Checa, donde descubrió su amor por la ciberseguridad. “Vi varias materias y cursos enfocados, tanto técnicos como sociales. Regresé impresionada de este tema porque yo no había visto nada de esto”, menciona.
Una de las principales razones por las que la ciberseguridad le parece fascinante a Manjarrez es el factor de ingeniería social que conlleva, pues le permite tener un panorama más amplio de la región, del país y de cómo ciertos acontecimientos mundiales afectan la seguridad dentro de la vida digital. Este conocimiento le ha permitido desempeñarse, desde hace un año, como investigadora de Seguridad para América Latina de Kaspersky, pero su incursión en el sector viene desde 2014.
“Cuando hablo de mi trabajo hay muchas partes técnicas, de bases de datos, software… pero, al final, no voy a hablar de bits y bytes porque no todo el mundo me va a entender y no a todo el mundo le interesa. Es mucho más fácil transmitirlo de una forma, a lo mejor un poco más divertida, o amigable, con ejemplos de app que usas todos los días, y así crear más conciencia”, dice Manjarrez, quien también forma parte del Equipo Global de Investigación y Análisis de la firma.
Y es que, dentro de Kaspersky, Manjarrez realiza diferentes investigaciones sobre las afectaciones que pudieran sufrir todo tipo de usuarios respecto a su vida digital. Y lo hace desde la perspectiva empresarial, pero también personal, cuando piensa que una próxima víctima de ciberataque pueden ser su mamá o su hermana.
También agradece tener un hobby, pues piensa que se incentiva la comunicación de un lenguaje o sentir hacia las personas de una forma diferente. A través de tocar la batería, Manjarrez considera que sirve como traductora de información. “Tengo la suerte de poder interactuar con mi hermana, que es música, y con lo que ella va aprendiendo. Esa parte también aporta mucho a mi profesión porque, al final, es aprender a comunicarte, también a leer lo que socialmente pasa o cómo se percibe cierta información”, asegura.
Como parte del argot en ciberseguridad, Manjarrez enfatiza que, hacia el futuro, busca virar del blue team, enfocado en la defensa, al red team, donde la ofensiva es la que impera y donde considera que conocer los dos lados de la moneda le permitirá tener un mayor poder de intuición y detección en las amenazas que acechan en América Latina.
“También me gusta pensar en posibles amenazas donde tal vez no veas que puede existir un riesgo, como en el internet de las cosas, donde la información cada vez es mayor y aún falta por profundizar en estos temas”, comparte.