Un comercial ya no es sólo un comercial. El tiempo en el que la exigencia para las marcas y agencias era hacer un bonito spot para televisión queda lejos. Ahora, hay que lanzar ese spot, ver cómo funciona en redes sociales, estar atentos a la conversación de las audiencias, responder, modificar la estrategia de marketing para atender esos comentarios, si es necesario, y medir los resultados. Y esto es sólo la parte que sigue al lanzamiento. Antes hay todo un proceso de investigación de audiencias y del negocio. Una palabra es clave: data.

Las mejores campañas del año, lejos de echarse atrás ante el incesante incremento de información y datos, han sabido usarlos a su favor. Desde Netflix y sus aliados, con toda la estrategia armada para hacer aún más atractiva la producción Luis Miguel, la serie y aprovechar cada recoveco de la conversación; hasta una marca que se suele ver como ‘clásica’, como Nescafé, que hizo un análisis de los propósitos de su audiencia y lanzó una campaña integral que incluía hasta playlists personalizadas en Spotify para ayudar a sus consumidores a cumplirlos.

El objetivo, al final de todo, es involucrar a las audiencias, a los consumidores.


A veces, como en el caso de la creación del cereal Bud Light, no era tanto vender, como estar en boca de su target. Lo supo hacer también Heineken o la marca de condones Prudence.

UN BENEFICIO PARA LA INDUSTRIA

Marcas y agencias tienen nuevos formatos y herramientas para jugar y los están aprovechando. Es una decisión en la que todos ganan: los consumidores, que ya no tienen que ‘sufrir’ la publicidad, sino que hasta disfrutan campañas experienciales; las marcas, que incrementan sus ventas y el engagement con sus audiencias, y las agencias, que obtienen nuevos negocios (y por qué no decirlo, también premios y reconocimientos como éste).

Pero, sobre todo, hay un beneficiado: la industria de la publicidad y la comunicación en México, donde la inversión en este segmento es aún baja en comparación con otros países de la región o con el promedio mundial. La inversión en publicidad sólo representa el 0.52% del volumen total de ventas de las empresas. Aumentar la cifra será un reto. Una buena forma de lograrlo es generar ideas innovadoras, creativas, con impacto y pensadas para ofrecer una solución de negocios. Está en manos de la propia industria conseguirlo.

La mañana del 2 de julio, tres temas protagonizaban las conversaciones de los mexicanos: la victoria de Andrés Manuel López Obrador en las elecciones presidenciales del día anterior, el partido de la selección mexicana de futbol contra Brasil en el mundial y si Luis Miguel encontró a su madre o no en un psiquiátrico de las islas Canarias. De hecho, la preocupación por el destino de Marcela llevaba dos meses y medio desvelando a los mexicanos, que esperaban con impaciencia que dieran las nueve de la noche de los domingos para saber más sobre la suerte del cantante. Y aún quedaban dos semanas más de incertidumbre, las que faltaban para que concluyera Luis Miguel, la serie, la producción original de la plataforma de streaming Netflix y la primera autorizada por el artista.

Micky no encontró a su madre, pero sí un remedio a los problemas que le acosaban en los dos últimos años: escándalos, deudas, conciertos cancelados, órdenes de aprehensión y demandas -una de ellas interpuesta por el cantante Alejandro Fernández por incumplimiento de contrato, daños de imagen y fraude por cancelar la gira que iban a hacer juntos–. Todo esto parece hoy lejano para los seguidores del cantante y de la serie (que no necesariamente coinciden), más interesados en la tormentosa relación entre el cantante y su padre, sus relaciones amorosas, el origen de su carrera y la desaparición de su madre.

La versión extraoficial es que el cantante autorizó la serie para saldar algunas deudas. Según declaraciones de Carlos Bremer, presidente de Value Grupo Financiero y quien estuvo involucrado en las negociaciones, al diario Reforma, el cantante recibió 5 millones de dólares por el proyecto.

José Calderoni, director de Mercadotecnia de Netflix México, asegura no estar al tanto del tema. La productora Gato Grande Productions fue la que se acercó a los directivos de la compañía de streaming para proponerles el proyecto, asegura. “Lo que nosotros siempre buscamos es contar historias que conecten con nuestras audiencias”, dice.

Y la biografía de Luis Miguel tenía todos los elementos para engancharlos. La serie lideró la conversación en redes sociales durante las 13 semanas de su emisión (entre el 22 de abril y el 15 de julio). Para Bruno Lambertini, fundador y CEO de Circus, la agencia que se encargó de la conversación digital del proyecto y de crear los spots promocionales, el reto era contar la historia de una vida que siempre se había mantenido en secreto. “Generaba mucha intriga entre los espectadores. Queríamos contar una historia real. Para lograrlo, creamos contenido que, además de ser avalado por el cantante, encendía la expectativa de la audiencia”, menciona.

Circus. De izq. a der., arriba: Hugo Fabián, Dauquen Chabeldin y Noé Segovia. Abajo: Gabo Carrera, Bruno Lambertini y Yaneth Velásquez.

