Álvaro Rangel Medina

Director de Desarrollo de Metodologías para América Latina de Moody’s México


Foto: Anylú Hinojosa-Peña

Aunque Álvaro Rangel piensa que el sector financiero ha sido de los más rezagados en temas de inclusión y diversidad, afirma que la adopción de políticas –muchas veces implementadas con mucha resistencia en algunas empresas– han ayudado a comenzar a ver diferentes maneras de expresión de género y sexualidad dentro de la industria en la que se desenvuelve.

“Durante la mayor parte de mi carrera, el estar fuera del clóset para mí ya era un acto de activismo por sí solo, dada la vulnerabilidad profesional que implicaba. Tiene que existir un verdadero convencimiento del valor de la diversidad y la inclusión en el consejo directivo y la dirección general para que pueda permear en la cultura de la empresa”, dice.

Su principal motivante dentro del activismo LGBTQ+ ha sido el poder abrir la brecha para que las nuevas generaciones den el siguiente paso y “poder vivir en una sociedad más abierta y que se beneficie de lo que todos tenemos que aportar”, y pone como ejemplo a las personas trans.

“En el financiero, creo que aún estamos décadas atrás en la inclusión de personas trans en comparación con otros sectores. No me ha tocado interactuar con ninguna persona trans en el medio en México, lo cual me parece que refleja lo ajeno que está este sector a los temas trans. Hay que hacer conciencia de que no existen personas trans conocidas en el medio financiero en México, lo cual lo dice todo”.

Y no lo dice desde el desconocimiento, pues Rangel es miembro del comité de dirección de Business Resource Group “BRG”, donde su rol le permite influir en políticas y prácticas de la empresa para promover la inclusión LGBT+, a través de la implementación de programas de formación y capacitación. Esto ha impactado además en oficinas y personas de otros países, como Perú, Argentina, Panamá, Costa Rica y Bolivia.