Por: Rosalía Lara
n un trabajo de fin de semana mientras estudiaba Biotecnología en el Instituto Politécnico Nacional,
Cristina Niño encontró en la enseñanza su vocación. Comenzó por ser profesora de Matemáticas en un
bachillerato con sistema abierto, luego, Física, después, Computación en primaria, Matemáticas en secundaria
y hasta Ingeniería a nivel licenciatura. “Al único al que no he dado clases es preescolar”, comenta.
En todos los niveles se enfrentó a la frustración de sus alumnos por no lograr aprender matemáticas. Con
investigación, comprendió que la raíz del problema era que el aprendizaje tradicional no estaba diseñado
para aprovechar la forma en la que el cerebro adquiere conocimiento. Hoy, con Hediec, está cambiando la
manera en la que los maestros enseñan para transformar la experiencia de aprendizaje.
Su empresa capacita a maestros y desarrolla materiales educativos basados en neurociencia, psicología y
pedagogía. “El corazón de Hediec es enseñar a los maestros cómo funciona el cerebro humano, cómo la química
cerebral se conecta con las emociones y cómo esto impacta el aprendizaje”.
La idea nació de su propia experiencia. “Tenía alumnos que se quedaban fuera de la universidad por
matemáticas”, recuerda. “Había algo más allá del conocimiento: el miedo y la ansiedad bloqueaban su
capacidad de aprendizaje”, dice. Su curiosidad la llevó a investigar y descubrió el concepto de
neuroeducación, que estudia cómo el cerebro aprende mejor.
La metodología CATIREEN, creada por Niño, quien cuenta con un doctorado en Bioprocesos, se basa en ocho ejes
que estructuran la enseñanza de forma efectiva. Al principio, la aplicó en la escuela donde trabajaba. “Pero
me dije: ‘Si puedo generar planes para las escuelas, ¿por qué solo los hago para una?’”, sostiene.
Creó un equipo y comenzó a ofrecer capacitaciones a escuelas. La pandemia puso en riesgo su emprendimiento,
que inició en 2018. “Nos fuimos a la quiebra porque todo era presencial, pero reinventamos el modelo y lo
llevamos al mundo digital”. Su primer webinar reunió a 50 docentes. Hoy, capacita a miles de maestros y, sin
revelar detalles, Niño señala que ha estado en contacto con autoridades estatales para llevar su metodología
a las preparatorias.
Para ella, transformar la educación va más allá del aula y apuesta por la incorporación de tecnología y la
IA como herramientas para el bienestar emocional de docentes y alumnos. Su misión es que ningún estudiante
vuelva a quedar fuera por no comprender y que ningún maestro carezca de las herramientas para inspirar a sus
alumnos.