¿Qué lecciones deja el papel más importante de la carrera de Pablo Cruz Guerrero? El actor mexicano, encargado de darle vida a Roberto Gómez Bolaños en el drama biográfico del año, se lo cuenta a Life And Style.

Texto: Jomi Ávila
Fotografía: Luis Calderón Moda: Gabriela Ehrenberg

No es un visitante común en las alfombras rojas, pocas veces ha sido invitado a premios de televisión, es tranquilo a la hora de hablar, pero intrépido para aceptar retos y desafíos: es Pablo Cruz Guerrero, el actor encargado de interpretar a Roberto Gómez Bolaños en el drama biográfico más importante del año.

Con el vello facial de quien ya no está preocupado por rasurarse diariamente para dar vida a Chespirito, y con el control del aire acondicionado en la mano, Cruz Guerrero atiende las preguntas de Life And Style, y así se expresa sobre el gran éxito vivido con Chespirito: sin querer queriendo. “Se siente muy bonito cuando los proyectos que hacemos con tanto cariño tienen esa expansión y esa difusión. Ha sido una oportunidad única. Teníamos unos buenos zapatos que llenar, y creo que con todo el equipo logramos proyectar esa imagen de entretenimiento, de respeto, de dignidad y de ciertos chismes también. Por eso ha llegado tan bien la historia y ha viajado internacionalmente", comenta sobre un drama biográfico que rápidamente se convirtió en el proyecto hispanohablante más importante en la historia de HBO Max, concebido y escrito por los hijos de Roberto Gómez Bolaños (Roberto y Paulina).

¿Qué le parecería el proyecto al propio Chespirito? ¿Qué opinaría de esta serie? “Yo creo que le gustaría. Sabiendo que el proyecto es un homenaje que nace de sus propios hijos, creo que le daría mucho gusto”, contesta el protagonista, quien pasó por varios meses de call backs y pruebas para obtener el papel. Otra de las particularidades de Gómez Bolaños que Cruz Guerrero no solo entendió a la perfección, sino que también supo proyectar con su actuación, es la relación de Chespirito con sus personajes, y cómo los usaba para dejar salir otros aspectos de su personalidad.

Traje, Tommy Hilfiger Tailoring; reloj Luminor 44 mm PAM03312, Panerai; lentes, COS; silla, Taller Nacional.


“Platicando con la familia de Roberto, se hablaba mucho de que él era una persona introvertida, que usaba a sus personajes como un escape de la seriedad, de la solemnidad, de su propia introversión. Y que sus personajes, además, hablaban de diferentes estados anímicos, diferentes oportunidades para decir más cosas en maneras más llamativas”, comenta sobre una de las personalidades más influyentes de la cultura popular mexicana del pasado siglo, cuyo éxito, al igual que el de esta primera temporada, siempre se sustentó desde el colectivo.

Así ocurrió con la serie, que según Cruz Guerrero contó con un equipo totalmente involucrado con una manera muy diferente de trabajar a la que el intérprete estaba acostumbrado. “Algo nuevo que yo viví con este proyecto, entre otras muchas cosas, fue la oportunidad de ir a platicar con las oficinas de Warner en México, en Argentina, en Miami. Creo que eso también nos acercó al equipo que está detrás de todos nosotros, que está en el back office, haciendo otro tipo de tareas mente, entre esos departamentos y nosotros hay muy poca, tuve esa oportunidad y lo agradecí mucho, eso que le suman al éxito de la serie. Normal si no es que nula interacción. También “solidificó y fortaleció mucho la relación que tengo hoy en día con ellos”, señala.

Durante su infancia y adolescencia, Cruz Guerrero no consumió Chespirito, lo que creó una distancia natural entre el humor de Gómez Bolaños y su formación actoral, aunque reconoce la importancia que tuvo El Chavo del 8 para México y para prácticamente toda Latinoamérica. “Una de las muchas cosas que he aprendido de este humor es que su ingenio radica en entender la complejidad del mundo y en tener la pluma y el talento para sintetizar las diferentes dinámicas sociales. Creo que Roberto Gómez Bolaños tenía la capacidad para entender globalmente todos estos temas y saber que en cualquier punto de la sociedad se podían encontrar replicados. Porque todos los seres humanos estamos en búsqueda de lo mismo a través de diferentes vehículos, a través de diferentes talentos, virtudes, hábitos, vicios, etc. Pero todos buscamos de alguna manera lo mismo y todos atravesamos las mismas emociones, nos valemos de los mismos sentimientos dentro de nuestra experiencia humana”, explica. Una experiencia humana se hace mucho más personal cuando las historias van de lo general a lo individual. “Hay un infinito de variaciones. ¿Cómo las podemos hacer tan universales? Cuando las hacemos muy personales, cuando de alguna manera se rompe con eso. Es irónico, pero creo que Gómez Bolaños lo sabía ver, lo aprendí y ahora lo valoro mucho”.

