La juventud ha puesto los muertos en este país. Desde 2006, 142,000 personas de entre 15 y 29 años han sido asesinadas. Una vida y los sueños de un joven se han arrancado cada hora.
Por: Lidia Arista
Es marzo de 2018 y la glorieta de los Niños Héroes de Guadalajara está repleta. Cientos de ciudadanos
están congregados en la capital de Jalisco, pero esta vez no es para celebrar un triunfo del equipo de
futbol Atlas, sino para exigir que aparezcan con vida Javier Salomón Aceves Gastélum, Jesús Daniel Díaz y
Marco Francisco García Ávalos, tres estudiantes de la Universidad de Medios Audiovisuales (CAAV) vistos
por última vez en Tonalá, a 14 kilómetros de la capital del estado, luego de grabar un cortometraje.
Ese monumento construido en 1950 para conmemorar a los cadetes que murieron en la batalla de Chapultepec
de 1847 fue testigo de decenas de concentraciones, pero la del 25 de marzo fue histórica porque fue
renombrada como ‘la Glorieta de los Desaparecidos’.
El caso de los estudiantes cimbró a Jalisco y al país. Cientos de ciudadanos tomaron las calles para
exigir su aparición y un alto a la violencia en el estado. El reclamo se hizo en las avenidas y plazas,
pero también inundó las redes sociales. Los tuits del director de cine y ganador del premio Óscar
Guillermo del Toro se volvieron el estandarte con el que se exigía la aparición con vida de los jóvenes.
Pero esto no sucedió. La violencia que invade México puso fin a sus vidas y a su sueño de ser cineastas.
“Hubo información falsa, difamaciones hacia ellos, de que estaban en el lugar que no debían, cuando
solamente eran unos jóvenes que estaban haciendo una tarea. Y eso sí que no fue error de ellos, más que de
las personas que actuaron mal”, asegura Michelle Gastélum, hermana de Javier Salomón, a cinco años del
homicidio de los estudiantes cometido por miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación tras confundirlos
con integrantes de una agrupación rival.
Este no fue un hecho aislado. Episodios de violencia sobran en el país: Villas de Salvárcar en Ciudad
Juárez, en 2010; Iguala, Guerrero, en 2014; Tonalá, Jalisco, en 2018, o Nuevo Laredo, Tamaulipas, en 2023.
No importa el lugar, el año o el gobierno, la violencia contra los jóvenes es una constante en México.
México está matando a sus jóvenes y eso tiene una definición: ‘juvenicidio’. Se trata del asesinato
sistemático de la población de 15 a 29 años del país.
“El ‘juvenicidio’ se refiere a la muerte sistemática de los jóvenes, sin importar si son hombres o
mujeres, víctimas o victimarios”, explica Óscar Misael Hernández, profesor-investigador de El Colegio de
la Frontera Norte, adscrito al Departamento de Estudios Sociales.
Los estudiantes jaliscienses Javier, Jesús y Marco forman parte de este ‘juvenicidio’, al ser de las
142,185 vidas arrancadas a los jóvenes en México desde que se declaró la llamada ‘guerra contra el
narcotráfico’, en diciembre de 2006, por el gobierno de Felipe Calderón.
Desde hace 16 años, la juventud ha puesto a los muertos en este país, pues cada día son asesinados 24
jóvenes de entre 15 y 29 años, es decir, se cobra una vida cada hora. Casi el doble de lo que sucedía en
la década de los 90, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Entre 2007 y 2021, en México, 387,905 personas de entre cero y 85 años fueron víctimas de homicidio, el 37%
eran jóvenes.
José Manuel Valenzuela Arce, doctor en Ciencias Sociales por El Colegio de México, acuñó el término de
‘juvenicidio’ para explicar “la muerte sistemática, persistente y artera de jóvenes”, quienes son vistos
como
sujetos “desechables” y sin consecuencias jurídicas. “Son, en muchos casos, carne de cañón, son presas
fáciles, son concebidos por la delincuencia organizada como prescindibles, como desechables”, afirma Héctor
Hernández Bringas, investigador de la UNAM y experto en muertes por violencia, quien explica que por ello
las
organizaciones criminales captan a jóvenes con sueldos altos para los contextos en que operan.
