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A los 18 años descifró quién era y qué era aquello que le estaba pasando que no lograba entender. Afrontar a su familia y a sus amigos, asegura, ha sido una de las cosas más difíciles que ha hecho. “Pasé casi 10 años peleando a diario con mi mamá, con dudas de si era lo correcto y si sería un camino fácil. Perdí a mucha gente y vivía inventando historias en mis trabajos para no tener que decir la verdad, pues, de algún modo, me avergonzaba y no quería seguir perdiendo gente”. Hasta que superó un episodio de salud y decidió vivir al máximo.
“Sin buscarlo y por azares de la vida, un día conté mi historia a toda la empresa en la cual trabajaba en ese momento, un foro de más de 1,000 personas que me escuchaban y en el cual, sin duda, toqué emocionalmente a muchas. Esto me ha dado un sentido y cada vez más fuerza para seguir participando y contando mi historia, para llegar cada vez a más personas y ayudar a crear conciencia, normalizar conversaciones, quitar barreras y eliminar miedos”, afirma.
Allard ha fomentado conversaciones y espacios seguros para escuchar a la gente y crear iniciativas que han ayudado a mejorar el ambiente de trabajo y el compromiso. Como resultado, la empresa aumentó tres puntos en el último cuatrimestre en la encuesta MyVoice, que mide el clima organizacional.
Además, la farmacéutica ha actualizado sus políticas, asegurando un lenguaje inclusivo, así como el impulso a la implementación de políticas que contribuyan a la equidad de género y a la diversidad, como la licencia parental, la actualización de licencias por maternidad y paternidad para extenderlas sin importar el modelo de familia y adicionando días a los que otorga la ley.