Los ciberataques son el cuarto riesgo que enfrenta la humanidad a nivel global, después de las enfermedades infecciosas, las crisis sociales y el cambio climático, de acuerdo con el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés). Este riesgo implica afectaciones en varios ámbitos, desde el económico hasta el social.




Impulsores de la ciberseguridad
Deloitte considera que existen tres principales impulsores de la ciberseguridad, es decir, las fuerzas que empujan a las organizaciones o al mercado a robustecer las capacidades de ciberseguridad: transformación digital, ciberataques y regulaciones en materia de ciberseguridad.

1. Transformación digital
En los últimos años, los negocios han cambiado sus procesos con un enfoque digital, lo cual se ha potenciado debido a la pandemia por la covid-19, ya que durante el periodo de confinamiento fue necesario implementar estrategias de trabajo remoto que dependían de la tecnología. Hoy, esta evolución continúa, sin embargo, a medida que incrementa la digitalización, se tiene un campo más amplio para los ciberdelincuentes.
2. Ciberataques
Los ataques cibernéticos en sí mismos también son considerados como un impulsor de la ciberseguridad, ya que al hacerse públicos y tener afectaciones en diversas industrias, los directivos de las empresas se cuestionan si esas amenazas podrían perjudicar sus negocios, por lo cual integran estrategias para fortalecer la ciberseguridad, ya sea con el apoyo de un equipo interno o externo.
3. Regulaciones en materia de ciberseguridad
Las regulaciones son un impulsor global importante para concretar la inversión en tecnología que hacen las organizaciones, especialmente, en el sector financiero y en el gubernamental, debido a que a partir de la agenda regulatoria, las empresas definen programas de cumplimiento que muchas veces conllevan a la adquisición de nuevas tecnologías, la implementación de nuevos procesos, mayor cantidad de recursos humanos y servicios profesionales especializados.
Estos temas han contribuido a la evolución de la ciberseguridad y seguirán siendo fundamentales en el desarrollo de la misma. Igualmente, es necesario que las empresas y autoridades implementen nuevas medidas y regulaciones en ciberseguridad para hacer frente a los desafíos que se generan a la par de la transformación digital.
Temas
estratégicos

Los tres grandes impulsores de la ciberseguridad
Los ciberataques son el cuarto riesgo que enfrenta la humanidad a nivel global, después de las enfermedades infecciosas, las crisis sociales y el cambio climático, de acuerdo con el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés).

Escasez de talento: el factor clave de una “tormenta perfecta
Además de la creciente ola de ataques cibernéticos, las compañías afrontan otra complicación que enciende las alertas sobre su capacidad de respuesta en materia de ciberseguridad: la escasez de talento.

Pandemia: el otro eje de ataque de los ciberdelincuentes
A raíz de COVID-19, el nivel de relevancia de la ciberseguridad ha crecido. La migración al trabajo remoto, la necesidad de adquirir servicios o productos desde aplicaciones y el constante intercambio de información en dispositivos digitales contribuyen a ello.

El nuevo rol “ejecutivo” del CISO
Los responsables de proteger la información de las empresas deben evolucionar. Hoy en día, no basta con enfocarse en el aspecto tecnológico, también es necesario que se involucren en los asuntos del negocio.

Outsourcing en ciberseguridad: ¿por qué aliarse con terceros?
A diario surgen nuevas y más sofisticadas vulnerabilidades, exigiendo un alto nivel de especialización que no todas las empresas pueden afrontar. El outsourcing se convierte en una forma eficaz de resolver esta problemática.