En México, desde que inició la llamada ‘guerra contra el narcotráfico’, han sido asesinados más de 142,000 jóvenes.
Fuente: INEGI
Para las mujeres jóvenes, México también es un país muy peligroso: 6,478 mujeres entre 2015 y 2022 han
sido víctimas de feminicidio. Este delito se incorporó en el Código Penal Federal desde el 14 de junio de
2012, sin embargo, los registros se llevan a cabo a partir de 2015. Desde ese año han sido asesinadas, por
razón de género, 2.5 mujeres cada día.
“A mi hija, la secuestraron, la asesinaron y la fueron a tirar a una calle cerca de la casa”, relata Lidia
Florencio, madre de Diana, una joven de 24 años, quien en 2017 fue abusada y asesinada en Chimalhuacán,
Estado de México.
Ser joven en México también representa un alto riesgo de ser desaparecido. De las 223,160 personas que
fueron reportadas como no localizadas en México desde el 1 de diciembre de 2006 hasta el 31 de diciembre
de 2022, el 45% tenían entre 15 y 29 años.
“Se está desapareciendo la juventud: mujeres entre los 15 y los 25 años y hombres entre los 20 y los 30
años, aproximadamente, son los grupos etarios más afectados”, explica la comisionada Nacional de Búsqueda de
Personas Desaparecidas en México, Karla Quintana.
Actualmente, hay 13,509 mujeres jóvenes desaparecidas y 30,785 hombres jóvenes que siguen desaparecidos.
“Una hipótesis es el reclutamiento forzado, trata con fines de explotación sexual o con fines de esclavitud,
o sea, de trabajar. Se ha encontrado gente trabajando en campos, las hipótesis son tantas”, sostiene
Quintana.
En promedio, cada día 2.5 mujeres son víctimas de feminicidio en México.
Fuente: Cifras del SESNSP
La violencia en que vive sumido el país se pone en evidencia al ser el homicidio la principal causa de
muerte en los jóvenes. En 2021 murieron más jóvenes asesinados que en accidentes, a causa del covid-19,
enfermedades del corazón o suicidios, según el INEGI.
La muerte de jóvenes no es exclusiva de una zona geográfica, pero sí tiene un perfil: el 65% ocurrió en 10
entidades. Una de ellas es Michoacán, donde hace 16 años el presidente Felipe Calderón se vistió de militar
para anunciar el uso de la fuerza por cielo, mar y tierra contra el crimen organizado.
En ese estado, la violencia se triplicó en 15 años. En 2007, se reportó el homicidio de 168 jóvenes de entre
15 y 29 años, sin embargo, en 2021 fueron 783 las muertes, lo que representa un incremento de 366%, de
acuerdo con datos proporcionados por la Fiscalía General de Michoacán a través de una solicitud de
información.
“En los estados donde más prevalece la delincuencia y donde más homicidios se registran de jóvenes es donde
está presente el crimen organizado y tiene que ver con las rutas del trasiego de la droga”, sostiene el
investigador Hernández Bringas.
Los jóvenes mexicanos están inmersos en las dos caras de la violencia: son víctimas pero también
victimarios.
“Tenemos una cantidad muy elevada de violencia urbana, jóvenes que son víctimas y victimarios a la vez. Gran
parte de los homicidios dolosos en México son cometidos por hombres jóvenes y también gran parte de las
víctimas de los homicidios en México son hombres jóvenes”, explica José Andrés Sumano, secretario técnico de
la Red Temática de Investigación Conacyt en Adicciones y Seguridad Ciudadana.
Detrás del ‘juvenicidio’ está la violencia, pero también factores económicos, educativos, culturales y
sociales, algunos de los cuales los han empujado a las manos del crimen organizado.
La Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) calculó que alrededor de 35,000 niñas, niños y
adolescentes son parte de grupos delictivos organizados en los que son utilizados para cometer delitos como
secuestro, trata, extorsión, contrabando o corrupción. Los jóvenes no son reclutados para convertirlos en
‘los nuevos capos’, sino solo son instrumentos para alcanzar ciertos propósitos.
En estas 10 entidades se han concentrado los asesinatos de jóvenes.
