El éxito está en
el impacto generado


Los negocios han sido siempre la pasión de María José Treviño, a la que se han sumado la colaboración y el impulso a otras personas.


María José Treviño


CEO


Acclaim Energy Mexico & LATAM

POR: Selene Ramírez

S

er líder no es un camino que se lleve sola, se trata de construir equipos sólidos y rodearse de personas con talento, siempre con visión a largo plazo. Por lo menos es así como lo ve María José Treviño, directora general de Acclaim Energy. Desde el inicio de su carrera, ha ocupado puestos de liderazgo. El primero fue en una empresa china; en ese entonces, estaba recién egresada y se involucró en proyectos internacionales de infraestructura, proporcionando materiales de construcción y desarrollando negocios en México.

Aunque estudió una carrera en chino mandarín, vivió algunos meses en Shanghái y conocía la cultura y la forma de hacer negocios, este primer acercamiento no dejó de ser un reto importante, pero le ayudó a reafirmar la pasión por los negocios que desde siempre ha reconocido en ella.

Su camino hacia el sector energético no fue premeditado, sino una evolución “natural” de esta pasión. Pero el verdadero factor determinante para permanecer en esta industria fue comprender que, además de poder crecer profesionalmente, podía generar cambios estructurales en beneficio de muchas industrias y de la sociedad. “La estrategia, el impacto a gran escala, una cosa me llevó a otra. Desde siempre me ha motivado resolver problemas complejos y cuando me encontré con la oportunidad de trabajar en el sector energético, supe que era un mundo donde realmente podía hacer una diferencia”, refiere.

A los 22 años, fundó su primera empresa: Mexico Green Energy, con la visión de innovar en un sector que “entonces tenía poca apertura a nuevas ideas y, mucho menos, a mujeres jóvenes en posiciones de liderazgo”.

Abrir caminos

Mirando hacia el pasado, la ejecutiva reconoce que aunque sus metas han evolucionado, su propósito sigue siendo crear un impacto real y abrir un camino de más oportunidades para otros. “Las empresas te dan poder, pero la persona tiene que hacer algo extraordinario con ese poder”, asegura. Esta determinación, dice, es la que la llevó a ocupar su actual puesto en Acclaim Energy. Además, le ha permitido explorar otra de sus pasiones: la mentoría. Ha participado en diversos programas, principalmente para mujeres, pero también de hombres e, incluso, ha invertido en algunas start-ups. Y si bien el nombre de la labor indica que es ella la que se dedica a compartir conocimiento, dice que el aprendizaje se mueve en ambos sentidos y ella se inspira en el talento, la determinación y la inteligencia de las personas a las que acompaña.

Acclaim Energy también ha seguido el compromiso de Treviño y, actualmente, tiene un programa de prácticas profesionales dirigidas a jóvenes que están interesadas en temas energéticos bajo la premisa de que “el acceso a experiencias tempranas en la industria puede ser una gran diferencia en sus carreras”.

“Es sumamente inspirador (...), la mentoría, para mí, es clave, yo tuve muy pocas mujeres mentoras a lo largo de mi carrera, por eso, para mí, es una meta personal liderar este esfuerzo. Mi meta es que cada vez más mujeres encuentren en la energía un sector donde no solo pueden desarrollarse, sino también liderar e innovar”, comenta.

Ambición y autenticidad

Estos factores de enseñanza son parte de lo que Treviño percibe como ser una mujer poderosa, una figura a la que describe como alguien que entiende la importancia de la colaboración, el aprendizaje constante y el empoderamiento con otras personas a su alrededor. Aquella que “logra equilibrar la ambición con la autenticidad y sabe que el verdadero poder viene de ser fiel a uno mismo”. “Una mujer poderosa es aquella que se atreve a ser quien es sin pedir permiso, es la que rompe barreras, usa su voz para cambiar las cosas sin miedo a incomodar cuando sea necesario”, sostiene.

El recorrido de Treviño por el mundo de los negocios, aunado a los cambios naturales de la vida y que el tiempo trae consigo, reafirmaron su valores, pero también le permitieron madurar y encontrar en la sabiduría la oportunidad de cambiar su opinión con respecto al éxito y al tipo de reconocimiento al que aspira.

Por un lado, se convirtió recientemente en madre primeriza y aunque siempre se ha considerado como una mujer “sumamente determinada y apasionada” por su trabajo, ahora está aprendiendo a valorar los momentos más pequeños. “Esos que antes podrían pasar desapercibidos en medio de mi agenda y compromisos”, dice.

Treviño ha reforzado su convicción de que las mujeres no tienen que elegir entre ser líderes y formar una familia. “Podemos hacer ambas cosas y, además, hacerlo muy bien”, apunta. “Aspiro a ser un ejemplo para mi hijo y para otras mujeres que, como yo, buscan abrirse camino sin dejar de lado quienes son en su vida profesional”.

Asimismo, la directiva admite que a los 22 años estaba enfocada en abrirse camino en un sector altamente competitivo en el que se empeñaba en demostrar que una mujer joven podía innovar y generar valor en la industria energética, pero, hoy en día, su enfoque es distinto y está dirigido a la trascendencia.

“Fue un reto enorme, pero esa experiencia me enseñó que el liderazgo no se trata de hacer todo sola. Lo que más ha cambiado es mi perspectiva sobre el éxito, antes lo veía como un logro individual y algo que se medía en títulos o en resultados financieros. Actualmente, sé que el éxito real está en el impacto que generamos en los demás y en el legado que dejamos”, asegura la ejecutiva.