a séptima edición llega en un momento en el que los derechos LGBT+ alcanzados se ven amenazados por el entorno político internacional. Quienes integran este listado demuestran que mantener estos espacios resulta positivo para las empresas y la sociedad.
Por: Ángel Candia, socio de ADIL
En un contexto global en el que Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI) enfrentan cuestionamientos, retrocesos y discursos que buscan minimizar su valor, esta edición –con 42 rostros visibles, liderazgos LGBTQ+ fuera del clóset– nos invita a reflexionar sobre lo verdaderamente importante: el cambio real no nace de políticas impersonales ni de campañas de marketing. El cambio ha sido posible gracias a personas valientes que decidieron ocupar espacios, resistir desde adentro y no pedir permiso para ser quienes son.
Durante décadas, el mundo corporativo fue un terreno hostil para quienes se apartaban de la norma cisgénero y heterosexual. Los clósets laborales no eran una elección, sino una estrategia de supervivencia. Hoy, aunque los avances son innegables, la igualdad no está garantizada. Por eso, es fundamental hacer memoria y reconocer que fueron las personas –no las empresas– quienes empujaron estos cambios. Desde aquellos que se atrevieron a llevar su bandera al escritorio hasta quienes crearon redes de empleadas y empleados LGBTQ+ y promovieron políticas inclusivas, el activismo corporativo ha sido una lucha sostenida desde adentro.
En México, donde la conversación sobre DEI aún enfrenta resistencias –y, en algunos casos, se encuentra en una preocupante pausa–, visibilizar liderazgos LGBTQ+ en el entorno laboral es un acto político. Ver a alguien como tú en un puesto de decisión envía un mensaje poderoso: no solo es posible ocupar espacios de poder siendo auténtico o auténtica, sino que hacerlo transforma las dinámicas de inclusión para todas las personas. La representación importa porque normaliza, abre puertas y, en muchos casos, salva vidas.
Fuente: 41+1 LGBT+ de los negocios 2025.
Apostar por la DEI no es solo una estrategia de talento o reputación corporativa. Es, sobre todo, un acto de justicia. Hoy, más que nunca, necesitamos recordar que detrás de cada política, hay historias humanas, con nombres y apellidos. Que los espacios diversos no se sostienen por inercia, sino por las personas que los habitan, los defienden y los expanden. Las personas LGBTQ+ llevamos en la piel la consigna de que ser es resistir y que, al resistir, nos aseguramos de que los avances logrados no sean efímeros y que, por el contrario, se sostengan en el tiempo para futuras generaciones.
El liderazgo visible de personas LGBTQ+ es mucho más que una foto. Es una declaración de principios. Es demostrar que ser abiertamente quien eres no está en contradicción con liderar, innovar o transformar. De hecho, es la prueba viviente de que la autenticidad es una fortaleza.
Esta edición celebra a 42 personas que decidieron dejar el clóset fuera del currículum. Personas que decidieron contar su historia con dignidad. Y con ello, encender una luz para quienes vienen detrás, honrando a quienes les abrieron camino. En tiempos en los que se cuestiona el valor de lo diverso, estas historias nos recuerdan que la DEI no es una moda. Es una apuesta por el futuro. Y ese futuro se construye, todos los días, desde la valentía de ser.
A estas 42 personas: gracias por contar su historia y por recordarme que mi historia, y la historia de personas como yo, también es bonita, digna de contarse y también de celebrarse. Confío en que esta edición sea, nuevamente, una inspiración para que más personas LGBTQ+ en las empresas cuenten sus historias. Necesitamos más referentes e, incluso, más diversidad en esos referentes. Porque las personas LGBTQ+ somos diversas y eso es, justamente, lo que nos vuelve más fuertes.
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DISEÑO Y PROGRAMACIÓN WEB Paula Carrillo / Salvador Buendía TEXTOS Puri Lucena / Alberto Zanela / Daniel Cuevas COORDINACIÓN DE FOTOGRAFÍA Betina García EDITOR DE FOTOGRAFÍA Diego Alvarez Esquivel ANIMACIÓN Nayeli Araujo