PAUSAS PARA
AVANZAR


La estrategia de Adriana Macouzet consiste en tres pasos: tener seguridad en su valor, frenar para respirar y ser fiel a sus prioridades.


Adriana Macouzet


Vicepresidenta para América Latina y directora general de Recubrimientos de Protección y Marino Latinoamérica


PPG

POR: Diana Zavala

A

driana Macouzet se ha movido por su vida personal y profesional, desde siempre, con seguridad. Sus pasos, firmes y en una dirección definida, la han catapultado a cumplir con su plan de vida y a aspirar a más.

Siempre tuvo clara una idea: quería ser directora general. Así que, desde muy temprana edad, se encaminó hacia esa ruta. Y para construir una carrera firme, lo más importante fueron los cimientos, pues cuando eligió su profesión, a finales de los años 80, lo hizo pensando en cuál le daría la mejor oportunidad de cumplir sus objetivos.

“Yo quería llegar a ser una CEO. Eso lo tuve claro desde el principio. La carrera me encanta, porque me gusta mucho la química, las matemáticas y la ingeniería. Pero yo me puse a estudiar en ese momento porque la mayoría de los directores generales de las empresas, o eran financieros o eran ingenieros químicos”, dice.

No obstante, a pesar de su decisión, en aquel momento, las opciones para las mujeres en puestos de liderazgo eran limitadas, y su padre, también ingeniero químico, le advirtió que alcanzar esa meta sería difícil. “Me dijo que me estaba poniendo la vara muy alta, que prácticamente no había mujeres CEO en el sector. Pero yo le aseguré: ‘Voy a ser la primera’”, recuerda.

Con esa convicción, unos años más tarde comenzó su trayectoria en PPG, una empresa global de pinturas y recubrimientos. Al inicio, su camino no fue en línea recta hacia la dirección general, sino a una construcción paciente de habilidades, experiencia y redes de contactos.

Entró a un laboratorio, un espacio que pronto descubrió que no era para ella, pero en el que aprendió lo suficiente para moverse a otras áreas. “A los pocos meses, me asignaron un nuevo proyecto, y ahí empecé a ver que mi carrera podía tomar otros rumbos”, detalla.

Hoy, como vicepresidenta para América Latina y directora general de Recubrimientos de Protección y Marino Latinoamérica en PPG, lidera la operación regional de una empresa con presencia en sectores claves, como la energía, minería, transporte y manufactura. Su doble función refleja el modelo de liderazgo de la compañía, en el que se combinan la coordinación estratégica con la ejecución operativa. “Es una estructura que te reta constantemente, pero que también permite un aprendizaje profundo”.

Pero, para lograrlo, Macouzet no permaneció pasiva ante las oportunidades. A lo largo de los años, buscó asumir roles que ampliaran su conocimiento y le dieran experiencia en distintas áreas del negocio. “No se trataba solo de escalar, sino de desarrollar las habilidades necesarias para dirigir con una visión integral”, explica. Su estrategia de crecimiento no se limitó a promociones verticales; también tomó movimientos laterales que le permitieron conocer las complejidades de la industria y entender mejor el negocio.

Regresar con fuerza

A pesar de su crecimiento profesional, Adriana Macouzet tuvo claro que el éxito no debía ser un sacrificio personal. Con el nacimiento de su tercer hijo, tomó una decisión que para muchos podría parecer riesgosa: pausar su carrera por cuatro años.

“Me preguntaban si no tenía miedo de perder lo que había construido, pero yo sabía que era lo mejor para mí y para mi familia”, comenta. En ese tiempo, lejos de sentir que su trayectoria se detenía, se enfocó en fortalecer los pilares de su vida personal y construir un sistema sólido de apoyo.

Su familia fue clave para mantener un equilibrio, y, por ello, considera que el apoyo en casa es tan fundamental como el que recibe en su empresa, de forma que siempre ha buscado compartir sus logros y retos con quienes la rodean.

El aprender a delegar y a confiar en su equipo en todas las áreas de su vida garantizó que su regreso al mundo corporativo fuera con renovada energía y dirección. “Cuando volví, regresé al mismo puesto que tenía antes, pero con una claridad y estabilidad que me permitieron crecer aún más rápido”, recuerda. La pausa no fue una interrupción, sino una estrategia para construir una carrera sostenible a largo plazo.

El bienestar personal también ha sido una prioridad. Macouzet procura reservar momentos para ella misma, ya sea a través de la lectura, el autocuidado o, simplemente, la reflexión. Para ella, estos espacios no son lujos, sino una necesidad para mantener la estabilidad emocional y continuar desempeñándose al máximo en todas sus responsabilidades.

Esa misma filosofía la ha llevado a su liderazgo al interior de PPG. Incentiva a su equipo a encontrar su propio balance y a definir el éxito según sus propias prioridades. Considera que parte de su labor es asegurarse de que sus colaboradores tengan las herramientas necesarias para crecer y desarrollarse. Al fomentar la autonomía y la confianza, ha logrado construir un entorno laboral motivador que no solo impulsa el talento, sino que también lo retiene.

Para la ejecutiva, el éxito no es una serie de sacrificios, sino de elecciones alineadas con lo que realmente importa. “Yo disfruto lo que hago. No es un sacrificio viajar por trabajo o asumir nuevos retos, es lo que elegí hacer”, asegura.

El poder de las conexiones

En su carrera, una de las lecciones más importantes fue la relevancia del networking. A diferencia de los hombres, que suelen generar conexiones en espacios como el golf o reuniones informales, las mujeres muchas veces se enfocan solo en el trabajo y los resultados, sin considerar que el 50% de las decisiones de promoción dependen también de la percepción y las relaciones profesionales.

Macouzet reconoce que, en muchas ocasiones, el acceso a estas redes ha sido limitado para las mujeres, pero ella ha buscado activamente espacios en cámaras y asociaciones que le han permitido expandir su influencia.

Construir relaciones profesionales significativas no fue algo que diera por sentado, sino una habilidad que desarrolló con el tiempo. Aprendió a generar confianza y visibilidad en su industria, identificando personas claves que la ayudaran a seguir creciendo. Gracias a este esfuerzo, hoy es parte de los consejos de administración de Cooper Standard y NADRO, experiencias que han ampliado su visión del negocio y le han permitido comprender las decisiones desde una perspectiva más estratégica.

“Participar en un board te da una perspectiva distinta. Te ayuda a entender mejor las decisiones que toman los CEO y las dinámicas de gobernanza corporativa”, explica. Para Macouzet, este es un camino en el que más mujeres deberían involucrarse. “Los boards siguen siendo predominantemente masculinos, pero la diversidad es una estrategia comprobada para mejores resultados empresariales”, afirma.