Expansión

Vida Digital

La vida en un smartphone

La vida digital ha generado muchas ventajas, sin embargo, esta tendencia por tener información cada vez más privada en tu celular se está materializando en la nada.

Por: Eréndira Reyes



Si fuiste niño en los 90, es muy probable que tuvieras alguna vez en tus manos un Tamagotchi, aquella mascota que vivía en un pequeño dispositivo del tamaño de un llavero, pero a la que tenías que dar de comer, beber y cuidar para que creciera y no muriera.

La relación que tenían los niños (y no tan niños) con este tipo de productos fue muy grande y el afecto que provocaban permeó hasta lo que ahora se vive en otras plataformas y gadgets, incluido tu smartphone, donde no solo conectas con tus seres queridos, sino que resguardas a tus mascotas en la red, planeas tu vida e, incluso, guardas una vida entera.

¿Cómo pasamos a tener una conexión con estos aparatos hasta llegar a tener prácticamente toda tu vida en ellos? En un celular hoy es posible controlar tus finanzas y pagar productos y servicios, portar tu identificación, convertirlo en tu medio de transporte, trabajar e, incluso, desarrollar relaciones afectivas.

David Chalmers, filósofo de la mente y el lenguaje, habla en su artículo ‘The Virtual and the Real’ sobre si la realidad virtual es una realidad genuina y suscribe que la percepción de estos entornos no es ilusoria y que pueden tener el mismo valor que los no virtuales, pues se basa, principalmente, en la medida que el ser humano les está otorgando y, por tanto, en la apreciación que tienen hacia ellos.

Samer Atassi, vicepresidente de Jumio para América Latina, coincide en que las identidades digitales están en crecimiento y que su valor estará relacionado directamente con el uso que se les dé, pero también habrá resistencia de parte de los usuarios.

“Los usuarios tendrán activos de gran valor en un entorno digital, lo que convertirá el metaverso en un objetivo para defraudadores”.

Samer Atassi,

Vicepresidente de Jumio para América Latina.

“Los usuarios tendrán activos de gran valor en un entorno digital, lo que convertirá el metaverso en un objetivo para defraudadores”.

Samer Atassi,

Vicepresidente de Jumio para América Latina.

“Es cierto que tecnologías como el metaverso siguen siendo un concepto nuevo y en evolución y, como tal, aún no hemos visto un conjunto de normas para la identificación y la seguridad en el mundo virtual”, apunta.

La implantación de estas normas tardará en alcanzar una eficacia global, pero existen recursos como los ‘metacódigos’ de conducta y otros esfuerzos, promovidos, principalmente, por los agentes de la industria del metaverso, que están ganando terreno”.

Tomás Balmaceda, filósofo y periodista especializado en tecnología, señala que estas experiencias tienen un valor no solo económico, sino a nivel de enriquecimiento personal y de popularidad, por tener cada vez más ‘valores digitales’.

El especialista pone un ejemplo en el que, a través del juego Flight Simulator, una persona puede estar aprendiendo a ser piloto, por lo que su escuela y futuro trabajo podría estar en un videojuego, algo fuera de la escuela física, pero con el mismo valor educativo que las clases que tomaría en una escuela de aviación.

Además, Balmaceda señala una realidad a la que se están enfrentando millennials y centennials: la falta de capital para adquirir una casa o un auto, que les lleva a tener que rentar como única opción. “El concepto de no tener nada está impregnado por la falta de oportunidades para tener un espacio físico, así que la idea de tener algo asegurado en el espacio digital, que es deseado por alguien más y que representa un valor, es una inversión alcanzable para estas generaciones”.

El reporte ‘Economía y desarrollo’, realizado por el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), reveló que los hogares latinoamericanos necesitarían más de 30 años de ahorros para adquirir una vivienda de 60 m², esto, suponiendo que destinen el 30% de sus ingresos al consumo de servicios habitacionales.

Ante esta realidad, el metaverso, la economía detrás de los NFT y la criptoeconomía se vuelven relevantes para las personas que nacieron entre 1985 y el año 2000. Sobre todo, porque su mundo entero está en sus manos. Esto está dando panoramas en mercados como el metaverso, donde se prevé que, para 2030, valdrá 936,600 millones de dólares este tipo de tecnología, de acuerdo con la consultora Grand View Research.

“Ahora es posible hacer transacciones bancarias, viajar, tener la información de tu coche, la llave de tu auto, manejar todo tu departamento a la distancia e, incluso, tener a varios asistentes que te ayudan a lavar, aspirar y coordinar tu hogar. Lo mismo está pasando con tu oficina, cada día hay mayor asistencia con solo apretar algunos botones de tu celular”, apunta Nicole Rodríguez van den Branden, vicepresidenta y CTO de AT&T México.

Aplicaciones como Android Car y el avance que otros productos han tenido en los últimos meses, como la inteligencia artificial de ChatGPT, también están detonando la apreciación por lo digital por encima de lo físico, pues algunos especialistas señalan que provocan en los usuarios la sensación de ser más creativos y les ayudan a tener más tiempo libre.

“Los seres humanos están programados para soñar, crear e innovar. Cada uno de nosotros busca hacer un trabajo que nos dé un propósito: escribir una gran novela, hacer un descubrimiento, construir comunidades fuertes, cuidar a los enfermos. La necesidad de conectarnos con el núcleo de nuestro trabajo vive en todos nosotros”, precisa Jared Spataro, vicepresidente corporativo de la Unidad de Trabajo Moderno y Aplicaciones Comerciales de Microsoft. “Pero hoy, pasamos demasiado tiempo consumidos por la monotonía del trabajo en tareas que agotan nuestro tiempo, creatividad y energía”.

Por ello la popularidad del uso de inteligencia artificial generativa causará que smartphones y computadoras sigan siendo una extensión del ser humano que las posee.

Poco segura pero popular

Debido a la naturaleza sin fronteras de estas tecnologías avanzadas, es cada vez más importante contar con una coordinación internacional de los enfoques reguladores del metaverso y las tecnologías asociadas, de acuerdo con Samer Atassi. Pues además de un panorama menos físico, se tiene un avance en el mercado de la ciberdelincuencia.

“Los usuarios dispondrán de activos de gran valor en un entorno digital, lo que convertirá el metaverso en un objetivo atractivo para los defraudadores. A principios de 2022, la Interpol publicó su primer ‘Informe sobre tendencias mundiales de la delincuencia’, en el que se evaluaban las amenazas actuales y emergentes a las que se enfrentan sus 195 instituciones miembros en todo el mundo”, advierte el especialista de Jumio.




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GRÁFICOS: Rodrigo Heredia / DISEÑO Y PROGRAMACIÓN WEB: Pamela Jarquin Rojas