POTENCIAR LA CONVERSACIÓN

La popularidad del artista mexicano permitió que la comunicación con el público fuera más sencilla, pues no era necesario explicar detalladamente de qué iba el contenido. Se definió que la mejor manera de transmitir la historia era con capítulos semanalmente –de forma compartida con la cadena de televisión Telemundo–, mientras se implementaba una estrategia de marketing basada en la reacción de los usuarios.

“Con Luis Miguel, la serie fue un esfuerzo simultáneo. Decidimos que era mejor que saliera en todos los países al mismo tiempo por un tema tan impactante como es la música. Sabíamos que la canción que identificaba cada capítulo iba a dar mucha conversación”, dice Calderoni. Gracias a esta decisión, los picos de conversación en las redes sociales comenzaban el domingo al terminar el episodio, se mantenían el lunes, aumentaban el martes y cambiaban el miércoles, día en que dominaban las preguntas sobre lo que iba a suceder en el siguiente capítulo.

De hecho, las búsquedas sobre Luis Miguel en Google aumentaron 600% con preguntas nuevas después de cada episodio. Netflix, por su parte, no ofrece datos sobre ingresos ni suscriptores.

Que cada episodio fuera titulado y musicalizado con uno de los temas del cantante incrementó el trabajo, pero permitió crear sinergias importantes. Las agencias involucradas (de relaciones públicas, estrategia digital y arte visual) tuvieron que responder a un brief nuevo cada semana. En Circus, cada domingo debían explotar el tema que trataba el capítulo en las redes sociales y ajustar la conversación según la manera en que los internautas interactuaban.

Para Jen Garrido, directora creativa digital de Canyon Design Group, que desarrolló el arte visual, el reto fue vender el espectáculo que se había creado alrededor del proyecto en un póster. “Necesitábamos que fuera dramático, que capturara un momento íntimo del cantante y generara una conexión emocional con los usuarios. Cada semana nos encargábamos de transmitir a una persona renovada y diferente, lista para salir al escenario”, refiere.

Además, Netflix hizo una alianza con Spotify para complementar la experiencia. Raúl González Bernal, director de Marketing para México y Latinoamérica de Spotify, detalla que todos los domingos la plataforma de audio colocaba un adelanto de la canción que iba a marcar el capítulo de esa noche, para ‘calentar motores’. Al siguiente día, lanzaba una playlist de Luis Miguel y el soundtrack original para seguir incrementando la conversación.

Las reproducciones de las canciones de Luis Miguel en Spotify aumentaron, en promedio, 152% al día. Esto significa un incremento de 55% en el número de oyentes mensuales, al pasar de cuatro millones entre marzo y abril a 6.3 millones al cierre de julio. “Sabíamos que la serie iba a tener un impacto fuerte, pero jamás pensamos que de tal magnitud. Esto nos ayudó a poner más énfasis en la campaña que estábamos haciendo para México y Colombia. Después, decidimos crear un spot para difundirlo también en Argentina, Chile y Perú”, dice González Bernal.

El parteaguas se dio en el cuarto capítulo, cuando la vida perfecta del cantante se desmorona. Las mentiras sobre su madre por parte de su padre, Luis Rey (quien ya ha desbancado a Soraya Montenegro como el peor villano de la ficción mexicana), y las sospechas de infidelidad de su novia Mariana lograron que Luis Miguel mostrara su lado humano. La audiencia respondió: la canción “Culpable o no” tuvo un incremento de reproducciones en Spotify de 4,000% en un solo día.


UN AÑO DE TRABAJO

Netflix lanzó en abril de 2017 el primer promocional de Luis Miguel, la serie. Calderoni señala que, desde el principio, era importante mostrar que el cantante estaba involucrado, eso atrajo la atención. Pero, por más popular que fuera el personaje y la intriga que generara su vida, el éxito no iba a llegar solo. Netflix trabajó de la mano de Circus para entender a la audiencia, rastrear sus gustos a través del análisis de data y dejar en claro el tipo de personas a las que querían llegar. “La clave siempre fue escuchar a la audiencia, conocer su reacción y, a través de esto, adecuar nuestra estrategia de marketing”, apunta Calderoni, quien no revela el perfil del público de la producción.


Para González Bernal, es probable que la audiencia que construyó el éxito de la serie no vea televisión de manera tradicional. Por eso, opina que el impacto del proyecto habría sido menor si la transmisión hubiera sido sólo a través de una cadena de televisión. Ante esto, en Spotify están listos para generar una campaña de publicidad distinta para la segunda temporada que aún no ha sido confirmada por Netflix, pero sí por la productora Gato Grande Producciones.

