Por: Ginger Jabbour
"Uno de mis pasatiempos favoritos es andar en velero”, dice Mariana Santos. “Cuando estás en él, tienes que aprender a leer el viento para saber cómo manejar el barco con los elementos que te dan, y dependiendo de dónde venga, adaptas tu vela”. Tal vez sea una coincidencia que ella acorte su nombre a Mar, pero lo que no es azaroso es que esta mujer ha trazado sus rutas.
Cuando se graduó en Ciencias Políticas y Gobierno, su primera pregunta fue: “¿Y qué voy a hacer con esta carrera?”. Pensaba que su único futuro posible era la academia. Pero no fue así. Trabajó en el equipo del presidente del Congreso de Nuevo León, donde aprendió sobre procesos legislativos. Fue la primera ancla para que, a los pocos años, fuera ella quien liderara las negociaciones para que Uber llegara a estados como Jalisco.
Su trabajo también permitió que el gobierno de ese estado instalara estaciones de carga y luz para que las mujeres que utilicen la aplicación lo hagan de manera más segura. “Aprendí que lo que importa es el pensamiento crítico”, dice.
Después de la licenciatura en Georgetown, estudió una maestría en la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tecnológico de Monterrey, pero reconoce que en la universidad nadie le enseñó cómo superar los retos de las tecnológicas en las que trabajó después: “Siempre hay algo nuevo”.
Posteriormente, el camino la llevó a Netflix. Ahí, lideró la creación de una política que permitiera a la plataforma operar en el país. Pero giró el timón y actualmente es líder de Políticas de Producto de TikTok, donde se encarga de que existan regulaciones para que no haya un mal uso ni contenido infractor y mantener el espacio libre de racismo, discriminación o información política falsa.
Su siguiente paso será adentrarse en el enfoque en inteligencia artificial, aunque también le gustaría regresar al sector público eventualmente. “Voy a poder decir ‘lo logré’ el día en que pueda influir de forma institucional y grande en la regulación como mexicana”, dice. “Poder decir: ‘Mi voz cuenta’. Que se escuche y haya cambios”.