Para contar esta historia, la producción de Chespirito recreó un México que ya no existe. ¿Cómo fue esa proyección desde tu perspectiva? “Me hace sentir muy orgulloso. Agradecido de trabajar con gente como Mark Welber, director de fotografía, y el gran equipo de arte obviamente. Había un grupo grandioso que estaba realmente emanando esos momentos y esa esencia de lo que pudo haber sido esa época”, explica.


PREMIOS: ¿UN SUEÑO?

La conversación con Cruz Guerrero tiene lugar en esa época del año en la que la industria premia a sus mejores producciones e intérpretes, una cuestión que él, desde la madurez, encara ahora con otro enfoque. “Hace mucho sí soñaba constantemente con ganar premios, pero esa idea se ha difuminado a raíz de que me he preguntado en los últimos años: ¿para qué?, ¿qué busco ahí?, ¿qué gano con eso, con ese aplauso de ese grupo en particular?, ¿qué me suma? Me estoy preguntando eso y estoy en la búsqueda de las respuesta”, revela el actor, que lleva casi 28 años frente a las pantallas. “La verdad es que he ido a muy poquitos premios, me han invitado a muy pocos, entonces es un mundo nuevo para mí. A ver si nos invitan a algunos el siguiente año con Chespirito. A nivel personal, me pregunto qué es lo que encontraría ahí, pero definitivamente es algo que se agradece, porque es el reconocimiento de un esfuerzo que hicimos entre muchas personas y que tuvo un efecto positivo”, añade.

IA Y LA INDUSTRIA TELEVISIVA MODERNA

Durante la charla, Cruz Guerrero también tuvo tiempo para hablar de Inteligencia Artificial (IA) y de cómo esta ha moldeado las industrias televisiva y del entretenimiento. La era del Big Data y la toma de decisiones basadas en algoritmos no perdona a ningún sector, y aunque considera que estos procesos resultan incluso naturales, sí pide a sus colegas que estén abiertos al sentido común.

“Hay mucha especulación respecto a qué es lo que se quiere ver, y ahí es donde creo que se encuentra actualmente la industria. Hay un gran nivel de especulación respecto a lo que quiere ver el consumidor, pero esa información puede ser un arma de doble filo si se utiliza pensando que esa lectura del consumidor de hace un año, dos años, tres años o los últimos 60 años, indica qué es lo que quiere ver después. Creo que ahí hay un leve engaño respecto de cómo nosotros percibimos esa información”, reflexiona sin rehuir la realidad, sin cerrarse a la aparición de nuevas ideas creativas, más innovadoras y atractivas, o de nuevos formatos.

“Cada una irá descubriendo cómo utiliza esta nueva herramienta, y serán algunos los que encuentren esa manera innovadora. Luego vendrán los que traten de copiar ese modelo. Ese es el reto, usar estas innovaciones para seguir haciendo lo que a nosotros nos gusta, lo que nos llama la atención, que es comunicar y contar historias”, comparte Cruz Guerrero, quien reconoce utilizar la IA “casi a diario”, ChatGPT, concretamente


NUEVOS PROYECTOS

Interpretar a un genio del tamaño de Gómez Bolaños puede ser un acicate o provocar una resaca importante. “La verdad es que me quedé muy inspirado, y pensé en cómo puedo aprovechar esta oportunidad para crear algo que, a mí como espectador, me llame la atención ver. Eso sí, que venga impregnado de humor, porque para mí es muy importante en mi vida. Para mí es importante que ese mensaje se transmita con humor”.

Si bien acepta que tiene ganas de dirigir y producir, “ya sea en televisión o cine”, Cruz Guerrero no tiene prisa. Disfruta la paz actual mientras analiza el siguiente movimiento. Quizá teatro, quizá televisión. Por ahora, el guion en turno es una película de terror, cuya filmación en Monterrey será su proyecto de cierre de año. “Estoy muy emocionado, es una película que está bien escrita, dirigida por dos mujeres muy, muy talentosas, y creo que vamos a lograr contar una historia interesante. Se llama La mujer que soñaba bajo el agua”, relata.

Para quien nació y creció en la Ciudad de México, vivir lejos puede ser o un sueño cumplido o una pesadilla constante, pero Pablo, quien vive en el sureste del país desde hace cinco años, lo disfruta. Cambiar los tamales por las tortas de cochinita y lechón es una decisión que agradece diariamente, aunque la pregunta surge: ¿regresaría a la capital? “No me gusta ser tan determinante, tan conclusivo, pero hoy, no. Quién sabe hasta cuándo vaya a durar, pero hoy estamos muy contentos aquí y a ver qué pasa en el futuro, a ver qué oportunidades se presentan”, concluye.