Luis Miguel, la serie nos trajo una satisfacción y un éxito que no esperábamos”, dice Calderoni. Para el cantante, el proyecto dejó de ser un simple contenido audiovisual. La gira ‘México por siempre’, que inició en febrero de 2018, cuando ya había comenzado la promoción del proyecto, es la séptima más lucrativa del año en el mundo, con ingresos promedio por ciudad visitada de 1.8 millones de dólares y un ticket con una media por boleto de 103.8 dólares, según una lista publicada en junio por Pollstar, revista estadounidense de referencia en la industria musical. Para la audiencia, la serie se convirtió en el motivo principal de reunión cada fin de semana. “Logró un fenómeno que hace tiempo no se veía: reunir a un grupo de personas para seguir una misma historia”, afirma Raúl González.

ir a Nescafé

A las 13:14 horas del 19 de septiembre de 2017, Sergio Beltrán estaba trabajando en las oficinas de la compañía de medios Vice en la Ciudad de México. Cuando la tierra se cimbró, el posproductor salió a la calle. Pronto notó que éste era un sismo diferente a los que había vivido en la capital del país.

Comenzó a llamar a amigos y familiares, caminó hacia su casa para verifiar que todo estuviera bien y, en menos de tres horas, creó un mapa colaborativo para identficar los derrumbes, centros de acopio o zonas de emergencia. Fue la primera piedra de #Verificado19S, movimiento enfocado en contrastar toda la información que surgió tras el sismo para hacer más eficiente la respuesta ciudadana.


En el mapa digital, Beltrán vaciaba la información que registraban las autoridades federales en tiempo real. Parecía una herramienta útil y eficiente. Hasta que a las 21:00 horas de aquel día, varias personas le llamaron para revelarle que mucha de la información era falsa. “Habían acudido a los puntos que decían en el mapa y no habían encontrado ni emergencia ni acopio, nada”, recuerda.

Detener la iniciativa no era una opción, fortalecerla, sí. Junto con otros ciudadanos que estaban generando bases de datos sobre centros de acopio y redes de monitoreo en tiempo real decidieron crear un colectivo anónimo integrado por más de 2,000 personas de diferentes per les que, a través de imágenes para redes sociales, informaban qué sucedía, dónde y qué se necesitaba para atender la emergencia. “Cada uno de los participantes tenemos un expertise importante, quizá mercadológico, politólogo, administrativo o logístico, que a la hora de la emergencia nos funcionó muy bien”, detalla Carlos H. Verástegui, CEO de la agencia creativa Ache.

Siempre publicaban mensajes veraces y oportunos. “La regla de oro era que algo estaba verificado si uno lo había visto con sus propios ojos o si había hablado con dos personas de cofianza que lo hubieran visto”, describe Beltrán. “Nuestro rol era mantener la información fluyendo y, de cierta forma, estábamos brindando los primeros pasos hacia la reconstrucción”.

El colectivo, en el que también participaron organizaciones como Artículo 19, Bicitekas, Cencos y Serapaz, unificó toda la información en un hashtag, #Verificado19S, que se convirtió en trending topic. Además, creó unas fichas de diseño sencillo para distribuir en redes sociales con las necesidades del momento. La iniciativa estuvo vigente dos semanas, hasta que concluyeron las tareas de rescate en el edificio colapsado en Álvaro Obregón 286, en la colonia Roma.

Verástegui valora que fue un aprendizaje sobre cómo establecer protocolos de respuesta rápida y usar la información para generar contenido.

Para Pepe Montalvo, fundador de la Agencia Montalvo, la iniciativa marcó un precedente difícil de superar. “Se logró un gran posicionamiento”, agrega. “Lo mejor es que nace de la sociedad civil y usa todos los recursos de comunicación, marketing y redes sociales para combatir el lado malo que tienen las redes: la desinformación”.

Actualmente, el colectivo trabaja en la generación de un protocolo que sirva para responder a próximos desastres naturales. El plan es publicarlo en 2019.



DE IZQUIERDA A DERECHA:


Alexis Ospina, VP Creativo de Y Adriana Valladares, presidenta de Burson-Marsteller México; Alejandro Cardoso, Chairman Ejecutivo Regional de Publicis Groupe; Jorge Vargas, director general de Kantar Millward Brown; Isabel Blasco, directora general de Interbrand; Eric Descombes, CEO de FCB México; Analí Díaz Infante, CEO de Diggitalera; Gabriel Richaud, director general de la IAB México, y Sergio López, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de Agencias de Publicidad (AMAP).



METODOLOGÍA:


‘Monstruos de la Mercadotecnia’ es un estudio que involucra todas las estrategias de mercadotecnia (lanzadas entre junio de 2017 y junio de 2018), desarrolladas en México y adaptaciones con resultados de alto impacto para la marca en el país. El plazo para participar estuvo abierto entre el 6 y el 24 de agosto. Las estrategias con más impacto y creatividad son las que se consideran para la publicación. Las 65 campañas que se inscribieron fueron evaluadas por un jurado externo a Expansión, que decidió al ganador, mención y finalistas.

POR:

ZYANYA LÓPEZ, AMINETTH SÁNCHEZ, ANGÉLICA PINEDA, IVÁN SALOMÓN RODRÍGUEZ, MELISSA PÉREZ ALCÁNTARA Y PURI LUCENA.

DISEÑO:

Diseño Hard News