Por: Tzuara De Luna
driana Prieto siempre se cuestionó por qué había niños en la calle y con hambre, o personas en situación de
pobreza. “Tuve la fortuna de saber cuál era mi propósito, que era hacer algo por México. No sabía bien por
dónde ni cómo, pero la inquietud estaba”, dice.
Poco a poco descubrió formas de cambiar esa realidad que le inquietaba, y esa necesidad de transformación se
convirtió en una responsabilidad, ya que, sostiene, desde pequeña ha estado “en el mundo del privilegio”.
“Soy una persona que ha tenido acceso a todo, pero creo que entre mayor es el privilegio, más preparados
estemos, más recursos tengamos, mayor es la responsabilidad de regresar al otro, y no desde la carencia,
sino desde el trabajo colaborativo”, señala.
En Mercado Libre México, adonde llegó en diciembre de 2021, ha llevado a cabo acciones que mantienen
despierta a esa niña que soñaba con un cambio, y hoy pone en marcha sinergias entre el sector privado, la
sociedad civil y, en algunos casos, el sector público.
Entre los proyectos que “han ganado” su corazón menciona Biomas, con Fundación Fibo, que conectó productores
locales, principalmente, de alimentos, con un modelo de negocio escalable que les permitió tener mejores
ingresos y que impactó de manera directa e indirecta a 4,500; además de Emprende, que hace énfasis en el
desarrollo de los proyectos de emprendedoras y con el que se han certificado más de 2,500.
Como gerente de Responsabilidad Social y Desarrollo Sostenible de Aeroméxico, entre 2016 y 2021, se acercó
al problema de la trata de personas. “Descubrí que el sector privado tiene una fuerza impresionante para
cambiar las cosas y mover la brújula”, dice. Su intención de profundizar en el tema la llevó a realizar un
doctorado en Innovación Social y Sustentabilidad.
El activismo juega un papel fundamental en su vida. En la adolescencia descubrió los voluntariados y atesora
el que hizo el año pasado, cuando viajó a Uganda con la ONG Soccer Without Borders, que utiliza el futbol
como plataforma para ayudar a niñas y niños refugiados.
Amante del futbol, con tres cirugías de rodilla, seguirá jugando cada domingo y lunes, además de ser fan de
las Águilas del América femenil y mentora en la fundación Girls United, que inspira a que más niñas jueguen
futbol.
“Hay una frase que me encanta: ‘La suma de ellos nunca va a ser tan fuerte y tan poderosa como un nosotros’.
No creo que importe la cancha en la que estemos, tenemos que pensar siempre en nosotros y nosotras, en el
ámbito laboral, de pareja, profesional, con amigas, en el feminismo, en el activismo. Tenemos que pensar en
lo colectivo para realmente encontrar soluciones de impacto y de largo plazo”, asegura.