Casa Tobi es una de las primeras casas construidas dentro de un fraccionamiento residencial en la Costa de Oaxaca y busca ser punta de lanza para promover una arquitectura, en esa zona ,que respete el entorno natural.
Por: Rosalía Lara
En el accidentado terreno de la costa de Puerto Escondido, Oaxaca, surge Casa Tobi, una de las grandes
apuestas del despacho Espacio 18 Arquitectura, que con siete años activos logró conquistar la categoría
Promesa ODA 2025.
El proyecto más que una residencia de retiro, es un ejercicio sensorial, una arquitectura que dialoga con la
topografía, el agua, los atardeceres del Pacífico y la tradición local, motivos por los que el jurado la
escogió como un símbolo generacional de innovación y madurez.
Desde el acceso de la casa de 250 metros cuadrados se aprecia la forma elegante y sobria del proyecto con
una terraza en lo alto que recibe al visitante junto con un espejo de agua, que refleja tanto la selva como
los matices rojizos del cielo al anochecer y que recuerda a la reserva natural Hierve el Agua.
Ese cuerpo de agua no es solo algo estético tiene el objetivo de producir una frescura natural al tener el
primer contacto con la casa.
Al descender por una escalera, el recorrido comprime su escala, como si se entrara a una cueva, hasta llegar
a un gran espacio social donde se encuentra la cocina, el comedor, el estudio, la sala, la alberca y una
zona de fogata donde se abren las vistas hacia las colinas y el mar.
Más abajo, los dormitorios se funden con la vegetación, cada ventana filtra la naturaleza para generar una
conexión más íntima con el entorno.
Este diálogo con la topografía es la primera razón por la que Casa Tobi se alzó con la categoría Promesa
ODA. Según las bases, esta distinción reconoce a despachos con menos de ocho años en activo que demuestren
innovación, visión y solidez. Y Espacio 18, conformado por Mario Ávila y Carla Osorio, muestra justamente
eso.
La propuesta, que es una de las primeras casas construidas dentro de un fraccionamiento residencial ubicado
en la Costa de Oaxaca de 30 hectáreas donde habrá solo 100 viviendas, no impone su presencia sobre el
paisaje, sino que emerge con sutileza. La casa desciende de manera escalonada, como si la estructura
creciera con la pendiente, respetando la geografía y la densidad de la vegetación.
La materialidad, con tonos tierra, concreto texturizado y texturas orgánicas, remite tanto al suelo de
Oaxaca como a un cangrejo saliendo de las rocas, lo que simboliza la integración entre lo construido y lo
natural.
Para el jurado de Obra del Año, este equilibrio fue clave. Casa Tobi encarna la sustentabilidad no tanto
desde certificaciones técnicas, sino desde una estrategia de diseño sensible al lugar, al clima, a la
topografía y a la naturaleza.
Además, su carácter experimental e innovador marca un camino prometedor para Espacio 18. Bajo la dirección
de Ávila y Osorio, el despacho buscó integrar al proyecto de la forma más respetuosa posible con el entorno,
de manera que fuera parte del paisaje sin dominarlo, lo que fue otro punto decisivo para reconocerles como
Promesa ODA 2025.
Fotos: CORTESÍA