Por: José Luis Clavellina
Director de Investigación del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
a inversión pública en infraestructura impulsa el crecimiento económico y el empleo. Las obras públicas realizadas elevan la productividad y la eficiencia en los diferentes sectores y regiones donde se llevaron a cabo; asimismo, mejoran la articulación del territorio y la cohesión social. Adicionalmente, permite alcanzar diversos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) mediante infraestructuras sostenibles y de calidad como educación, salud y equidad de género.
La inversión pública tiene así efectos transversales que deben lograrse de forma equilibrada. Lo anterior depende de los planes de desarrollo, de las políticas públicas que se diseñen para alcanzar los objetivos del plan y, sobre todo, de la disponibilidad de recursos para financiar los distintos proyectos de inversión.
Pese a su relevancia, la inversión pública en México se ha convertido en una variable de ajuste presupuestario. Desde las crisis de los 1980 y 1990, se aplicaron programas de ajuste con recortes al gasto y a la inversión pública con efecto en las tasas de crecimiento y el nivel de vida de la población.
En 2025, nos enfrentamos a un nuevo episodio de ajuste fiscal. Al tercer trimestre del año, el recorte en el déficit presupuestario asciende a 298,100 mdp; mientras que el recorte a la inversión física es de 243,000 mdp, comparando ambas cantidades, el recorte a la inversión equivaldría al 81.1 % del ajuste.
Estos ajustes siguen impactando el crecimiento. Al segundo trimestre de 2025, los recortes a la formación bruta de capital fijo pública tuvieron un efecto negativo en la tasa de crecimiento del PIB de 0.6 puntos porcentuales.
Para 2026, se anticipa un crecimiento del 21.3 % en el presupuesto para inversión pública, el cual quizás no alcance a compensar los recortes observados este año. Por tal razón, se requiere fortalecer la hacienda pública a fin de que la inversión, en sus distintas modalidades, impulse un crecimiento sostenible y con equidad.
Por: Mauricio Jessurun Solomou
Presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM).
lo largo de casi ocho décadas, la historia del Colegio de Ingenieros Civiles de México ha estado estrechamente ligada a la transformación del país y ha acompañado los grandes proyectos de infraestructura que impulsaron la modernización nacional: presas, carreteras, sistemas de agua potable, puertos, aeropuertos y redes eléctricas que integraron regiones y abrieron oportunidades para millones de mexicanos. La infraestructura, en todas sus formas, ha sido y seguirá siendo motor de integración, desarrollo y bienestar social.
La infraestructura de agua, energía y transporte, entre muchas otras, sostiene la economía y reduce desigualdades, garantiza movilidad y mejora la calidad de vida. Sin agua no hay vida; sin energía no hay progreso; sin conectividad no hay integración nacional.
México enfrenta retos importantes y complejos, regiones con infraestructura insuficiente e infraestructura existente con necesidades urgentes de conservación y modernización. Aprovechar la infraestructura como un recurso estratégico exige planeación con visión de largo plazo, proyectos de inversión pública y privada (nacional e internacional), con reglas claras, y certeza jurídica e institucional, además de una visión integral que combine técnica, economía, medioambiente y justicia social.
La adopción de nuevas tecnologías, digitalización, automatización y materiales sostenibles es fundamental para lograr infraestructura moderna, resiliente y eficiente. Ello requiere continuidad institucional transexenal, colaboración entre gobierno, academia, iniciativa privada y sociedad civil, además de la formación de nuevas generaciones de ingenieros capaces de innovar y transformar el territorio con responsabilidad.
La ingeniería civil mexicana, representada por colegios de profesionistas, cámaras empresariales, sociedades técnicas, instituciones de educación superior y centros de investigación, tiene un gran compromiso como órgano de consulta para las tres órdenes de gobierno en todo lo relacionado con la infraestructura, impulsando soluciones interdisciplinarias que conecten territorios, potencien el crecimiento económico y aseguren bienestar. Porque la infraestructura bien planeada es la base sobre la cual se construye el futuro de cualquier país.
DISEÑO EDITORIAL Óscar González / DISEÑO Y PROGRAMACIÓN WEB Salvador Buendía / FOTO Eduardo Sánchez / EDICIÓN DE FOTOGRAFÍA Diego Alvarez Esquivel / COORDINACIÓN DE FOTOGRAFÍA Betina García