Gabriel Hasson

Líder de Investment Stewardship para América Latina de BlackRock


Foto: Cortesía

Con 20 años, abrazó su identidad como miembro de la comunidad LGBT+ en una sociedad “conservadora y tradicionalista” como Guadalajara. Trabajaba en una firma de abogados dedicada al derecho corporativo y le iba bien, pero había barreras que no le dejaban desarrollarse plenamente. Las ganas de superar esos límites y generar un cambio significativo le llevaron a estudiar una maestría en políticas públicas internacionales en Estados Unidos.

Después, llegó al sector financiero, donde mantuvo su compromiso con la diversidad y la inclusión, no solo como líder y aliado de la comunidad global en BlackRock, sino también como parte de su trabajo, en el que interactúa con empresas públicas sobre las mejores prácticas de gobierno corporativo.

Hasson señala que el diálogo con las empresas en las que BlackRock invierte a nombre de sus clientes, que incluye conversaciones con los consejos y equipos de alta dirección sobre riesgos y oportunidades, incluido el capital humano, mueve la aguja. “En América Latina, creemos que los consejos, juntas y directorios deben aspirar a al menos un 30% de diversidad. Por ello, alentamos a las empresas más grandes a ser instrumentales en alcanzar que este parámetro sea el estándar local”, explica.

Desde nuestra perspectiva y trabajo, hemos visto cómo las empresas en Latinoamérica y, en particular, en México, han comenzado a participar en las conversaciones de diversidad que ni siquiera eran parte de la narrativa tres años atrás.