Las “horas mamá”


Cecilia Jiménez estira el tiempo del día. Su clave es la organización, ser exigente y selectiva con lo que ocupa su jornada.


Cecilia
Jiménez

CEO

Santander Asset Management

Foto: Anylú Hinojosa-Peña

Por: Luz Elena Marcos Méndez

A

l pensar en productividad, las “horas mamá” pueden ser un buen parámetro. Es el que utiliza Cecilia Jiménez, CEO de Santander Asset Management México, y que le permite ser más selectiva con los proyectos que son redituables de los que no lo son.

Jiménez es chilena y estudió Ingeniería Comercial, una carrera que sólo se imparte en su país, pero que se enfoca mucho en las finanzas como lo haría una carrera de Economía en México, aunque con menos matemáticas puras de las que tiene una ingeniería civil. Trabaja en el banco desde hace 12 años y, cuando le propusieron ocupar la dirección de Asset Management, hace casi uno, tenía seis meses de embarazo y dos hijos pequeños.

Y ahí ha residido el reto más grande en el último año para ella, pues ha asumido el puesto al tiempo que cuida a su hija con síndrome de Down. “Ha sido un torbellino de emociones vivir con una discapacidad, conocerla, transformar el miedo en coraje, los prejuicios en aceptación y empatía para seguir con lo que nos toca”, asegura. De hecho, cuando unos días después de realizar esta entrevista, Jiménez llega al estudio de foto de Expansión, lo hace con una inquietud. Le preocupa no haber transmitido bien la idea y quiere insistir en el que, para ella, ha sido un momento clave en su carrera: ser madre le hace ser una profesional exigente y más selectiva.

“Más exigente y mucho más rigurosa porque cada minuto que pierdo en la oficina, en un proyecto que no tiene sentido, en una plática que no lleva a ninguna parte, en una reunión con un cliente que en realidad nunca va a ser un cliente, es tiempo que dejo de estar en mi casa con mis hijos”, comenta.

Para conseguir la eficiencia en su trabajo, Jiménez es más meticulosa con el tiempo que dedica a cada labor diaria, que es ejecutar proyectos coordinando distintas áreas como Compliance, Recursos Humanos, Tecnología, Marketing y Ventas para atender las necesidades de clientes dentro de México. También se encarga de buscar las mejores alternativas de inversión para personas físicas e instituciones, ya sea en renta fija, en deuda, como Cetes, acciones en México y otros países para darles el mejor rendimiento.

Una reunión importante debe durar máximo una hora, asegura, y si es para revisar un tema puntual, entre 20 y 30 minutos. Si es para comentar algo con sus colegas, no debe demorar más allá de 15 minutos. “Trato de dar y de cumplir con esos espacios porque así puedo dar más reuniones y maximizar el tiempo que soy eficiente. Las ventanitas de tiempo que tengo, que es dejar a mis hijos en el camión en la mañana, recoger a mis hijos del camión a la hora de la comida y comer con ellos y acostarlos, es algo que no pienso ‘transar’ (negociar)”, explica.

Su capacidad para atender los negocios y a su familia es algo que destaca Felipe García Asencio, director general de Santander México, quien asegura que es un ejemplo de liderazgo dentro del grupo. “Su posición actual como líder de la gestora de fondos es resultado de su talento, compromiso con su carrera y de sus excelentes resultados en responsabilidades anteriores. Me llena de orgullo que sea ella quien lidere un área estratégica en el negocio, pues es, sin duda, un gran ejemplo a seguir para muchas otras colaboradoras de Santander”, afirma.

Si no está en la agenda, no existe

Para lograrlo todo, Jiménez trabaja por horarios y la mañana es para dedicarse a ella. “Me levanto a las 5 y voy a nadar de 5:20 a 6 de la mañana; subo corriendo porque a las 6:30 levanto a mis hijos y los arreglo para ir al colegio. A las 7 regreso a casa y tomo la primera reunión”, cuenta.

Siempre de la mano del calendario Outlook y su iPad, Jiménez maneja sus horarios. El prime time es entre 9 am y 1 pm, debido a que es el horario en el que coincide con el de España, la matriz de Santander. Después de la hora de la comida, agenda y atiende asuntos de México. También es donde se siente más tranquila de que no habrá alguna urgencia que atender, por lo que puede dedicarse a los proyectos de mediano plazo. Pero su horario favorito es el del viernes por la tarde. “Trabajo perfectamente bien porque nadie te interrumpe. En México, entre 1 y 6 de la tarde del viernes nadie te pela, no te contestan un correo hasta el lunes”.

La directiva suele hacer networking en las mañanas, en desayunos. Las comidas suelen ser más largas y, por lo tanto, quitan más tiempo, considera. Y es rigurosa con el calendario: si no está ahí, no existe. Es la manera en la que evita que los proyectos naufraguen. También tiene un chat con su equipo de trabajo para realizar lluvia de ideas. Nadie está obligado a contestar pero sí a leer, para así llevar propuestas a las juntas de trabajo.

Así surgen las ideas, dice, lavando trastes o mientras se toma un baño. El ejercicio ayuda a que se reconozca a quien aporta y a que se afinen los detalles. “Ceci tiene un gran carácter y determinación y, al mismo tiempo, es empática y está muy comprometida con el empoderamiento de las mujeres y su desarrollo. Todo esto la hace una gran líder que cuenta con el apoyo de sus equipos para hacer frente a los retos laborales que se presenten”, asegura García Asencio.

Los objetivos se miden semanal, quincenal o trimestralmente. Se involucran desde el analista hasta el director y Jiménez asegura que todos deben tener acceso a la misma información. “Tomo muchas notas en mi iPad y tengo mi calendario abierto para todos. Señalo en rojo lo que es inamovible, como una presentación del colegio, una cita médica o una presentación con el banco. En morado pongo cuando es algo fuera de la oficina, entonces eso significa que si quieren que sea presencial, tienen que darme el espacio para regresar”, señala.

Ser mamá, tener una vida profesional y alcanzar puestos de liderazgo es posible. Y la directiva aconseja que para lograr ser madres y profesionales, las mujeres tienen que aprender a pedir más. “Uno siempre teme pedir, pero si eres una buena profesional, siento, y creo, que la empresa te va a valorar y te lo va a dar”, añade. “Negociar es importante siempre que sepas cuáles son tus prioridades. Nosotras como mujeres estamos ‘seteadas’ como especie a ser lindas, a decir que sí, y tenemos que aprender a decir que no”.

La maternidad en puestos de liderazgo pone sobre la mesa un aspecto que hace falta normalizar: la lactancia. Jiménez cuenta que en reuniones de trabajo, cuando usa un extractor de leche, los hombres suelen incomodarse. “A los hombres les da pena, pero a mí, no”. Y aunque las empresas deberían considerar las salas de lactancia, dice que es importante pedir a las que no las tienen que las instalen, para que esto no sea un impedimento para el desarrollo profesional.

Una maternidad soportada por amigas

“Mujeres en Finanzas es mi tribu”. Cecilia Jiménez es cofundadora de esta asociación que fue creada en 2018 para fomentar el crecimiento y el desarrollo de mujeres en la industria. Es un lugar en el que se ha refugiado cuando las cosas no salen bien en su vida profesional o personal. “Ha sido fundamental porque veo el cambio que hay en la industria, muy poquito pero en la dirección correcta. Cada vez tenemos un sistema financiero más justo”.