Wizeline ha reforzado la comunicación y la empatía con sus colaboradores para mantener un buen ambiente de trabajo más allá de la oficina.
Por: Eréndira Reyes
El covid-19 trajo a las empresas retos en la gestión diaria de sus operaciones, sin embargo, para muchas, la reinvención del modelo remoto se ha trasladado a un esquema de trabajo productivo, que brinda beneficios y que sustenta plantear nuevos esquemas de colaboración, eso es lo ocurrido en el caso de Wizeline.
“El trabajo remoto va a ser nuestra nueva forma de trabajar y ante esto, nuestra cultura laboral estará lista, seguirán los espacios de trabajo, pero la oficina será distinta, no tanto por cuestiones de seguridad sanitaria, sino para ser un espacio de colaboración y concentración. En lo que estamos trabajando ahorita es en mantener esta cultura de comunicación y diversidad, contratando gente de todo el mundo, de Egipto, de Nigeria, pero también de Aguascalientes, Hermosillo, Mérida, colaboradores de ciudades que antes no llegaban a la oficina porque debían mudarse”, comenta Aníbal Abarca, director de Tecnología (CTO) de Wizeline, a Expansión.
La firma, que inició en 2014 en San Francisco, California, y se dedica al desarrollo de proyectos de software, ha impulsado siempre la colaboración a distancia, pero ahora que esta condición es más prevalente que nunca, sus dos pilares –apertura y flexibilidad– cobran más sentido.
“Afortunadamente, no hemos visto un impacto en el equipo que nos haya afectado en renuncias, por el clima familiar de los colaboradores, pero esto ha sido posible porque primero tenemos una cultura de comunicación clara, tenemos apertura con clientes que están siendo empáticos y quienes están pasando retos parecidos a nosotros. Además de la flexibilidad que hay, pues estar en casa tiene retos distintos a estar en la oficina, sobre todo, con los colaboradores que tienen niños y deben igual atender sus necesidades”, precisa Abarca.
Además de hacer más flexible la colaboración que tienen sus empleados en la empresa se ha buscado mantener una apertura a ideas e inquietudes y ha tenido un especial interés en conservar un ambiente laboral favorable en los cientos de oficinas remotas que hoy tiene la empresa, pese al distanciamiento social.
“Estamos potenciando que los colaboradores tengan un buen ambiente de trabajo estando a distancia. Hemos habilitado servicios que antes no veíamos tan importantes y que aunque los teníamos no eran tan conocidos, como programas de salud mental, mindfulness, meditación, entre otros. Hemos invertido en la salud holística e integral de las personas para seguir trabajando de forma remota”, indica el CTO.
Además de esta serie de programas, la empresa quiere equipar las ‘nuevas oficinas’ de sus empleados, ya sea enviando la silla que tenían en la oficina, haciendo llegar los monitores o equipo de cómputo a las casas de los colaboradores e, incluso, viendo casos específicos en los que tiene sentido habilitar servicios de oficina.
“En algunos casos hemos hecho proyectos para habilitar oficinas remotas, sobre todo, en espacios alejados de ciudades, y estamos ideando programas más en forma sobre este tema que impacten en toda la organización”, explica Abarca. La idea, comenta, es que, con este tipo de iniciativas, los empleados sigan siendo productivos y cercanos a
la compañía.