En home office o desde la planta, en la compañía el trabajo no paró, pero sí cambiaron los protocolos para cuidar la salud de los trabajadores.
Por: Zyanya López
En Grupo Urrea, el coronavirus no ha llegado. A siete meses de la aparición del covid-19 en México, la empresa de herramientas no presenta ni un solo caso de contagio interno. Alfonso Urrea Martín, director general de la compañía jalisciense, asegura que se debe a la ejecución de un plan prematuro de emergencia sanitaria. “Tres semanas antes de que el gobierno estatal declarara contingencia, nosotros ya estábamos haciendo home office”, menciona.
Tener conocimiento de lo que estaba sucediendo en otros países, debido a que cuentan con proveedores internacionales, les permitió tomar las medidas necesarias para cuidar la salud de sus 1,600 colaboradores, sobre todo, del 62% que siguió trabajando en la planta durante la contingencia.
Para eso, Tsipin Amezcua, directora de Desarrollo Humano, creó una app móvil que ayudó a los trabajadores a tener un diagnóstico previo, de acuerdo con sus síntomas. “Estamos en una zona donde hay dengue y, ahora, influenza, por eso era necesario asegurarnos de que no era covid-19”, explica.
EXPANSIÓN: ¿Qué les permitió generar un plan tan temprano?
Alfonso Urrea Martín: Pertenecemos a un grupo en Guadalajara que se llama Grandes Empresas de Coparmex, en el que nos reunimos una vez al mes. En la primera conferencia que tuvimos después de la llegada del covid-19 se habló de la experiencia de una de las plantas electrónicas del estado con filiales en China, Brasil, Europa y Estados Unidos. Nos comunicaron qué estaban haciendo para evitar los contagios. Ahí empezamos a tomar una serie de medidas.
E: ¿En qué consistió la estrategia?
AUM: Primero nos aseguramos de separar horarios de trabajo, de transporte y de comedor. Después, repartimos uniformes de distintos colores para cada área y nos aseguramos de que no se mezclaran. Los únicos que podían moverse entre áreas eran los supervisores o gente de plantas, quienes tenían un overol gris. Le asignamos un número a cada colaborador para que siempre ocupara el mismo espacio en el transporte, en el comedor y en las oficinas. Adicionalmente, colocamos túneles desinfectantes, tapetes sanitizantes y gel antibacterial en el espacio de trabajo e implementamos el uso obligatorio de cubrebocas, lentes y equipo de protección. Apagamos el aire acondicionado y nuestro doctor se encargó de monitorear la salud de cada una de las personas.
Tsipin Amezcua: Este rastreo nos ha ayudado mucho. Si hay cualquier sospecha de contagio, lo identificamos, sabemos quiénes son sus contactos directos y, automáticamente, lo aislamos. Cuando nos aseguramos de que el resultado es negativo, entonces vuelve a trabajar, así ha sucedido en 90% de los casos. El otro 10% se ha quedado en casa por dar positivo después de una reunión con familia o amigos. No hemos tenido ningún contagio interno.
E: ¿Cómo adaptaron sus procesos?
AUM: El personal administrativo siempre ha trabajado con esquemas flexibles, así que no fue un problema adoptar el home office. El equipo de diseño no lo hacía, pero solo migramos su equipo de cómputo a casa. De hecho, la productividad aumentó. En planta nunca dejaron de trabajar, excepto los que son población vulnerable.
TA: Hicimos un protocolo robusto de seguridad para los colaboradores, tanto dentro de la empresa, como fuera de ella. Lanzamos un chat para tener comunicación personalizada con ellos y les ofrecimos actividades para cuidar su salud física y mental.
E: ¿Qué medidas especiales han implementado para la ‘nueva normalidad’?
AUM: Hay que partirlo en tres vertientes. La primera son los operativos, que con ellos vamos a seguir implementando las mismas medidas que hasta ahora. Luego está el personal de calle, los vendedores y asesores técnicos, para ellos hicimos una app móvil en la que pueden tener juntas virtuales, presentar a distancia, tomar el pedido y cerrar ventas. Por último están los administrativos, quienes asisten a la oficina en grupos de 20 personas de forma aleatoria. En nuestras oficinas caben más de 120 personas, pero nos aseguramos de no saturarla.
TA: Son muy amplias, por eso, el acondicionamiento de espacios ha sido mínimo, fue más la implementación de acrílicos de separación y señalamientos. El regreso dependerá de la vacuna o la cura, la ocupación subirá según las condiciones sanitarias.