Por: Fernando Guarneros
uy pocos se dan cuenta del impacto que la tecnología tiene en nuestras vidas”, afirma Cristina Martínez
Pinto, fundadora y CEO de PIT Policy Lab, una organización dedicada al diseño de políticas públicas y
modelos de gobernanza tecnológica en América Latina y el Caribe. Con más de 12 años de experiencia en la
industria, ha enfocado su carrera en el desarrollo e implementación de proyectos multisectoriales que
promueven el uso responsable de la tecnología, impulsada por una vocación de servicio público.
Creció rodeada del mundo de los viajes gracias a la agencia de su madre. Esa experiencia le brindó
habilidades en gestión de grupos, adaptabilidad y un interés genuino por conocer otras culturas, además de
despertar en ella el deseo de contribuir positivamente a su comunidad.
Esa capacidad de articulación sigue siendo clave en su labor. Un día antes de esta entrevista, estuvo con un
grupo de 32 jefes de oficina de legisladores de Estados Unidos, que visitaron México para conocer el impacto
de la transformación digital en la relación bilateral.
Martínez es licenciada en Relaciones Internacionales por el Tec de Monterrey y maestra en Políticas Públicas
por la Universidad de Georgetown. Ha trabajado en temas de género, juventud y migración, hasta que su
interés en la tecnología como herramienta de cambio la llevó a fundar PIT Policy Lab, con el propósito de
aprovechar la innovación para resolver los retos públicos de la región.
PIT Policy Lab desarrolla modelos de consultoría basados en el análisis de la influencia tecnológica y en
alinear recomendaciones de política pública con marcos normativos internacionales. En otras palabras, actúa
como un puente entre distintos actores –academia, gobierno, sociedad civil y organizaciones internacionales–
para mitigar impactos negativos y potenciar beneficios.
“En la región hemos estado navegando con ejemplos del norte global, países que no enfrentan una realidad
similar a la nuestra”, explica. “Nuestro objetivo es conectar con expertos locales, apoyar sus proyectos y
articular iniciativas, además de acercar financiadores para impulsarlas”.
Martínez busca seguir generando casos de éxito en la aplicación de tecnología en políticas públicas,
posicionando a Latinoamérica como un actor clave en las conversaciones globales y amplificando las voces de
quienes están innovando en el sector.