Fuente: INEGI
Fotos: Getty Images / Nacho Ruiz, Gabriela Pérez, Fernando Carranza, Juan Carlos Cruz/ Cuartoscuro / Rodrigo Arangua/ AFP
Históricamente, los jóvenes han sido los que han puesto la fuerza y han sido vistos como reservas. En el
siglo XX, fueron los que dieron la vida en las guerras y movimientos armados.
“Los jóvenes en ese momento tampoco tenían oportunidades económicas y culturales suficientes, eran
utilizados como carne de cañón, seducidos o forzados eran incluidos en algún grupo. Hoy en día, vemos
exactamente lo mismo o sea, la historia se repite aunque con matices. Se entiende porque la población
joven es aquella más susceptible de ser seducida, engañada o manipulada por algunos grupos de poder”,
añade Misael Hernández.
Para Andrés Sumano, ya se puede hablar de una generación perdida a causa de la violencia en México, de un
bono demográfico que se fue, lo que traerá problemas al país.
“Una de las grandes consecuencias de toda esta situación es que el país, en el corto plazo, fiscalmente va
a ser inviable. Siguen aumentando las pensiones, pero hay cada vez menos jóvenes y los que teníamos como
bono demográfico ya se está haciendo viejo, los que venían abajo, algunos se perdieron, por lo que no en
un largo plazo este país estará envejecido”, afirma.
En 2021, el homicidio ocupó la primera causa de muerte en los jóvenes mexicanos.
Fuente: INEGI Causas de Muerte 2021.
El 30% de la población en México es joven. De acuerdo con el censo de población del INEGI de 2020, 37.8
millones de personas tenían entre 12 y 29 años, de una población de 126 millones.
A pesar de ello, expertos consideran que la juventud ha sido abandonada por varios gobiernos al no generar
oportunidades para ellos.
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador lanzó el programa Jóvenes Construyendo el Futuro, el cual ha
beneficiado a 2.4 millones de jóvenes que son capacitados para el trabajo a cambio de un apoyo mensual de
6,310 pesos.
El argumento del presidente es que al darle un ingreso a los jóvenes, se le quita la reserva de un ejército
al crimen organizado, pero para los expertos este programa no ha arrojado resultados que confirmen que este
objetivo se haya logrado.
“En teoría, está bien atender a los jóvenes, pero en la práctica, cuando revisamos el gasto presupuestal, no
se ve que el dinero que se está metiendo a esos proyectos sea útil para cambiar el problema de violencia que
tiene México, en realidad, se trata de programas clientelares”, sostiene Daniel Gómez-Tagle, experto en
seguridad pública.
El 45% de las personas reportadas como desaparecidas tenían entre 15 y 29 años
Fuente: Registro Nacional de Personas Desaparecidas.
Ser joven en un país como México no es fácil. Ni la educación ni el empleo ni las condiciones de seguridad están dadas para desarrollarse con éxito hacia la adultez.
Héctor Hernández Bringas explica las dificultades que enfrentan los jóvenes mexicanos a través de estos datos: el 60% no tiene acceso a la educación, tres millones no estudian y no trabajan, y miles tienen empleo, pero con salarios precarios.
Para el catedrático de la UNAM, no es suficiente que los jóvenes tengan un empleo, sobre todo, si es precario, pues no los aleja de la tentación para incorporarse en actividades delictivas, ya que todo el tiempo los jóvenes están expuestos a bienes, comodidades y estilos de vida alejados de su realidad.
“[Esa exposición] genera, primero, frustración al no poder tener acceso a estos bienes, comodidades y dinero. Después de la frustración, hay malas decisiones, como enrolarse en actividades ilícitas que pueden dejar dinero rápido”, refiere el experto de la UNAM.
Así, siendo víctimas o victimarios, miles de jóvenes se han visto afectados por la violencia en México y en plena edad productiva no pudieron concluir su proyecto de vida: ser profesores, médicos, científicos o futbolistas.
“Su sueño era ser un gran director, ser cineasta y músico. Era una persona muy sensible, muy soñadora y muy artística. Ese era Salomón”, dice Michelle Gastélum, al recordar a su hermano.
GRÁFICOS: Rodrigo Heredia / DISEÑO Y PROGRAMACIÓN WEB: Paula Carrillo