Por: Mario Alberto Verdusco
ernando Paulin dice que es inquieto… siempre lo fue. De niño desarmaba sus juguetes para ver qué los movía o qué hacía prender sus luces. Hoy, no hay mucha diferencia con ese pequeño. Aún es curioso y ávido de conocimiento, pero con nuevas habilidades: resiliencia, disciplina y hambre de innovar, sobre todo, en los mundos tecnológico y financiero.
Por eso, no es casualidad que este ingeniero mecatrónico, con maestría en IA por la Universidad de Edimburgo, liderara equipos en empresas importantes, como la dirección de IA de Banco Azteca o como Chief Data Officer de Rappi, donde colaboró con el lanzamiento de RappiCard.
El movimiento es lo suyo, y otra prueba de ello son las tres medallas de maratones Major que cuelgan sobre una de las paredes de su casa. Paulin tiene razón, lo suyo es estar inquieto todo el tiempo. Ese espíritu lo llevó a emprender en sus primeros proyectos que, aunque no lograron prosperar, fueron clave para aprender a corregir errores.
El ejecutivo admite que en los primeros negocios que fundó no se involucró 100%, un detalle que cuidó en las siguientes oportunidades hasta que nació su empresa estrella: Trully. La combinación de sus habilidades y conocimientos en el desarrollo de tecnologías basadas en IA y datos lo llevaron a crear esta plataforma enfocada en dar soluciones para la prevención del fraude digital y la suplantación de identidad, dos problemas crecientes en América Latina.
Con el uso de biometría facial e inteligencia colectiva, esta empresa funciona con un Buró de Fraude Digital en el que más de 40 empresas comparten información sobre intentos de estafas. Poco a poco ganó adeptos hasta crear la mayor red de colaboración contra el ilícito financiero al sumar a compañías como Plata Card, inDrive, Didi y otras.
En 2024 se consolidó el éxito. Trully fue adquirida por el unicornio brasileño Unico, para crear la sociedad Trully by Unico, de la que fungió como cofundador y CEO. Actualmente, continúa como CEO, pero solo bajo el nombre de Unico México.
Aunque ahora no hay planes sobre un nuevo emprendimiento, sabe que, en el futuro, habrá problemas a los que habrá que ofrecer soluciones, porque tiene claro que, en el tema financiero, quiere aportar para un México más justo.
Mientras llegan nuevos desafíos, busca diferentes formas de negociar con la gente. Y, además de correr, disfruta de la lectura y la gastronomía. Pero, de lo que no hay duda, es de que Paulin, ese niño que desarmaba juguetes, sigue y seguirá inquieto.